La infancia vacía | El Nuevo Siglo
Jueves, 17 de Junio de 2021

La infancia, ese tiempo irrepetible e idealizado, no siempre ocupa un lugar feliz en la memoria. Para muchos, la infancia ha sido un tiempo de soledades, incertidumbres e incomprensiones. Es usual que los padres olviden que sus hijos son seres racionales y que cada experiencia es una huella que marca su vida para siempre. Los vacíos de la infancia, los tormentos, los silencios, las incomprensiones, son la cuota inicial del sufrimiento en la madurez. Esas cuotas de soledad y dolor están relatadas en forma tierna y estremecedora por Claudia, la lúcida narradora de Los Abismos, la novela de Pilar Quintana que ganó el Premio Alfaguara de Novela 2021.

La novela está relatada desde la soledad de una niña, Claudia, que ve el derrumbe de su madre, también Claudia, abatida por la frustración de un matrimonio insatisfactorio y unos sueños indefinidos. Viven en Cali, en una casa llena de plantas que le hacen creer a la niña que vive en una selva, que al mismo tiempo la resguarda y la amenaza. Las claudias comparten en silencio la incomprensión. Jorge, el padre, no es capaz de llenar con su amor el vacío que rodea a su mujer.  

En Los Abismos, las dos claudias, madre e hija, se asoman a una grieta que parece leve pero que las separa irremediablemente. Claudia, la niña, asiste al desplome de su madre, constata su insatisfacción permanente, relata con aparente neutralidad la apatía de vivir que azota a su mamá y el silencio insensato y descomedido de su papá. Claudia, la madre, es una especie de Madame Bovary caleña que vive en la insatisfacción perpetua. El amor romántico no llena su vacío existencial; el amor filial no es suficiente contra la angustia de la vacuidad.

Los protagonistas de Los Abismos derrumban los mitos de la familia como refugio ante la adversidad. La soledad y el desamparo son tan abrumadores que Claudia se siente menos serena en su casa que ante el abismo de una poderosa y atrayente cascada que guarda otro secreto familiar. Los Abismos es una novela valiente que aborda temas que han sido penosos desde siempre: la depresión, la melancolía y la insatisfacción. Aquí está todo: el dolor de la madre, asomada a su propio abismo; el de la hija, permanentemente cayendo al vacío; el del padre, que flota en la nebulosa de la mediocridad que le impide mirar a su alrededor. Las mujeres de esta historia se sienten atrapadas en su historia: Claudia tuvo que acceder a un matrimonio que era el destino de las mujeres de su época y Claudia hija aprende que el silencio es mejor, que la palabra es rebeldía y, por lo tanto, peligrosa.

Quintana ha escrito una novela poderosamente femenina, íntima y, a la vez, universal que explora los destinos decididos, los futuros rendidos. Pilar Quintana tuvo un gran éxito con La Perra, una novela sobre la maternidad ansiada y frustrada y, sobre todo, una exaltación de la libertad y la insumisión. Ahora, en Los Abismos, aborda la maternidad insatisfactoria, la propia vida desapegada y silente, la nada. Estupenda.