Homicidios, flagelo en A. Latina | El Nuevo Siglo
Lunes, 22 de Julio de 2019
  • La región con más asesinatos en el mundo
  • Colombia y el aumento registrado en 2018

El Estudio Mundial sobre el Homicidio 2019, revelado hace dos semanas, evidenció que más de 464.000 personas en todo el planeta fueron víctimas de homicidio en 2017, superando con creces las 89.000 personas que murieron en conflictos armados en el mismo período.

De acuerdo al informe, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la cantidad de personas que sufrieron una muerte violenta como consecuencia de un homicidio aumentó en el último cuarto de siglo, pasando de 395.000 en 1992 a las ya referenciadas 464.000 en 2017. Aun así, considerando que la población mundial ha aumentado a un ritmo más rápido que el incremento de las víctimas de homicidio registradas, el riesgo general de ser asesinado por homicidio ha disminuido de manera constante. Por lo mismo, la tasa mundial de homicidios, que se mide como la tasa de víctimas por cada 100.000 personas, disminuyó de 7,2 en 1992 a 6,1 en 2017.

Sin embargo, la caída en la tasa de asesinatos todavía está lejos de la meta que se requiere para cumplir uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a 2030. De allí que es urgente profundizar sobre las causas de los homicidios, sobre todo por la incidencia de muertes por motivos de género, la violencia entre pandillas y otros desafíos delictivos comunes u organizados.

Por ejemplo, según el informe la delincuencia organizada fue responsable del 19% de los homicidios en 2017. Incluso, una de las conclusiones más impactantes del estudio es que desde el comienzo del siglo XXI estas mafias han causado la muerte de un número de personas igual al de todos los conflictos armados del mundo. No es un hecho menor, ya que la delincuencia organizada desestabiliza a los países, mina el desarrollo socioeconómico y erosiona el Estado de Derecho, según la agencia de la ONU.

Uno de los elementos más preocupantes sobre la tasa de homicidios promedio en 2017, es que la del continente americano (17,2) fue la más alta registrada en la región desde 1990, por encima de la africana (13) y las de Asia, Europa y Oceanía.

En cuanto a América Latina la situación es muy variable, ya que mientras en la región central tiene una tasa de 25,9, la sur está levemente por encima de 24 y la Caribe se convierte en la menos violenta en este aspecto, con una tasa de 15,1. Es decir, que esas tres subregiones tienen las tasas más altas de homicidios en todo el mundo. El Salvador (62,1), Venezuela (57), Jamaica (57) y Honduras (41,7), son los países en donde se producen más asesinatos por cada 100.000 habitantes.

Colombia, de acuerdo con dicho informe, tuvo una tasa de homicidio del 26,5 para 2017. Es un progreso respecto al número de asesinatos que se producía en las últimas dos décadas por cuenta del conflicto armado.

Sin embargo, hay señales de alarma. Por ejemplo, el informe del Medicina Legal, dado a conocer semanas atrás, indicó que los homicidios en Colombia aumentaron un 6,7% en 2018, constituyéndose en la tasa más alta desde 2014. Esto debido a la violencia de los grupos que emergieron o se fortalecieron tras el desarme de las Farc. Es decir, por cuenta de las disidencias, el Eln, las Bacrim y los carteles del narcotráfico. Según el Instituto, el año pasado hubo 12.130 homicidios, mientras que en 2017 se registraron 11.373 muertes de este tipo. Es decir que la tasa por cada 100 mil habitantes pasó de 23,1 a 24,3. De acuerdo con el informe Forensis, regiones como el Bajo Cauca, el Catatumbo, Putumayo, Cauca y Nariño presentan un alto índice de asesinatos, que son precisamente las zonas en donde hay más narcocultivos y minería ilegal. Es allí, también, en donde más muertes violentas de líderes sociales se han producido.

Es necesario, entonces, redoblar los esfuerzos para neutralizar los factores causantes de los asesinatos. En ese camino es positivo lo que indicara meses atrás la Fiscalía, según la cual en 2018, la tasa de esclarecimiento de homicidios llegó a 32% en las ciudades capitales, mientras que el promedio nacional fue de 28%, “los resultados más altos en toda la historia de la entidad”.

A ello se suma que el propio Gobierno indicaba semanas atrás que este año el número de homicidios está cayendo. Incluso el presidente Iván Duque indicó a comienzos de junio que los asesinatos habían disminuido en 4% durante lo corrido del año y que la meta es dejar, el 7 de agosto de 2022, al país con la más baja tasa en las últimas tres décadas. Habrá que esperar los resultados a diciembre para saber qué tanto se avanzó en recuperar la tendencia descendente que se venía registrando en los últimos años.