Con la vara que mides | El Nuevo Siglo
Jueves, 8 de Agosto de 2019

Con la vara que mides no serás medido. La excepción a la regla le correspondió al Presidente Duque ¿De qué le sirvió la benevolencia al no permitir el corte de cuentas con su antecesor? Le sirvió para que hoy, quiénes fungen como sus superiores, señalen de manera implacable sus "falencias". Las mismas que antes le aplaudían a Santos. Por ejemplo, golpean al Primer mandatario con estadísticas en la mano, por su falta de resultados en el Congreso pero olvidan que abolir la mermelada es un paso determinante en el rescate de la corrupta democracia representativa.

Si el gobierno Duque es reconocido por frenar la tendencia al crecimiento y disminuir las hectáreas de coca sembrada, acuden a todo tipo de cuestionamientos de las mediciones, para no reconocer un acierto. Los mismos que se hacían los de la vista gorda ante el crecimiento exponencial de los cultivos de coca, durante el anterior gobierno. ¡Que incongruencia!

Experimento pena ajena cuando leo que califican a Duque de acuerdo al nivel de traición a su mentor. ¿Qué reglas interiores los regirán a ellos? ¿Cuándo no analizan políticas sino niveles de odio medidos en antivalores?  

¿Desde cuándo "la traición" se convirtió en un valor en si mismo para medir la gobernabilidad? La medida de la vara es: a más traición a Uribe, mejor Presidente...Lo insultan llamándolo títere porque no procedió como Santos. En esa ecuación subyace un profundo desprecio por Iván Duque, por su propia identidad y su capacidad para distinguir lo bueno de lo malo, tanto de Santos, como de Uribe. Hasta el manejo cuidadoso dado a la implementación del proceso de paz, se lo reconocen a sus funcionarios y se lo niegan a él.

Durante la época de las precandidaturas un líder de opinión muy aplaudido, comentaba triunfalista: "Votaremos por Duque porque confiamos en que va a traicionar a Uribe". ¡Nostalgia de poder!  Le reconocen que ha tomado distancia en algunos temas pero a punta de descalificaciones mordaces ¿pretenden arrinconarlo para que se comporte como títere de sus críticos y, ahí sí, se gane su aprobación?

Es claro que Duque no hubiera llegado a la Presidencia sin el señalamiento de Uribe. Pero, también está claro que es un hombre con criterio y se ha distanciado en temas claves, a costa del apoyo de su propia bancada.

Rememoro otro episodio inédito: En la tensa reunión Santos- Uribe en Palacio, posterior al triunfo del no en el plebiscito, El Presidente y sus Ministros estaban demudados. Los líderes del No intervenían uno a uno. Santos daba la palabra. Iván Duque la pedía de manera insistente desde el principio. El entonces Presidente lo ignoró ostensiblemente. Quiso dar por terminada la reunión sin escucharlo. Me llamó mucho la atención el desdén notorio hacia Duque. El Presidente Uribe pidió entonces la palabra y se la cedió a Iván Duque. Santos no le perdonaba a quien fuera subalterno suyo atreverse a tomar distancia política y personal de su gobierno. Quiénes descalifican hoy al Presidente ¿Temen perder la amistad del Nobel al que nunca se atrevieron a cuestionar? ¿Cuál hubiera sido el curso de la historia si hubieran empleado para medirlo la misma vara que hoy usan con Duque?