Uruguay busca ante Japón seguir a toda máquina | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Jueves, 20 de Junio de 2019

Con Édison Cavani y Luis Suárez encendidos, Uruguay buscar repetir el arranque dominante que tuvo ante Ecuador, vencer hoy en Porto Alegre a un juvenil Japón y avanzar anticipadamente a los cuartos de final de la Copa América de Brasil.

Los orientales del sur y los de Asia saltarán al campo del Arena do Gremio con misiones dispares.

La Celeste carga la responsabilidad y la experiencia de jugadores con mil batallas disputadas, ante un Japón formado en su mayoría por jóvenes que buscan sumar experiencia de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.

“Para salir campeones tenés que ganar a todos, en estos torneos cortos hay que ganar, jugando bien, jugando mal lo que suma son los tres puntos”, dijo el arquero uruguayo, Fernando Muslera, al ser consultado sobre las prioridades de la Celeste en el torneo.

Y ante Japón la cuenta es fácil, una victoria otorga el boleto a cuartos de final. La historia del máximo campeón de Copa América, con 15 títulos, y el presente de un equipo colmado de figuras exigen un triunfo.

Uruguay goleó 4-0 a Ecuador en el debut y llega al torneo con el cartel de haber sido el mejor suramericano en el pasado Mundial de Rusia-2018, cayendo en cuartos de final ante el campeón, Francia.

“Es muy importante continuar con esta ilusión, nos puede llevar a lo más alto”, aseguró el lateral Diego Laxalt al ser consultado por las aspiraciones de la Celeste.

Uruguay ganó, gustó y goleó ante Ecuador, pero en el fútbol cada partido es un mundo. El equipo de Oscar Tabárez debe evitar subestimar a un rival que llega de capa caída tras caer por 4-0 ante Chile, bicampeón vigente.

Son “jugadores muy jóvenes, muy dinámicos. Japón tiene esa virtud de ser dinámico hasta el final, más allá de la adversidad, y tenemos que estar atentos a todas las variantes”, que puedan presentar en el juego, señaló Muslera.

Con el respaldo de un arranque a puro gol, Uruguay llega al duelo ante Japón con un hombre menos en el plantel. Matías Vecino sufrió una lesión muscular y quedó fuera de la Copa América.

Para sustituirlo el ‘Maestro’ tendrá que elegir entre dos jóvenes mediocampistas: Lucas Torreira (Arsenal) y Federico Valverde (Real Madrid). El primero es seguridad de marca, el segundo aporta mayor pegada, pero en ambos casos las expectativas por su juego son altas.

El resto del equipo se recita de memoria, con una defensa consolidada liderada por Diego Godín y Josema Giménez y dos fieras en el ataque: Cavani y Suárez.

Para Muslera los delanteros del Barcelona y el París Saint Germain son los mejores del mundo: “los dos son en sus equipos los mejores y en la selección lo muestran cada año”.

Cavani anotó un golazo de tijera, rompiendo el maleficio de haber disputado otras tres ediciones de la Copa sin anotar, y Suárez se sumó a la fiesta anotando su gol 57 con la camiseta celeste.

Rendirse jamás

En tiendas japonesas aún retumban los gritos de gol de Chile, pero el equipo nipón promete dar pelea ante los charrúas.

“Tendremos en frente un equipo muy fuerte pero vamos a estar buscando la victoria”, aseguró el técnico de los Samurais Azules, Hajime Moriyasu, tras la goleada sufrida ante Chile.

Ante Uruguay, Japón buscará revancha y Takefusa Kubo, el ‘Messi japonés’, tendrá otra chance de mostrar su fútbol ante un público latino que celebra los jugadores de su tipo, habilidosos y cargados de osadía para esquivar piernas rivales.

Hoy en Porto Alegre (sur) el juego de uruguayos y japoneses hablará y comenzará a definir las posiciones en un Grupo C que completa su segunda fecha el viernes, con Ecuador frente a Chile.

Para Japón, la brújula sigue apuntando al norte y el capitán se niega a abandonar la ruta con la que zarpó. Lejos de naufragar por la goleada que le propinó Chile, Japón mantendrá ante Uruguay el rumbo de arropar a su nueva generación, que es más que el prometedor Takefusa Kubo.

Hajime Moriyasu sabía que navegar en los mares turbulentos de la Copa América con una base de juveniles y tres hombres de experiencia que nunca habían jugado juntos era una apuesta arriesgada. Y chocaron 4-0 con el primer iceberg que vieron en el horizonte: los bicampeones del torneo.

Las aguas saladas de Chile lo bañaron antes de que despertara del sueño de alzar el título en la segunda participación japonesa en la competición, como lo expresó apenas aterrizó en Brasil.

“Hay que reconocer una diferencia importante de claridad en el fútbol que presentamos”, dijo tras la derrota en el Morumbí de Sao Paulo.

Si hubieran anotado las varias oportunidades que tuvieron, seguramente hoy las velas estarían levantadas.

Pero apretó con más fuerza el timón y se negó a abandonar en botes salvavidas a los prospectos nipones, de quienes destacó su talento y “espíritu de lucha” pese a promediar los 22 años de edad y tener la mira fijada en los Olímpicos de Tokio-2020. “Hasta el último minuto luchamos... esperamos que sigamos así”.

En la tripulación del subcampeón de Asia hay un marinero especial. La resonancia de su nombre paseó por los cinco océanos. Takefusa Kubo fue anunciado la semana pasada como nueva contratación del Real Madrid, que lo considera una de las mayores promesas del fútbol mundial.

Contra una embarcación de envergadura como Chile no bastan los chispazos. Y la marina de los Samuráis Azules tuvo regularidad con un tripulante desconocido en las profundidades sudamericanas.

El 10 nipón, Shoya Nakajima, dio gala de habilidad, velocidad y talento. En su debut con la absoluta, el hombre del Al-Duhail de Catar se perfiló como una posibilidad real de refuerzo para la pesada de Japón. De su capacidad pueden dar fe Isla o Charles Aránguiz, a quienes hizo sentir sensaciones de naufragio.

Alrededor de Nakajima hubo otros hombres destacados, como el central Daiki Suga (Hokkaido Consadole Sapporo), el volante defensivo Naomichi Ueda (Círculo de Brujas/BEL) y el atacante Daizen Maeda (Matsumoto Yamaga), que le quitó el puesto al experimentado Shinji Okazaki.

En el horizonte ya se vislumbra otro témpano, quizás más filoso y destructivo que el de Arturo Vidal y Alexis Sánchez. El Uruguay de Óscar Washington Tabárez que hizo trizas 4-0 a Ecuador en el debut del Grupo C, con sus temibles Luis Suárez y Édison Cavani.

“Tenemos que mejorar la calidad de nuestras decisiones y jugadas cuando el ritmo del partido está en un nivel alto, pero si podemos ser más críticos en el último tercio todavía podemos competir en este nivel”, señaló Moriyasu.

Una derrota en Porto Alegre hoy los obligaría, prácticamente, a alzar anclas y regresar a aguas japonesas, adonde entrarían con la preocupación de una eliminación prematura pero con una generación nueva recargada para intentar bañarse de oro en los Juegos Olímpicos.