El Plan y la nueva normalidad | El Nuevo Siglo
Martes, 26 de Mayo de 2020

En medio de la pandemia del Covid-19, el Plan Distrital de Desarrollo para el período de 2020 al 2024 está en aprobación en primer debate de la Comisión del Plan en sesiones históricas, pues dados los cuidados propios de la emergencia sanitaria se ha hecho de manera semipresencial, es decir en aras de la distancia, la votación nominal, artículo por artículo -de ciento diez- la realizan unos en votación virtual o digital y otros en recinto, de cara a cara con la ciudadanía, vía internet.

Después de varias sesiones de análisis entre todos los concejales, con invitación de los distintos secretarios del Distrito y de la aprobación después de once horas de sesión el sábado 23 de mayo, se da lugar la concertación de las dos ponencias: la presentada por la coordinadora ponente, Gloria Díaz del Partido Conservador Colombiano y la conjunta de los concejales Diego Cancino del Partido Verde y Álvaro Acevedo del Partido Liberal, que analizaron casi seiscientas proposiciones.

El texto final lo publican a las tres de la mañana. En medio de la deliberación surgen por parte de los concejales nuevas proposiciones que participan de manera remota y la administración las avala o no. Esto en medio de la propuesta latente de querer ampliar el plazo, en la condición de la emergencia que faculta el Presidente si la alcaldesa lo quisiera, quien por ahora prefiere su rápida aprobación dentro del período tradicional.

Pero más allá de la ardua y constante defensa que hace el gobierno distrital, como es lógico, del título del Plan denominado “Un Nuevo Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del siglo XXI”, es importante entender este Plan de Desarrollo es necesariamente el Plan para mitigar los impactos de la pandemia. Es necesario capitalizar los aprendizajes de este Cisne Negro.

Por ello la concejal Gloria Díaz insistió en su ponencia en incluir en el título y como propósito principal la conducción de la ciudad hacia la llamada Nueva Normalidad, como focalización y suma al propósito del nuevo contrato social y ambiental, no obstante la inclusión al primer borrador del Título de Estrategias para el manejo de los impactos social y económico del virus covid-19 y de los cambios respectivos en el presupuesto sectorial.

La misma alcaldesa lo ha dicho: hay que definir y encaminar la ciudad hacia la “Nueva normalidad”. Es el centro de la política pública en el inmediato, corto y mediano plazo. Sin que así fuera aprobado en la concertación de ponencias es claro que en medio de la incertidumbre de la post-cuarentena y post-pandemia el Plan tiene que ir atado a este reto histórico de superar la pandemia del Covid-19, la prioritaria atención a sus efectos socioeconómicos debe ser la acción angular y va a presionar los siguientes cuatro años a la administración.

La pandemia dejó entrever la necesidad de ampliar los esfuerzos ante la informalidad, la pobreza oculta y los nuevos vulnerables o vulnerables ocultos, no visibilizados ni registrados, en riesgo de caer en empobrecimiento o de perder su futuro próspero, porque aun teniendo capacidades, el nuevo entorno, como el desempleo o la pérdida de la empresa, ya no les favorece y es algo que tiene que estar presente, en especial el nuevo Sistema Distrital de Cuidado. Es importante que éste no termine sólo asociado al trabajo doméstico no remunerado de las cuidadoras o a los más vulnerables pues el Cuidado es para todos, universal e integrador.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

uribemariaelisa@gmail.com