En medio de la escalada del Covid-19 que a veces tratamos de negar y a su vez de la esperanza por el mejor de sus controles y por el cambio a realizar, que se retoma cada veinticuatro horas, se dan por un lado definiciones globales con el ánimo de darle cauce a la superación de la crisis.

Por un lado se compiten con distintas palabras que le den una definición, distinta a pandemia, y que gustan a los economistas, a estos hechos históricos y, por otro, se aduce con profunda inquietud por el cómo se pueden superar los hechos, a ese futuro cercano o lejano, pero también al inmediato mismo y se suman acápites como la nueva normalidad, el día después y el traqueado reinventarse, con la esperanza guardada de no sólo retornar por el sendero del progreso económico sino también de reconocer inyecciones de cambio.

El Foro Económico Mundial, reconocido por sus siglas en inglés WEF y más identificado como el Foro de Davos, que recibe contribuciones de empresas en el mundo que se clasifican entre las principales en su industria y como tal tienen un liderazgo para las regiones, escogió “El Gran Reinicio” como el núcleo de sus propuestas, que dado su origen, muchos lo describen más literalmente como el Gran Reinicio del capitalismo.

Para mayor comprensión hay que situarse en frente a un computador. Esta definición se asocia así al reinicio, a apagar y volver a prender, como cuando el ordenador o el celular se traban o bloquean, la cual resulta, por lo general, una solución efectiva que reconfigura y da el arranque necesario. En inglés, es aún más contundente: The Great Reset.

En efecto, el Gran Reinicio es el tema escogido para la cumbre que por primera vez será gemela (se refiere a presencial y virtual) del Foro Económico Mundial de enero de 2021 que pretende enfatizar en la construcción conjunta y urgente de los pilares del sistema económico y social del futuro posCovid con los adjetivos conexos de: justo, sostenible y resistente. Aunque, frente a estos últimos, puede gustar más la clasificación de un mundo más verde, más justo y más próspero, palabras de Klaus Martin Schwab, fundador y director del Foro.

Esto pone en evidencia que en la superación de los efectos del Gran Confinamiento, como lo aduce el FMI; no todo depende de los gobiernos sino esencialmente de los desafíos que enfrenta el sector privado.

Es posible que en las mentes de los mismos empleados o incluso de trabajadores informales, hoy se reconozca la importancia de la sostenibilidad empresarial. Por el momento el indicador preponderante es el compromiso de deuda de los gobiernos y el porcentaje del PIB destinado a contrarrestar la crisis. Es necesario pasar a los compromisos globales y profundizar en la manera de superar los obstáculos que mayormente limitan la posibilidad de las empresas de dar reinicio. Son muchas las misiones planteadas en el lanzamiento de la cumbre y vale la pena adentrarse en los enfoques de los distintos líderes participantes, ¿qué vamos a cambiar, es la pregunta?

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

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