EU: demócratas se enfrentan en debates presidenciales | El Nuevo Siglo
Anadolu
Miércoles, 26 de Junio de 2019
Agencia Anadolu

20 aspirantes a la nominación del opositor Partido Demócrata de Estados Unidos se preparan para subir al escenario los días 26 y 27 de junio, para participar de los primeros debates de precandidatos presidenciales y empezar a jugar sus cartas de cara a las elecciones del año que viene.

Se trata de un proceso largo de selección que llevará varios meses de campaña y dejará a la gran mayoría de los postulantes por el camino, hasta que en elecciones internas quede decidido quién será el abanderado demócrata que enfrentará en las urnas al presidente Donald Trump.

Los dos debates de esta semana son el primer paso de muchos. Pero despiertan una gran expectativa entre la dirigencia de Washington, los analistas y la prensa estadounidense, porque serán una oportunidad para empezar a ver las fortalezas y debilidades de los postulantes opositores, así como las estrategias que cada uno de ellos pondrá en juego en los próximos meses.

"Cada debate dura dos horas. Con diez candidatos sobre el escenario en cada ocasión, cada uno de ellos tendrá 7 u 8 minutos para hablar. No es mucho tiempo para pasar el mensaje y en esas condiciones los que tengan habilidad para improvisar tienen ventajas, mientras que los más experimentados corren el riesgo de perderse en los detalles en lugar de ofrecer respuestas concisas", señaló a la Agencia Anadolu el analista Seth Cantey, profesor de la Universidad Washington and Lee. Por eso "la mayoría de los candidatos intentará tener una o dos líneas memorables ya preparadas, con la esperanza de que eso los ayude a pasar al próximo debate", agregó.

Así, los encuentros serán una ocasión inmejorable para que el gran público comience a conocer a algunos de los precandidatos con menor exposición mediática y para que los propios postulantes avancen en la construcción de una base propia a nivel nacional. De hecho, esa búsqueda de apoyos que pueden resultar cruciales para avanzar hacia la nominación del partido es parte del atractivo que ofrecen los debates.

"Los debates son la primera oportunidad para que la mayoría de los candidatos de presente a un público nacional. Esto es muy importante para los que no tengan una reputación nacional, o sea para todos menos (el ex vicepresidente) Joe Biden y (el senador) Bernie Sanders", dijo a la Agencia Anadolu el analista político Max Paul Friedman, profesor de la American University, de Washington.

Los primeros dos encuentros, de un total de 12, tendrán lugar en la ciudad de Miami, Florida, y serán televisados en vivo a todo el país. De acuerdo con las reglas fijadas por el Comité Nacional Demócrata, participarán los precandidatos que alcanzaron más del 1% de apoyos en tres encuestas nacionales o donaciones de al menos 65.000 individuos y 200 donantes como mínimo en por lo menos 20 Estados de la unión.

Luego, los nombres de quienes calificaron -20 en total- fueron distribuidos por sorteo entre las dos noches de debates de esta semana, de manera equitativa, y quienes quedaron mejor posicionados en las encuestas ocuparán los lugares centrales en cada uno de los debates.

En la primera noche, el día 26, ese lugar central va a ser ocupado por la popular senadora Elizabeth Warren, de Massachusetts, y el ascendente ex legislador Beto O´Rourke, de Texas, a quienes acompañarán el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio; el senador Cory Booker, de New Jersey; el ex representante John Delaney, de Maryland; el representante Tulsi Gabbard, de Hawaii; el ex secretario de Vivienda Julián Castro; la senadora Amy Klobuchar, de Minnesota; el representante Tim Ryan, de Ohio, y el gobernador del Estado de Washington, Jay Inslee.

Según Cantey, Warren será la gran atracción, lo que es una ventaja pero también entraña riesgos. "Ha crecido en las encuestas y le pone presión a Sanders, pero su equipo sentirá la presión de tener que dominar el debate del miércoles a la noche, sobre todo porque sólo comparte el escenario con candidatos con más dificultades en las encuestas". Si la senadora de Massachusetts no aparece como la clara ganadora, "podría ver afectado el fuerte impulso que tiene en la actualidad", añadió.

La segunda noche, el jueves, tendrá como máximas estrellas al ex vicepresidente Biden y al senador Sanders, de Vermont. Junto a ellos subirán al escenario el alcalde Pete Buttigieg, de South Bend, Indiana; la senadora Kamala Harris, de California; la senadora Kirsten Gillibrand, de Nueva York; Michael Bennet, senador por Colorado; John Hickenlooper, gobernador de ese mismo Estado; el representante Eric Swalwell, de California; el empresario Andrew Yang y la escritora Marianne Williamson.

Esta última será probablemente la noche más atractiva, con varios de los pesos pesados del partido en escena, como Biden y Sanders, junto a figuras en ascenso como Harris, Yang y Buttigieg. "Biden caminará por una línea delgada", indicó Cantey. "Intentará mostrarle a la base demócrata que es un candidato progresista pero también el que más chances tiene entre todos los postulantes. Y Sanders buscará recuperar el impulso, ya que mostró una caída en las encuestas al tiempo que Warren crecía", completó.

Los observadores locales han resaltado, además, que estas alineaciones dejarán en evidencia las marcadas diferencias físicas que hay entre los postulantes, tanto en altura como en edad, lo que a su vez podría tener algún efecto sobre las preferencias de la audiencia. En buena medida, el éxito o fracaso de cada uno de ellos estará dado por su habilidad para lograr más tiempo en cámara y captar de esa manera la atención de los televidentes.

Por otra parte, un buen desempeño en esa difícil arena mediática puede resultar de gran utilidad de cara a la pelea mayor, en la elección general de noviembre del año que viene, cuando el rival a derrotar sea nada menos que el presidente Donald Trump, un verdadero especialista en la materia.