TAL vez uno de los más emotivos discursos del Presidente y su Vicepresidenta se dio en el escenario del Teatro Colón en la firma de los primeros doce Pactos por el Crecimiento Económico y Generación de Empleo, tras un a aplauso sentido, que involucra compromisos, de parte y parte, de gobierno y varios sectores del sector privado, para comenzar.
Y se dio porque como el mismo Presidente Duque lo recalcó esta firma se instaura en el fervor de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Colombia, también como un reconocimiento a la vocación empresarial y emprendedora de la nación, de muchas empresas familiares, bien sean grandes, pequeñas y medianas, que han trazado el sendero del desarrollo económico, con bonanzas y recesiones, como generadoras de empleo además.
La firma de los doce pactos nace de un diálogo técnico, por así decirlo, entre el enramaje institucional del Estado y las empresas y sus gremios, que permiten deducir más de doscientos cuellos de botella que dependían del gobierno, sobre los cuales se acuerdan quinientos cinco compromisos por el lado de entidades estatales, en aras de atender en ese sentido las particularidades de cada sector, y a su vez las empresas se comprometen con acciones en pro de la productividad, con estándares altos de competitividad, en la mira de aumentar sus exportaciones y el empleo.
Como dijera el Presidente se trata de ver los estímulos para el progreso con positivismo, libre del sectarismo, y ampliar el lente para poder “mirar 200 años adelante” y alcanzar la excelencia y la diferenciación.
De la mano de cuarenta y cinco gremios, sesenta entidades del sector público, y más de quinientos empresarios, se dedicaron a identificar las dificultades y principales desafíos de cada sector y acordaron compromisos, que tras el diagnóstico, se publicaron, como una bitácora que será monitoreada con todo el talante que tiene la Vicepresidenta para alcanzar las metas.
No es ésta una ruta de nunca acabar. De los más de quinientos compromisos, cerca del 68% deberán resolverse antes de 60 días, el 26% antes de finalizar el año y el resto antes de febrero próximo.
Estos se suman al objetivo de dar capacidad competitiva a las empresas como generadoras de empleo. De ahí su consistencia con el programa Estado simple, Colombia ágil y con las llamadas Fábricas de productividad que buscan dinamizar los procesos y su automatización.
Hasta el momento los sectores invitados han sido, cacao, carnes, azúcar, alimentos procesados, industrias agroforestales, químicos, plásticos, pinturas, cosméticos, moda, construcción, turismo, Software-TI y economía naranja.
Se trata de una mirada a lo micro para avanzar en lo macro, según palabras de la Vicepresidenta. Lo bueno también está en que muchos más sectores se quieren subir al barco con la esperanza de que superemos nuestra tasa potencial de crecimiento, tanto nacional como de todas las regiones. Son hitos que muestran como característica del actual gobierno, el impulso a la vocación emprendedora y empresarial.
*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI