España: conservadores alertan sobre cambio de régimen | El Nuevo Siglo
EL presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una sesión de control político en el Congreso de Diputados español, por su decisión de indultar a separatistas catalanes
Foto Europa Press
Lunes, 21 de Junio de 2021
Redacción internacional

EL indulto que este martes concederá el gobierno socialista español de Pedro Sánchez a nueve independentistas no convence a nadie y dispara las alarmas políticas en torno a las líneas rojas que ese Ejecutivo podría cruzar con el único objetivo de mantenerse en la Moncloa.

Que la medida de gracia para los nueve políticos catalanes del llamado ‘procés’, es decir aquellos que fueron condenados no solo por organizar el referendo independentista ilegal en 2017 sino por declarar la independencia de dicha región autónoma recibiera el rechazo de la oposición conservadora, tanto por sus veladas razones como por sus implicaciones era obvio. Lo que no, es que los propios independentistas la tildaran de “teatro” y “propaganda” electorera del gobierno Sánchez.

Las medidas de gracia que concederá Sánchez, cuatro años después del desafío independentista ahondan la polarización política en España y ponen en riesgo tanto su unidad como soberanía. Y si bien el jefe de gobierno ha dicho que el país es y será indivisible, la oposición ha alertado sobre la posibilidad de mayores concesiones a los nacionalistas para granjearse el apoyo que necesita -de esas formaciones en el Congreso- para seguir en el poder.

Los dirigentes “populares” (conservadores), encabezados por Pablo Casado han señalado que “Sánchez está entregando España a los nacionalistas” y lo acusan de promover “una medida de gracia para dar un golpe de gracia a la legalidad".

En el Congreso, Casado aseguró que el líder socialista quiere “blindar un segundo procés” y que su anunciado nuevo proyecto país es en realidad un “cambio de régimen” que continuará con la instalación de una mesa para conceder la amnistía y, posteriormente, reformar el concepto del delito de sedición, ese por el cual cumplen condenas de entre 9 y 13 años los catalanes que hoy serán indultados.

Agregó que esos ‘perdones’ son otro paso más de Sánchez en esa dirección y que con ello “no sólo destruye las bases del sistema de convivencia" sino que "desarma al Estado" con varias "iniciativas letales". Entre ellas, arguyó, están estos “indultos trampa”, a los que así determinó porque se otorgan no solo sin que exista arrepentimiento alguno, sino porque no impedirá que los nacionalistas catalanes insistan en su proyecto de independizarse.

El líder de los conservadores españoles enfatizó que Sánchez está incurriendo en un "desacato a la legalidad", porque las decisiones del Poder Judicial (condenas del Tribunal Supremo) deben prevalecer y un "desfalco a la soberanía”, que reside en el pueblo español.

Vale recordar que, convocados por los conservadores del PP y otras formaciones de derecha, miles de personas salieron el pasado 13 de junio a las calles para protestar contra estos indultos otorgados por Pedro Sánchez y que son rechazados por la mayoría de los españoles, el 53%, según un sondeo de Ipsos de la semana pasada. En el mismo (realizado a mil personas), el 29% está a favor y el 18% no tiene opinión al respecto, destacándose que son los jóvenes los que mayoritariamente están en contra de esos “perdones”.

La reelecta presidenta de la Comunidad de Madrid, y ascendente figura del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso dijo que la medida de gracia que hoy se concede a nueve independentistas catalanes es ilegal, inconstitucional e incluso "inmoral".

Por su parte, el ultraderechista Vox, a través de su portavoz, Jorge Buxadé, aseguró que “Sánchez vuelve a arrodillarse ante el golpismo, el separatismo y la barbarie” y advirtió que el nacionalismo catalán los interpretará como “una debilidad del Estado”. Es por ello, anticipó, que esa formación política pondrá en marcha una serie de medidas judiciales en las que incluirá a todo el Gobierno para impugnarlos.


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Y, la otra formación de la derecha española, Ciudadanos, tras expresar su público rechazo a la decisión del gobierno de Madrid dijo que la misma llevará al ‘reencuentro’ de los ciudadanos, como lo argumenta Sánchez, sino al de los golpistas con su proyecto que no va a parar y que “pisotea los derechos de la mayoría de los catalanes”.

Así lo expresó su líder Isabel Arrimadas, quien recordó que Sánchez prometió en campaña no otorgar indultos a los independentistas y que, su reversa en tal sentido, obedece a su necesidad de sumar apoyos en el Congreso para seguir en la jefatura del gobierno.

Catalanes, inconformes

Y contrario a lo esperado, los indultos también fueron criticados tanto en las filas del socialista Psoe (el partido gobernante) como en las de las formaciones políticas catalanas a las que pertenecen los nueve que hoy recibirán tal beneficio, que les devolverá la libertad.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, sostuvo que los indultos a los presos del también llamado 1-0 son “una solución `parcial e incompleta” y que si bien posibilitarán un diálogo con el gobierno de Madrid no solucionarán la crisis política con Cataluña.

"Los indultos no dan la cobertura ni son la solución a la causa general contra el independentismo, que va más allá de los 9 presos políticos. Nuestra propuesta, la del Govern y la que genera más consenso es la amnistía y buscar una solución al conflicto catalán”, sostuvo Aragonés, al tiempo que insistió en que la lucha es por el derecho a la autodeterminación para que “los catalanes puedan votar en un referendo sobre su independencia”.

También formaciones nacionalistas como Esquerra Republicana (ERC), Junts, PDeCAT y la CUP criticaron a Sánchez, acusándolo de hacer “teatro” y “propaganda” con los anunciados indultos, al tiempo que le advirtieron que se mantendrán en ‘pie de lucha’ hasta conseguir una amnistía, cuyo proyecto ha sido rechazado en dos ocasiones. Sin embargo, ahora lo promoverán con el respaldo de más de 200 mil firmas ciudadanas.

Y aunque a regañadientes admiten el valor de la medida de gracia, sobre todo para los nueve beneficiados, insisten en que la solución al conflicto “solo puede venir de la mano de la amnistía y del derecho de autodeterminación”, tal cual expresaron en diversos actos sus respectivos voceros.


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“Los indultos no son el final de nada…El Psoe piensa que los indultos pueden ser el principio de la pacificación, pero los independentistas no lo creen porque no son una solución colectiva a la cuestión de fondo en Cataluña”, manifestó desde la dirigente de la CUP, Mireia Vehí.

Los argumentos de Sánchez

Aunque desde hace días se conocía la decisión del gobierno español, ayer Pedro Sánchez la oficializó en la conferencia “Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España', en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, donde, fue abucheado y escuchó los gritos de: independencia, República catalana, amnistía, libertad y viva la tierra.

"Reconciliación" y “un paso útil para la convivencia” fueron los argumentos que esgrimió el líder socialista para conceder el indulto a los nueve separatistas catalanes encarcelados y que, vale aclarar, no cobija al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont ni a los exconsejeros Antoni Comín y Clara Ponsatí, quienes residen en Europa y gozan de inmunidad como europarlamentarios.

Sánchez explicó que "aun comprendiendo los motivos del rechazo" a la medida por parte del separatismo más radical y la oposición de derecha, su gobierno "ha optado por abrir paso a la reconciliación y al reencuentro…Con este acto sacamos materialmente de la cárcel a nueve personas, pero sumamos simbólicamente a millones y millones de personas para la convivencia. Es el primer pasado para el proyecto de reencuentro y concordia que busca superar el conflicto”, insistió.

De igual arguyó que este es el momento de hacerlo porque ya ha acabado la vía judicial con la sentencia firme del Tribunal Supremo (TS), porque el Gobierno está obligado a tramitar las peticiones de indultos y porque cree que la pandemia ha transformado la sociedad: "Nos ha recordado hasta qué punto nos necesitamos los unos a los otros".

Y, finalmente expuso que la medida de gracia que concederá a los nueve independentistas tiene “plena legalidad y absoluta constitucionalidad”.

Así recordó que los indultos están recogidos expresamente en el artículo 62 de la Constitución: "Es una figura necesaria en determinados momentos, ni cuestiona ni revoca ninguna sentencia firme condenatoria, se trata de otro plano, ya no judicial".

Y, tras admitir que el indulto no servirá para que los políticos presos dejen de aspirar a la independencia, ni los nacionalistas abandonen dicho proyecto, les advirtió de que "no por fuera de la legalidad democrática no hay espacio para la política".

Según Sánchez, no se trata de predecir las consecuencias, ni de anticipar el comportamiento de unos y otros en el tablero del juego político, sino de "ofrecer a la ciudadanía una ruta abierta por donde caminar, donde podamos avanzar juntos". Y eso fue lo que definió como “un nuevo proyecto de país” que, como lo reseñamos anteriormente, es considerado por la mayoría de los españoles como un “cambio de régimen”.