‘El retablo de Maese Pedro’, la primera ópera en español de la Filarmed | El Nuevo Siglo
Este domingo, a partir de las 11:00 a.m., la agrupación antioqueña presentará esta puesta en escena de marionetas, música y diversión, que cuenta con la dirección musical de Alejandro Roca.
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Viernes, 11 de Junio de 2021
Redacción Cultura

La Orquesta Filarmónica de Medellín estrena en Colombia su primera producción de ópera en español El retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla, con la dirección musical del Maestro Roca y la participación del barítono Nelson Sierra, la mezzosoprano Laura Mosquera y el tenor Christian Correa.

La cita con esta ópera para disfrutar en familia, que además cuenta con la dirección escénica de Pedro Salazar y la escenografía de Pablo Castillo, será este domingo, a las 11:00 a.m. y las boletas se podrán conseguir en La Tiquetera.

“Nos vamos a encontrar con la obra en tres planos. Primero la historia contada por los cantantes, que es la de Don Quijote que se encuentra un teatro ambulante, luego la escena en el teatrino, con una mezcla de animación y títeres en dos dimensiones que cuenta la historia de Melisendra a quien tienen cautiva por amor, y por último, el plano orquestal, que va narrando y pintando con música las acciones que suceden tanto en el teatrino como en los cantantes”, explica Alejandro Roca.

Esta ópera, que será presentada gracias al apoyo de la Alianza Filarmed-Comfama y de la Embajada de España en Colombia, se estrenará desde el Teatro Universidad de Medellín.

Música y diversión

El Retablo de Maese Pedro está basada en un episodio del Quijote. Fue escrita por Manuel de Falla en 1923, y además de la orquesta tiene tres cantantes y marionetas. 

La obra fue compuesta para ser interpretada en los conciertos privados que ofrecía en París la Princesa de Polignac a quien está dedicada, compartiendo dedicatoria junto a Miguel de Cervantes por el autor, Manuel de Falla.

Se recogen en esta obra los capítulos XXV y XXVI de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, en que aparece el titiritero Maese Pedro y donde se cuenta la historia de Melisendra, esposa de don Gaiferos, a quien tenía cautiva el rey Marsilio. Cuando su marido la rescata, son perseguidos por los moros. Y Don Quijote, que confunde la realidad con la imaginación, termina por intervenir para ayudar a las marionetas fugitivas.



Marionetas

Manuel de Falla consideraba el teatro de títeres un medio idóneo para propagar sus ideas innovadoras, tanto por su carácter popular como por sus aspectos cómicos y, sobre todo, por sus actores artificiales que ofrecían las posibilidades de expresarse más allá de la representación humana. 

“Desde hace muchos siglos, los seres humanos han experimentado la necesidad de expresarse y representar el mundo a través de figuras hechas con cartón, lanas o madera, es decir, trascender la realidad de forma imaginativa y lúdica. El empleo de marionetas y títeres constituye un arte tan antiguo como la civilización, ya que han sido utilizados para reflejar los aspectos más profundos y más superfluos de los individuos y la sociedad”, asegura la Revista de Folklore.
El escenógrafo Pablo Castillo, cuenta que ambientó la escena y el vestuario de los personajes en la Medellín del siglo XX. “Representé el teatrino en el ausente Teatro Bolívar, demolido en 1954. El Bolívar fue el principal teatro de Medellín y fue escenario de afamadas compañías de artistas de teatro, ballet y concertistas. Más que un viaje al pasado es una reflexión sobre nuestro presente y futuro”, explica Pablo.

¿Quién era en realidad Maese Pedro?

Se trata de un pícaro, un fugitivo, uno de los personajes más misteriosos del Quijote. Una razón más para acercarse a esta versión musical de una de las historias más entretenidas que escribió Cervantes en Don Quijote.

“El Quijote vive en nosotros, en nuestra cultura e hispanidad. Hasta podemos ver el espíritu de estos personajes caminando por nuestras calles. Además es una ópera en español de Manuel de Falla, que propone un universo musical único y cercano a nosotros. A pesar de ser tan corta, es un reto musical y escénico. Una joya pequeña pero preciosa”, señaló Pedro Salazar.