¿Es posible la paz? | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Julio de 2021

Evidentemente: nadie pelea -arriesgando su vida- creyendo que está equivocado, de igual manera no se puede pedir perdón sino perdonamos a los que nos han ofendido, …del Padre Nuestro. En cambio, creo en la fe de los que arriesgan su vida por la verdad, lo justo, lo recto, el bien común, la dignidad humana universal. No creo en la “verdad” de los egoístas  que no ven más allá de sus narices: engolosinados con el prestigio, el poder, la riqueza, el placer…, ni en los que no se interesa por una educación universal -para la niñez y la juventud- liberadora, culta, creativa, pertinente, relevante, de manera que nuestros recursos naturales sean transformados en riqueza para todos, como hermanos, en procura del bien común, en una economía social de mercado, en un Estado social derecho, propuesto por el cristianismo. De aquí que quiero transcribir apartes de la última carta encíclica del Papa Francisco sobre esta nueva cultura.

“La falta de diálogo implica que ninguno, en los distintos sectores, está preocupado por el bien común, sino por la adquisición de los beneficios que otorga el poder, o en el mejor de los casos, por imponer su forma de pensar. Así las conversaciones se convertirán en meras negociaciones para que cada uno pueda rasguñar el poder y los mayores beneficios posibles, no en una búsqueda conjunta que genere bien común. Los héroes del futuro serán los que sepan romper esa lógica enfermiza y decidan sostener con respeto una palabra cargada de verdad, mas allá de las conveniencias personales. Dios quiera que esos héroes se estén gestando silenciosamente en el corazón de nuestra sociedad.

Esto solo ocurre realmente en la medida en que dicho desarrollo se realice en diálogo y apertura a los otros. Porque en un verdadero espíritu de diálogo se alimenta la capacidad de comprender el sentido de lo que el otro dice y hace, aunque uno no pueda asumirlo como una convicción propia. Así se vuelve posible ser sinceros, no disimular lo que creemos, sin dejar de conversar, de buscar puntos de contactos, y sobre todo de trabajar y luchar juntos. La discusión pública, si verdaderamente da espacio a todos y no manipula ni esconde información, es un permanente estímulo que permite alcanzar más adecuadamente la verdad, o al menos expresarla mejor. …. Pensemos que las diferencias son creativas, crean tención y en la resolución de una tención está el progreso de la humanidad.     

Pero, no se debe soslayar el riesgo de que un avance científico sea considerado el único abordaje posible para comprender algún aspecto de la vida, de la sociedad y del mudo. En cambio, un investigador que avanza con eficacia en su análisis, e igualmente está dispuesto a recorrer otras dimensiones de la realidad que investiga, gracias al trabajo de otras ciencias y saberes, se abre a conocer la realidad de manera más integra y plena”.

Tristemente, muchos cristianos se olvidaron, o desconocen, el famoso discurso, o testamento, de las bienaventuranzas que elogia a los que promueven la paz: alegraos los que promueven la paz, regocijaos, porque vuestra recompensa será grande el cielo, serán llamados hijos de Dios.