Colombia apuesta al “plasma convaleciente” para combatir Covid | El Nuevo Siglo
Foto archivo Anadolu
Miércoles, 3 de Junio de 2020
Aunque estudios similares ya se realizan en otros países, en Colombia el Invima le aprobó a un equipo científico-médico una investigación específica que está en primera etapa de pruebas

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HAY CENTENARES de investigaciones en la frenética carrera global por encontrar un tratamiento o una vacuna contra el Covid-19. Colombia, reafirmando que juega en las grandes ligas de la salud pública, no es ajena a esa cruzada global y acaba de dar un paso importante con un proyecto esperanzador: el plasma convaleciente. Es una técnica que, en palabras sencillas, busca utilizar componentes sanguíneos de quienes han sufrido y superado determinada enfermedad, para la creación de anticuerpos que ayuden en el proceso de curación o de inmunidad de otras personas que padezcan la  misma patología.

Si bien dichos estudios están avanzados en otras partes del mundo, como en Alemania o en Italia, en donde el tenor Andrea Bocelli en días pasados informó que padeció el coronavirus y donó su plasma para el tratamiento de convalecientes, en Colombia es un programa pionero.

Vale recordar que los estudios con plasma de convalecientes son de vieja data, específicamente cuando en 1918 el mundo enfrentó la gripe española. Posteriormente se realizaron para otras enfermedades infecciosas con el ébola y el SARS.

El viernes pasado, el Invima dio el visto bueno para que un equipo interdisciplinario médico-científico universitario y de entidades de salud, realice el protocolo y el desarrollo del estudio PC-Covid-19, un nuevo frente de lucha contra este inédito y letal virus.

El médico Juan-Manuel Anaya, de la Clínica del Occidente, es el investigador principal del equipo de médicos, epidemiólogos y biólogos, que estudia el tratamiento con plasma como una alternativa que podría ser la cura para personas con el coronavirus. El tratamiento se realizaría en pacientes que sean catalogados como leves o moderados.

De ser exitosa la investigación y de comprobarse su efectividad, se reduciría el número de personas infectadas en las unidades de cuidados intensivos y se facilitaría el manejo epidemiológico sustancialmente.

Según Anaya “el tratamiento con plasma de convalecientes para pacientes con Covid-19 es el más esperanzador de todos los que se investigan actualmente”.

El proceso

Agregó que para comprobar el éxito del tratamiento se tendrá que tratar a un grupo de 90 pacientes para poder hacer un análisis correcto. “Se trata de un estudio controlado, es decir compararemos la eficacia del plasma de convalecientes contra otro tratamiento. Así sabremos si en realidad es útil o no. En el laboratorio evaluaremos la respuesta inmune de todos los pacientes”, afirmó.

En cuanto a los potenciales donantes de plasma, deberán ser pacientes recuperados de Covid-19 que, luego de 14 días de haber sido curados, quieran participar voluntariamente y tengan dos pruebas moleculares negativas para coronavirus. “Es importante destacar que el donante no puede ser portador del virus pues si bien todos los pacientes generan anticuerpos, no pueden tener la enfermedad activa para participar del ensayo clínico”, explica Anaya.

En cuanto al perfil del receptor del tratamiento este debe ser un paciente con el virus, mayor de 18 años y menor de 60, sin enfermedad adicional y que esté hospitalizado, pero no en unidad de cuidados intensivos. Su participación en el estudio debe ser voluntaria. En función de los resultados el Ministerio de Salud y Protección Social podría optar por hacer una recomendación, bien a favor o en contra. El grupo PC-Covid-19 ha insistido en que esta iniciativa debe ser nacional, institucional y pública. Es decir, gratuita, aclaró el jefe del equipo investigador.

 ¿Qué pasa con los anticuerpos?

Investigaciones recientes han mostrado que los pacientes que se recuperan desarrollan anticuerpos que tienen la capacidad de neutralizar el virus y controlar la respuesta inmune exagerada que presentan los pacientes en etapas activas de la enfermedad.  Por esta razón se ha considerado que tomar el plasma de los pacientes recuperados, llamados convalecientes, sería una alternativa para tratar a los pacientes todavía enfermos.

“Este no es un tratamiento nuevo, fue utilizado previamente para luchar contra la gripe española en 1918 y contra otras enfermedades infecciosas. Lo original de nuestra propuesta es la utilización del plasma en pacientes que estén hospitalizados pero no críticamente enfermos. Es decir, utilizar el plasma tempranamente, con la esperanza de que los pacientes se recuperen sin tener secuelas de la enfermedad o evitarles que progresen e ingresen a cuidados intensivos”, afirmó el doctor Anaya.

Rubén Manrique, director de Investigación e Innovación de la Universidad CES, otro de los coordinadores del proyecto, explica que se busca “una descarga de anticuerpos en su máximo nivel. Lo importante es que las personas que se recuperen tengan una buena cantidad de anticuerpos para poder ayudar a otro paciente”.

Este es un estudio de rigor científico que está dando sus primeros pasos y que, de comprobarse su efectividad, podría disminuir la estancia hospitalaria, el uso de unidades de cuidados intensivos y facilitar el retorno laboral.

Como se sabe, en este coronavirus en el 80% de los casos las personas presentan una enfermedad leve o son asintomáticas; pero el 20% puede verse afectada gravemente. Los factores que hacen que las personas infectadas se tornen críticas se investigan actualmente. Sin embargo, la edad adulta y padecer otras enfermedades, tales como la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad, son factores de riesgo de enfermedad grave.

Vale aclarar que las características del sistema inmune también influyen en el Covid-19, ya que es una infección viral y una enfermedad inmune. En efecto, explica el experto, en las personas que progresan hacia una enfermedad grave, el sistema inmune se comportaría de manera paradójica: la primera línea de defensa, conocida como la respuesta inmune innata, no funcionaría; pero la segunda línea, conocida como la respuesta inmune adaptativa, respondería de manera exagerada, produciendo muchas sustancias inflamatorias. 

El equipo interdisciplinario de este proyecto sobre plasma convaleciente, que acaba de recibir una inyección económica del grupo ISA, lo integran, además de Anaya, otros dos médicos de la Clínica de Occidente, así como investigadores del Centro de Estudio de Enfermedades Autoinmunes (Crea) de la U. del Rosario en Bogotá; de la Universidad CES de Medellín; del Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (Idcbis), de Bogotá; de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (Fucs); y de Servicios y Asesoría en Infectología, de Bogotá.

La iniciativa tiene dos etapas de desarrollo científico: prueba piloto que dura cerca de 28 días, y un estudio clínico comparado que se desarrollaría en un año, aproximadamente. La primera de estas inició hace una semana con 10 pacientes en Bogotá y Medellín, y en la próxima se ampliará dicho universo a 80 más. Así ya hay seguimiento sobre los efectos del plasma, que comienzan a verse a los 5 días, a quienes ya se les aplicó. Sin duda, una esperanza en la lucha contra el coronavirus de la comunidad científico-médica colombiana.