Semestre más duro desde la elección de gobernadores y alcaldes | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 3 de Junio de 2020
Redacción Política
Nunca antes los gobernantes territoriales se habían visto enfrentados a una situación tan grave por los efectos sanitarios, sociales y económicos del Covid-19 

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El mundo está esperanzado en que en los próximos meses esté lista la vacuna contra el Covid-19 y cese así la mayor emergencia sanitaria y coletazo económico de las últimas décadas.

No obstante, para los 32 gobernadores y 1.103 alcaldes colombianos el desbarajuste social y económico que ha provocado la pandemia será una huella que no se borrará en los tres años y medio de mandato que les restan y que, sin duda, le cortará vuelo a varios de los propósitos de desarrollo que tenían cuando comenzaron.

No se exagera al decir que este es el semestre más difícil para cualquier gobernador o alcalde desde que se instauró la elección popular en el país, en el caso de estos últimos en 1988. Por la crisis sanitaria han tenido que reorientar los planes de desarrollo que presentaron a las asambleas y concejos, redirigir recursos de destinación específica a poder entregar mercados y otras ayudas humanitarias y subsidios a la población más necesitada durante la cuarentena, que inició el pasado 25 de marzo y se extenderá, por ahora, hasta el próximo 1 de julio.

Los alcaldes, especialmente los de ciudades capitales, han destinado cuantiosos recursos para la implementación de camas en UCI y la adquisición de ventiladores, aunque en esto el Gobierno nacional también ha hecho sus aportes.

A ello se suma que si bien las administraciones regionales necesitan urgentemente recursos, los que obtienen por impuestos en la mayoría de los municipios empezarán a llegar hasta octubre porque se han aplazado los pagos, teniendo en cuenta la difícil situación económica de la mayoría de ciudadanos por la cuarentena.

Opinan gremios regionales

El director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Carlos Camargo, explicó a EL NUEVO SIGLO la manera como los mandatarios afrontan esta crisis. “Están haciendo el mejor esfuerzo a pesar de las adversidades. En medio de la emergencia y de los procesos de contratación que les toca adelantar en el marco de la urgencia, están buscando la manera de acertar, buscando contratistas idóneos, pero sobre todo realizando los correspondientes estudios de mercado para poder soportar todas las contrataciones que adelantan”.

Agregó que “esta pandemia y la circunstancia excepcional que se nos ha presentado, conllevará que haya cambios y ajustes a través de los tres años y medio que restan de periodo de los actuales mandatarios, para que haya replanteamiento de inversiones, replanteamiento de prioridades. En septiembre del año anterior, cuando inscribieron sus candidaturas, había unas necesidades, ya hoy son otras las prioridades e inversiones, que hay que focalizarlas”.

Por su parte el director ejecutivo nacional de Fenacon (Federación Nacional de Concejos), Édgar Alberto Polo Devia, dijo a este Diario sobre la crisis que “en un 90% creemos que se ha manejado de manera correcta, de una manera adecuada; el otro 10% son lunares que siguen existiendo en la administración pública. Siguen existiendo actos de corrupción, aprovechan la época de pandemia y los decretos que ha expedido el Gobierno para hacer sus pilatunas”.

En cuanto a los programas de gobierno dijo que hay un aspecto para destacar y es que “muchos de los alcaldes habían alcanzado a cumplir con los términos antes de que se decretara la urgencia manifiesta en toda Colombia, y estaban muy avanzados en la elaboración de sus planes de desarrollo. Razón por la cual muchos lograron radicarlo a tiempo ante los concejos municipales para su aprobación”.

No obstante, dijo, “encontramos que muchísimos alcaldes, casi un 50%, no habían cumplido con los tiempos para la conformación y elaboración de los planes de desarrollo, como los consejos territoriales de planeación, como hacer las concertaciones con las comunidades y con los diferentes gremios. Eso causa traumatismos de las administraciones, muchos de estos alcaldes no van a alcanzar a cumplir sus planes de desarrollo y sus programas de gobierno”.

En tanto que Fernando Flórez Espinosa, gerente de la RAPE Región Central (Bogotá, Huila, Tolima, Cundinamarca, Boyacá y Meta), dijo a este Medio que “han sido importantes las determinaciones oportunas que han venido tomando todos los mandatarios de la Región Central, y eso obedece a ese diálogo que ha existido siempre entre los socios de la Región Central”.

Añadió que las dificultades que se han presentado en Colombia y otros países por la pandemia “han sido atendidas oportunamente y donde hemos visto también que unos han salido más damnificados que otros. El caso, por ejemplo, de Bogotá que tiene un músculo administrativo y financiero muy importante, y a pesar de las dificultades “muestra cómo paulatinamente puede ir saliendo de estas afugias”.

Agregó Flórez que hay departamentos como Huila, Meta y Tolima, “que también en su medida lo han hecho muy bien, igualmente como Boyacá y Cundinamarca”.

En cuanto a lo que viene consideró que “individualmente no se puede salir con mayor facilidad de la crisis en la que vivimos, pero si se hace alrededor de los cinco departamentos y la capital de la República, va a ser más fácil la recuperación”. 

Aprender de la crisis

El presidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado, Efraín Cepeda, dijo a este Diario que “en su mayoría los mandatarios regionales han asumido el reto con sus propios recursos y con las herramientas de los decretos del Gobierno nacional, en el sentido de ampliarles la posibilidad de liquidez, como los recursos de Fonpet regionales y otros. Todos ellos los veo actuando con responsabilidad, con el celo de proteger a su gente. Por supuesto que hay asteriscos y son los entes de control los que nos podrán decir cuáles se han equivocado y cuáles se han aprovechado de la situación”.

En cuanto al futuro el senador conservador dijo que “si no aprendemos de esta crisis es un tiempo perdido, creo que van a salir muchos aprendizajes como el teletrabajo; en la educación superior tenemos que insistir en la virtualidad: y creo que ahí ahorramos muchos recursos porque los mandatarios se han acostumbrado a hacer reuniones con el Gobierno nacional”.