En el relevo gubernamental hay una despedida muy particular para el Gobierno saliente, porque más de 2 millones de pensionados vieron frustrados sus propósitos de vida, esperando soporte más para subsistir ellos y sus familias.

Y celebran la ida con brindis amargo, tras desgano de la administración Santos, a peticiones que fueron avaladas por el Congreso y ratificadas sin objeciones por la Corte Constitucional, para que se aplicarán reconocimientos para afianzar la reforma pensional.  

Los beneficios como reducción de ocho puntos en el aporte obligatorio a salud cada mes y la posibilidad de aplicar una nueva escala en el valor de la mesada mensual, fueron descartados en varias declaraciones oficiales.

La propuesta tuvo oposición durante los dos últimos años del Gobierno saliente, junto con Fedesarrollo, Anif y Asofondos, tres tribunas, supuestamente dedicadas al análisis.

Es reiterada la oposición de esas entidades, al emitir concepto económico en temas de trascendencia; Los tres gremios, siempre rechazan alivios o reducción de cargas al ciudadano; Así defienden a sus afiliados, con clara muestra de negocio privado, más que de análisis objetivo.

“Reducir aportes de pensionados significaría desajustes de financiación en los dos sistemas pensionales vigentes.”, según afirmaron. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, apoyó el argumento, al sostener que reducir aporte en salud del 12 al 4 por ciento, representaría billonaria suma, que la nación no tiene.

Es el espejo utilizado, cuando se plantean iniciativas sobre finanzas públicas y presupuesto de la Nación; ocultan multimillonarias pensiones que se pagan a exmagistrados, excongresistas, exministros y exdiplomáticos en embajadas y organismos internacionales.

La ciudadanía confía en que el relevo de Gobierno reciba el influjo joven y mente fresca de Duque, con buen equipo ejecutivo, frente a focos sociales, como salud, educación, empleo, salarios y pensiones.

Y es inaplazable la reforma pensional, que a juicio de expertos analistas quienes hace no menos de diez años sugieren establecer escala pensional con recortes desde arriba, no por abajo.

Es trabajo que requiere una - Comisión Especializada para Asuntos Sociales- sobre los cuales, la implementación podrá hacerse de manera dosificada para evitar sobresaltos en presupuesto de la Nación, pero con resultados graduales.

Se trata es de que se vea el trabajo gubernamental que millones de personas esperan para convalidar el esfuerzo oficial al responder a la ciudadanía.

No se trata de sembrar proyectos sobre reforma pensional, sino abrir camino para que los ajustes de la misma, con gradualidad, acelerarían resultados para los beneficiados; y el Gobierno, abriría espacio para las otras urgencias esperadas.

No es una gestión fácil, pero fórmula equitativa puede encontrarse, con diálogo de contenido, evitando filtración de quienes instigan paros o sabotajes, en lugar de sostener acuerdos con la razón y sin confrontación.