El gobierno británico prevé imponer multas de hasta £10.000 (diez mil libras esterlinas) a aquellas personas que hayan dado positivo por Covid-19 o se sospeche que podrían estar contagiadas y no cumplan con el confinamiento obligatorio de dos semanas en el marco de los esfuerzos para frenar la segunda ola de la pandemia.

La medida entrará en vigor el próximo 28 de septiembre en Inglaterra y el Gobierno está negociando con las administraciones de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que tienen las competencias en materia de salud, para extender la nueva norma a todo el país.

Así, a partir de ese día cualquier persona que dé positivo o sea contactada por el sistema de Test y Rastreo, a quien se le indique que podría tener el virus y debe aislarse pero no cumpla con el confinamiento, podrá ser multada. En principio, las sanciones serán de £1.000 pero en caso de reincidencia y las infracciones más graves se podrían llegar a las £10.000.

Además, también podría multarse a personas que impidan que otras hagan la cuarentena, como por ejemplo los jefes que amenacen a quienes se aíslen; además, está prevista una ayuda de £500 a quienes tengan que confinarse y pierdan su fuente de ingresos al no poder trabajar desde casa. La ayuda no estará disponible hasta el 12 de octubre, pero el Gobierno prometió pagos con retroactividad.

El primer ministro británico, Boris Johnson, destacó que en virtud de las nuevas disposiciones "se estará legalmente obligado" a hacer el aislamiento "si tienes el virus o el servicio de Test y Rastreo del sistema de salud lo pide".

"Las personas que opten por ignorar las normas se enfrentarán a multas significativas", recalcó, al tiempo que defendió que "tenemos que hacer todo lo que podamos para controlar la propagación del virus, evitar que se contagien las personas más vulnerables y proteger al Servicio Nacional de Salud y salvar vidas".