Primer año de Duque | El Nuevo Siglo
Miércoles, 7 de Agosto de 2019

No todos los problemas de un país se solucionan en tan corto tiempo, pero agrada el estilo del Presidente, el contacto con la comunidad, su interés en acertar, la defensa de las instituciones, no dejarse amedrentar por el terrorismo, el impulso a programas de desarrollo, el dialogo con mandatarios de otros Estados, especialmente de América Latina, sus viajes al exterior con apretadas agendas y objetivos concretos, muestran resultados. Registramos más aciertos que errores, algunos de colaboradores que en veces fallan a pesar de poseer calidades para el desempeño de sus cargos, todavía observamos prácticas clientelistas y nombramientos desafortunados que convendría evitar.

Sobre Venezuela, los buenos deseos del grupo de Lima han sido insuficientes, el autoritarismo se prolonga con el aval de los militares “bolivarianos” y el respaldo de gobiernos dueños de ostensibles privilegios.  Sin embargo, la actitud de Colombia es digna, el pueblo hermano logrará superar la crisis y cuando ello ocurra la historia registrará la importancia de la posición adoptada.

El candidato Iván Duque en campaña electoral mostró temple, escaló posiciones, convenció, ganó limpiamente, equivocado insistir en que su victoria se logró solamente con el respaldo del Centro Democrático y del ex presidente Álvaro Uribe. En estos doce meses, sin pelea con la oposición fragmentada, ha ejercido funciones a cabalidad, defendido decisiones trascendentes en beneficio colectivo.  

Quienes pronosticaron choques entre las ramas del poder, el incumplimiento del Acuerdo de Paz, la conformación de un gobierno sectario, dogmático, deben reconocer que no ha sido así, se conserva la ecuanimidad, el apego al sentido común, existe libertad de expresión dentro del sistema democrático. Preocupa la situación económica, factores internos y externos inciden, el desempleo persiste, la inflación aumenta, el crecimiento no será el esperado y consideramos desacertado elevar impuestos, la capacidad de los contribuyentes no lo permite, sus efectos deprimentes impedirían la reactivación, el costo de vida impactaría aún más en perjuicio particularmente de la clase media.  La presentación del proyecto de presupuesto para el 2020 merece cuidadoso análisis en el Congreso, existen rubros que corresponde modificar.

En cuanto a la lucha contra la corrupción, tema complejo, se ha avanzado, el gobierno actúa, resulta claro que facilitar las investigaciones en lugar de obstruirlas inclusive en el reciente episodio de las acusaciones contra algunos altos oficiales de las fuerzas armadas, es camino indicado, una institución respetable que recibe el reconocimiento de la sociedad no puede ver menoscabada su importante misión. En resumen, hicimos bien votando para  presidente por Duque coincidiendo con el querer ampliamente mayoritario, lo  cual no implica abstenernos de incluir en el balance de los doce meses anteriores observaciones que  vale la pena tener en cuenta.