Elecciones en Guatemala: ¿Una oportunidad perdida? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Domingo, 16 de Junio de 2019
Natalia Mariño*

ESTE DOMINGO son las elecciones presidenciales, legislativas y municipales en Guatemala, en las que se conocerá el sucesor del actual mandatario, Jimmy Morales, si no hay segunda vuelta. La corrupción, la judicialización de la política, la proscripción e incluso el narcotráfico, involucran a candidatos y permean unas comicios que podrían mejorar el rumbo del país, en medio de una economía estancada, una emigración que alimenta las caravanas que van en camino a Estados Unidos y la incertidumbre sobre el futuro de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).

Un panorama desalentador

Alrededor de 8 millones de personas están habilitadas para votar por alguno de los 21 candidatos presidenciales postulados para estos comicios. Punteando con un 22,6% en las encuestas, está Sandra Torres, por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Ella es la exesposa del expresidente Álvaro Colom y participa por su segunda vez como aspirante presidencial. Se teme que suceda lo mismo que en 2015, es decir, que pierda en segunda vuelta.

A Torres le sigue Alejandro Giammattei, del partido Vamos, con un 11,6%, su cuarta aspiración como candidato; y Roberto Arzú, hijo del expresidente Álvaro Arzú, que se postula en nombre del Partido de Avanzada Nacional (PAN). Luego está Edmond Mulet y en quinto lugar, vale la pena resaltar a Thelma Cabrera.

José Hernández, periodista del medio Plaza Pública de Guatemala, le explicó a EL NUEVO SIGLO que Cabrera es una candidata “del Movimiento por la Renovación de los Pueblos, es campesina, es indígena y ha tenido mucha relevancia por su participación de denuncia. Según encuestas recientes, su apoyo se concentra en el área metropolitana y eso es algo completamente atípico aquí en Guatemala, que gente del área urbana tenga la intención de votar por una mujer rural, es inédito”.

Además de estos cinco candidatos, también aparece Thelma Aldana, pero la Contraloría le negó su candidatura por supuestos delitos de peculado y falsedad ideológica. Analistas coinciden en que es una jugada de la oposición, porque durante su cargo como fiscal, junto al colombiano Iván Velázquez, comisionado de la Ccicig, lucharon contra la corrupción y juzgaron a empresarios y militares que respaldan el gobierno de Morales. Algo similar ocurrió con Sandra Torres, quien después de anunciar su candidatura, el Ministerio Público emitió una orden de captura en su contra, pero ya tenía inmunidad. “Hay una clara línea de que la condenan porque es la favorita. Dejan casi una fácil interpretación de hacia quienes responden estas entidades”, comentó Hernández.

Y esta situación se refleja en la imagen del actual Mandatario. Una de las más recientes encuestas de Cid Gallup reveló que, de las 1.747 personas encuestadas, el 40% respondió ni bien ni mal a la evaluación de labores del Presidente, el 22% las calificó como mal, el 20% muy mal y el 15% bien. Quienes desaprueban la gestión son principalmente hombres menores de 30 años y las personas con estudios formales. En general, los encuestados perciben que el país va por un rumbo equivocado.

Además de esta encuesta, los indicadores económicos y sociales no se muestran muy favorables. La inversión se desincentiva por factores como la corrupción, criminalidad e ineficiencia del gobierno. “Desde el punto de vista interno no hubo factores que dinamizaran la economía y más bien fueron factores externos como remesas y capitales que favorecieron”, afirmó Érick Coyoy, integrante de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes) en el Diario Prensa Libre. Las importaciones superaron las exportaciones en 2018 y no se promulgaron acciones concretas para mejorar la eficiencia fiscal.

En términos sociales, en cifras de los últimos tres años divulgadas en los informes del Banco de Guatemala, la pobreza total se ha mantenido en un 59,28%, situándose como uno de los países más desiguales y con mayor tasa de desnutrición infantil en América Latina. Así, mejorar las condiciones económicas se convierte en el principal motivo por el que emigran ciudadanos guatemaltecos, principalmente a Estados Unidos. Según Hernández, en charla con este Diario, no ha habido políticas que hayan permitido lograr un avance en los temas migratorios.

Y en aspectos judiciales y de transparencia, a principios de este año, Jimmy Morales anunció que no renovará el mandato de la Cicig, el cual llega hasta septiembre del presente año. Causa curiosidad que la mayoría de los procesos que ha manejado la Cicig, hayan sido contra los grupos empresariales y la cúpula militar, ambos detrás de Morales. “Ese monopolio de impunidad, que han tenido tradicionalmente en Guatemala, se ha venido quebrando y ahora hay muchos temerosos de lo que podría ocurrir, porque todos ellos saben que las investigaciones continúan”, expresó Velásquez, en entrevista con El País de España.

La salida

Como en todas las democracias, los votantes hacen la diferencia. De manera que, si la situación en Guatemala puede cambiar, una parte está en los electores, de informarse y acudir a las urnas. No obstante, el sistema en el país centroamericano parece estar tan permeado por intereses particulares que priman sobre los generales, que quienes pudieran cambiar el rumbo, emigran para buscar mejores condiciones para ellos y sus familias.

Internacionalista