¿Nuestra economía va bien? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 29 de Mayo de 2019

He estado escuchando en los medios de comunicación a distintos analistas de la economía colombiana, y en especial a algunos que en el pasado tuvieron la responsabilidad de manejar las finanzas del Estado.
En su análisis parten por decir que, si bien es cierto que los cálculos de crecimiento del país para el año 2019 se han tenido que reducir y que las calificadoras internacionales en dos casos no nos han bajado la calificación mientras otra nos puso observaciones, nuestra economía se encuentra bien.
Déjenme decir, sin perjuicio de sonar pesimista, que no comparto en su integridad esos análisis, pues yo lo que diría es que estamos mejor que nuestro vecindario latinoamericano, pero eso no quiere decir que estemos muy bien.
Por otra parte, los índices de crecimiento de la inversión extranjera han bajado y las exportaciones no se han incrementado.
Los ya innumerables anuncios de “se vende” o “se arrienda” que uno observa en las propiedades inmobiliarias es un termómetro de que las cosas no están tan bien y la gente está buscando liquidez para el pago de deudas de impuestos que han llegado a tasas muy preocupantes o, lo que es grave, están tratando de convertir pesos a dinero fuerte por la inseguridad que se vive en nuestras calles y campos o la falta de norte claro que en muchos ámbitos estamos viviendo.
Hablando con grandes empresarios, por otra parte, se observa la preocupación que se tiene que las ventas en muchos sectores no están creciendo y en algunos casos han decrecido. Pero, lo más grave para nuestra economía es el pesimismo que nos está invadiendo ya que ese estado anímico si puede llevar a que la dinámica económica no sea la que esperamos.
Por otra parte, ya el número elevado de medianos e importantes contribuyentes que han adquirido residencia fiscal en otros países también es un tema que nos debería tener las alarmas prendidas ya que demuestra falta de credibilidad en el manejo económico y sobre todo en la estabilidad jurídica de los contribuyentes tanto en los impuestos nacionales como los municipales o catastrales que los ha llevado a tener que decidir en buscar países con mejor tratamiento fiscal impositivo.
Y qué decir de la avalancha de ciudadanos colombianos buscando otras nacionalidades como es el caso de quienes aprovechando la Legislación española sobre descendientes sefardíes están solicitando ciudadanía española. En este caso incluso el cupo que se había establecido para citas de colombianos se agotó y nuestros compatriotas están solicitando citas a través de Panamá, Ecuador, Argentina e incluso otros países centroamericanos más.
Como conclusión, son varios los aspectos que mostrarían que algo está pasando en Colombia que ha llevado a nuestros compatriotas a tomar decisiones nunca vistas y que nos pueden afectar en nuestro desarrollo económico, por lo que es bastante importante hacer una revisión de nuestras políticas y construir decisiones que generen credibilidad y confianza.