Presidente | El Nuevo Siglo
Sábado, 18 de Agosto de 2018

El triunfo de Iván Duque, en las elecciones presidenciales, confirma una convicción: son derrotados los candidatos preferidos por quien escribe, cual ocurrió con Horacio Serpa, Antanas Mockus y Humberto De la Calle.

Desagradó el discurso de Ernesto Macías, presidente del Senado de la República y causa inquietud por lo siguiente: ¿fue consultado, y aprobado, por Álvaro Uribe?; nada se ha dicho al respecto pero, tal vez, ocurrió. En consecuencia, habría la posibilidad de existir dos corrientes en el Gobierno Nacional: la encauzada por Duque y la dirigida por Uribe y la experiencia de Juan Manuel Santos, hoy expresidente, demuestra lo peligroso de no coincidir con Uribe y recuérdese que fue calificado de “traidor” y su gestión dificultada por su antecesor: ¿se repetirá lo ocurrido?

En “Prefacio” (julio 21), en esta columna, comenzó el análisis de ¿Cómo Mejorar a Colombia? y es pertinente señalar algo desconcertante: la posibilidad de que la paz marche mal después de las elecciones presidenciales de 2018. Se revisó la introducción, elaborada por Mauricio García Villegas (editor), y se detectó la clave: si bien los autores “pensamos que sí”, o sea, se espera un curso positivo de la “paz imperfecta” alcanzada por Santos, “esa convicción es un anhelo más que una certeza”. ¿Qué hacer?

Decidió, quien escribe, darse un “compás de espera” en previsión de lo que suceda, es decir, de cómo evolucionen los acontecimientos. El presidente Duque actúa con dinamismo, cumple lo prometido en campaña y no se conoce todavía la reacción de Uribe tal vez ocupado, y preocupado, por sus dificultades con la Corte Suprema de Justicia. Otro motivo de desagrado, con el discurso de Ernesto Macías, lo constituye la presentación realizada de la gestión presidencial de Santos; si bien realizar el respectivo balance es conveniente y prudente, debe caracterizarse por la exposición de lo positivo y lo negativo y el respectivo balance o determinación del saldo algebraico. Si bien, por ejemplo, lo relativo al incremento en las áreas dedicadas a la coca es criticable, Santos logró una “paz imperfecta”, en lo que falló Uribe, la educación se convirtió en la prioridad presupuestal máxima, comenzó un avance formidable en la infraestructura física, se estableció el programa “ser pilo paga”, se atacó la pobreza extrema, hay reconocimiento internacional.