"Buscamos alejar el populismo con alternativas serias" | El Nuevo Siglo
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Domingo, 28 de Junio de 2020
Redacción Nacional

“Para las elecciones del año 2022 pretendemos contar con la más completa visión de país que jamás se haya construido en la época republicana para alejar el populismo del poder mediante alternativas serias, posibles y loables”.

Así explicó el abogado Rodrigo Pombo Cajiao en qué consiste la Visión Colombia 2022, subrayando que “es una iniciativa no electoral”.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué es Visión Colombia 2022?

RODRIGO POMBO CAJIAO: Es una iniciativa no electoral. Es un proyecto que aglutina a distintas personas y centros de pensamiento con el propósito de construir y proponerle a la Nación una visión de país a 200 años, vista, concreta y coherente, que permita articular, armonizar e informar las políticas públicas estructurales que necesita Colombia para lograr el desarrollo. De esa manera proponemos alternativas y opciones pragmáticas que le puedan hacer exitoso frente a las tesis populistas, siempre tan vagas, oportunistas, coyunturales, mediocres y superficiales. Para las elecciones del año 2022 pretendemos contar con la más completa visión de país que jamás se haya construido en la época republicana para alejar el populismo del poder mediante alternativas serias, posibles y loables.

ENS: Si es un proyecto político no electoral, pero proyecto, al fin y al cabo, ¿qué profesan?

RPC: Defensa irrestricta del sistema democrático de gobierno, de los valores republicanos, del Estado de Derecho, de las libertades personales, así como del sector productivo y la iniciativa privada dentro de una economía de mercado, tan vituperados por estos días. Con esas herramientas le declaramos la guerra a la pobreza, a la inequidad, a la criminalidad y a quienes ven en la naturaleza tierra fértil para la destrucción.

ENS: Dice usted que son muchas personas, centros de pensamiento, etc. ¿Quiénes hacen parte del proyecto?, ¿por qué no crear un tanque de pensamiento para ese propósito?

RPC: Porque creemos en la fuerza de la empatía, transformada en trabajo en equipo eficaz y complementario. Esa es la humildad que tanto necesitan este tipo de iniciativas. No creemos en el mito fundacional según el cual “si no lo invento yo y no es una iniciativa mía, no funciona”, concepción tan propia del individualismo egoísta y elemental. Por eso el proyecto aglutina a la Corporación Pensamiento Siglo XXI, a las fundaciones Nueva Democracia y Derecho Justo, a los centros de pensamiento Libertank de Medellín y Juan de Lugo de Cali y trabajamos de la mano con Atlas Network de Estados Unidos y el Instituto de Ciencia Política y el conglomerado, Mejor No.

ENS: Pero, ¿no cree usted que esa iniciativa caerá en una publicación más de las tantas que se han hecho en Colombia y que hacen diagnósticos y propuestas de la mano de las plumas más autorizadas?

RPC: El valor agregado y distintivo de este proyecto es su grado de concreción. Tomamos infinidad de estudios y diagnósticos de un vastísimo conocimiento colectivo nacional, lo ponemos en blanco y negro y construimos una visión de país reflejada en una Constitución Política soñada que, como ejercicio académico, permita aterrizar iniciativas claras que no embauquen a la gente.

 

Constitución

 

ENS: ¿Una Constitución Política soñada? Es decir, no es un libro más de galería sino todo un diseño institucional del país. ¿Cómo es eso?

RPC: ¡Exactamente! Estamos convencidos que no hay buenos programas de gobierno allí donde no hay una visión de país clara, medible, explicable y cotejable. Y la mejor manera de recoger tal visión es mediante la exhibición de un texto hipotético, conceptual pero pragmático, que permita estudiar en detalle en qué consisten y de qué se tratan tales propuestas. Todo lo demás, en cierta medida, es carreta. Terminan siendo propuestas coyunturales que suelen tener un tufillo de oportunismo, las más de las veces impulsadas por intereses electorales, partidistas, económicos y hasta criminales.

ENS: ¿Y ya tienen la propuesta? ¿La gente la puede consultar, discutir y criticar?

RPC: ¡Pero claro! Es corta y precisa, consta de 320 artículos, recoge y refuerza abiertamente y sin eufemismos, el espíritu de la Constitución de 1991 y contiene novedosísimas tesis en todas las materias. Llevamos presentándola y poniéndola a prueba desde el 18 de enero de 2018 para que académicos, políticos, empresarios, sindicalistas, exmiembros de la Fuerza Pública, jóvenes universitarios, centros de pensamiento etc… la comenten, la complementen, la critiquen. Total, construimos un diálogo permanente, no en abstracto, sino que gire en función de una visión de país lejana a las entelequias y a los puntos comunes sin mayor sentido y contenido. Acá debatimos concretamente la visión y el libreto de cómo hacerlo. Todos dicen querer salir de la pobreza, romper la inequidad comunitaria, acabar con la injusticia, profundizar la descentralización, apiadarse de los millones de inmigrantes, respetar el equilibrio ecológico, pero son casi inexistentes las propuestas que acuden al cómo, esto es, a la manera concreta y específica para conseguirlo. A eso nos dedicamos nosotros. De hecho, todas nuestras publicaciones, nuestros escritos, nuestras conferencias y simposios, nuestros proyectos de ley, nuestras intervenciones judiciales, absolutamente todo lo que hacemos, cualquier persona lo puede consultar libremente en “www.visioncolombia2022.com”

ENS: ¿Qué cosas novedosas que recoja la visión de país puede resumirnos en esta entrevista?

RPC: 1. Creer en un sistema moderno de la economía de mercado donde los empleados hagan parte activa del sector productivo a través, por ejemplo, de participar en las juntas directivas de las empresas bajo el principio de que el empleado y el empleador no son enemigos sino personas con los mismos intereses. Un ecosistema productivo en donde la formalización laboral sea la meta y se alimente del uso de las nuevas tecnologías entendidas como un servicio público esencial.

2. Nos la jugamos por acentuar la descentralización permitiéndoles a las entidades territoriales imponer sus propios tributos.

3. Adoptamos toda una teoría de la capitalidad rotando la capital de la República periódicamente.

4. Reformamos la justicia casi en su integridad dándole paso al concepto de justicia comunitaria para romper la morosidad e ilegitimidad de la administración de justicia.

5. Rompemos paradigmas ancestrales como el del castellano como idioma oficial para darle cabida a otras lenguas como las indígenas, palenqueras o el inglés.

En fin, son tantas y tan variadas las iniciativas que nos quedaríamos acá toda la tarde comentándolas.