Anticipó el Gobierno Nacional la inminente aplicación de una estrategia para hacerle frente al desempleo, ante el desborde que arroja 2 millones 700 mil personas, sin nada, buscando sustento legal para lo personal, o de grupo familiar.

Pensando hacía atrás, es recordar que estas escenas se repiten en todo el país, hace décadas, ante la carencia de política social firme y, consistente para consolidar sociedad, con derechos y garantías ciudadanas.

Se puede concluir que los mensajes institucionales se han repetido década tras década, saturados de mentiras piadosas, prometiendo resultados tomados de esguinces con la economía para superar las dificultades. 

Los propósitos han sido los mismos: “Estamos trabajando para reducir, lo más que se pueda el desempleo”. Así se inflan ilusiones.

No se trata ahora de señalar culpables a funcionarios de gobiernos, sino de despertar, de arriba hacia abajo, verdadera cultura ciudadana con responsabilidad, para orientar y estimular, el plan laboral de este país y, no de una vereda cualquiera.

De lo contrario sale a flote el olvido sobre las condiciones de vida de los demás; y cuando los distintos medios ciudadanos se alarman con la violencia, fibra de distintas formas de delincuencia, se limitan a quejarse y nada más.       

En contraste el país se admira en el exterior, pero por dentro, se puede ver el rostro de vida diaria. Colombia, acaba de quedar a la cabeza de seis países de Latinoamérica, con el mejor desempeño, al iniciar el segundo semestre, pero con desempleo desbocado.

La OCDE un organismo de peso en economía del denominado Mundo occidental, acogió al país, como miembro adherente para asesorar, orientar y evaluar, sus indicadores en producción, finanzas y mercados de comercio interno y externo,

La OCDE calificó de prudente la política fiscal así como el manejo de finanzas al señalar que el déficit público se está reduciendo. Curioso: Colombia muy bien en computadores oficiales, pero sombrío a la luz pública para su gente.

Sin embargo, en junio el mensaje directo al Gobierno Nacional invitó a impulsar empleo como requerimiento inaplazable, que activa producción y servicio logístico en puertos y sistemas de transporte, administración, negocios y empleo. 

Dejó expectativa la declaración del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, en televisión, en la que anticipó que habrá estimulo al fomento de empleo mediante compensación al sector empresarial, traducida en algunas reducciones en tributación.

Anima la iniciativa propuesta como manija de justicia social para empresas al reconocer con beneficios la generación de trabajo y así aliviar impuestos, en la cadena de pagos y gravámenes a grandes medianos y pequeños.     

Si esa es la ruta para estimular trabajo será respuesta humanitaria aplaudible. De lo contrario, violencia, envenena a desempleados. ¡Pilas al Empleo!