El domingo transcurrieron las elecciones con absoluta normalidad, sin alteraciones de orden público ni acciones que impidieran el desarrollo pacífico de la jornada electoral. La participación en las elecciones, que se había dicho que disminuiría, prácticamente se sostuvo en las mismas condiciones de la primera vuelta. Iván Duque Márquez ganó por más de 10.300.000 votos, equivalentes a más del 54% de la participación y con una diferencia a su favor de 2.338.000 votos. Estas cifras demuestran una victoria amplia y clara. Sin embargo, cabe resaltar que la abstención fue de un 47%, cifra que no deja de ser lamentablemente significativa.

Como consecuencia de lo sucedido en este evento electoral, ha llegado un ambiente de confianza general, en especial en el sector empresarial, al inversor extranjero y nacional y de la clase dirigente empresarial.

Si hacemos un resumen de estas elecciones no solo ganó Duque, ganaron también el líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe, Gustavo Petro que si bien no alcanzó la victoria obtuvo más de 8.000.000 de votos y la Registraduría Nacional, que en menos de una hora de terminada la elección dio a conocer los resultados del certamen electoral además de haber logrado una jornada muy bien organizada y los medios de comunicación que manejaron con profesionalismo la información. Perdieron los partidos políticos y los dirigentes del voto en blanco, que si bien sacó un 4%, se esperaba que superara el 10%.

La elección del Presidente Duque con un amplio respaldo del pueblo colombiano nos llena de ilusión ante un gobierno que creemos puede estar a la altura de los desafíos que hoy tenemos. Sus primeras declaraciones fueron serias. Comunicó al mundo que pondrá toda su voluntad y esfuerzo a despolarizar a los colombianos. Reiteró su decisión de continuar consolidando la paz presentando iniciativas para su implementación y así mejorar el acuerdo, en el marco de la democracia y buscando ajustarlo a la verdad, justicia, reparación a las víctimas y a la no repetición. Y no podría ser de otra manera; sólo así será un acuerdo de Estado y por lo tanto sólido y duradero.
Inicia, entonces, el próximo 7 de agosto un nuevo gobierno, liderado por un hombre joven, capaz, independiente y serio -por lo que demostró en los debatas durante su campaña-. También se inicia un nuevo esquema de oposición, que se hará desde el Congreso, ya que el candidato perdedor será Senador de la República, como su fórmula a la Vicepresidencia será Representante a la Cámara. Lo preocupante es el anuncio hecho por Petro en el sentido que la oposición también la llevará a las calles.

Vendrán momentos difíciles por ejemplo en la relación con países amigos frente al gran incremento que se dio durante este gobierno en la siembra de cultivos ilícitos que pasaron de 40.000 hectáreas a 220.000. Tendrá que trabajar arduamente el nuevo gobierno en el descubrimiento de nuevos pozos petroleros ya que las reservas sólo alcanzan para los próximos cinco años. Y claro está, deberá buscar nuevas fórmulas de ingresos para poder asumir los pagos a la deuda, el costo de funcionamiento del Estado y la inversión social que es urgente hacer en distintas zonas del país.
Bienvenido señor Presidente Duque. Serán muchos los problemas que tendrá que resolver, pero confiamos en su inteligencia, preparación y la colaboración de la vicepresidente Martha Lucia Ramírez, quien cuenta con la disposición y experiencia que garantiza una buena gestión de gobierno.