Brexit en veremos | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Viernes, 21 de Septiembre de 2018
Sara Obando

EN EL referendo del 23 de junio de 2016 Reino Unido (UK) votó para decidir si salía o no de la Unión Europea. Un 51,9% de los británicos votó a favor de abandonarla y un 48,1% por permanecer en ella. Tras informar a la UE sobre la decisión, comenzó a correr la ventana de dos años para hacer efectiva su salida. Periodo en el que Reino Unido debe negociar los nuevos términos que guiarán la relación con los 27 estados restantes de la Unión. Después de llegar a un acuerdo, este debe ser ratificado por ambas partes. No obstante, a pesar de que las negociaciones llevan un tiempo, las comisiones no han podido llegar a un acuerdo, y el plan de las partes de llegar a una concesión con anterioridad, de tal forma que haya un margen de tiempo para que sea ratificado por los respectivos Parlamentos, está en veremos.

 

En este momento, las negociaciones han llegado a un punto muerto. Temas clave como la migración, el mercado único, la Unión Aduanera, las relaciones económicas y las contribuciones monetarias, han constituido un obstáculo para llegar a un acuerdo entre las partes. Lo complicado de la temática migratoria es que tras el Brexit, Reino Unido implementará restricciones para aquellos que inmigren desde la Unión. Los 27 han expresado su preocupación debido a que varios nacionales trabajan en Reino Unido. A pesar de que se ha propuesto exigir permisos de trabajo a los inmigrantes en UK como una solución, no se ha llegado a un acuerdo. Londres ha declarado que el trato a los inmigrantes debe ser recíproco, tanto para los ciudadanos europeos en UK, como los de Reino Unido dentro de la Unión.

 

Ahora bien, el mercado único tiene como objetivo permitir el comercio entre las naciones de la UE, la libre circulación de trabajadores, mercancías, servicios y capitales sin aranceles. Mientras sea parte de la UE, Reino Unido seguirá siendo miembro con pleno derecho a participar en este mercado. A pesar de tener la posibilidad de llegar a un acuerdo para seguir haciendo parte del Mercado Único, Theresa May, ha constatado que Reino Unido no optará por esta opción debido a que tendría que seguir acatando reglas de la UE y a que tendría que someterse al Tribunal de Justicia Europeo (TJE). En este punto, May tendrá que firmar acuerdos comerciales con cada uno de los estados miembros de la Unión. En cuanto a la Unión Aduanera, May ha recalcado que a pesar de su deseo de retirarse, planea firmar un acuerdo aduanero con la Unión.

 

Dublín, parte clave

 

Siguiendo esta misma línea, es importante tener en cuenta la situación de Dublín. Al ser Irlanda un miembro de la Unión Europea y encontrarse geográficamente tan cerca de Reino Unido, un arreglo respecto a cómo se manejarán cuestiones como las aduanas, el mercado único y la migración se vuelve vital. Desde un principio se descartó la posibilidad de crear una barrera de facto entre Irlanda e Irlanda del Norte (debido a que esto iría en detrimento del acuerdo de paz firmado entre las partes en 1998). En este escenario, la Unión Europea propuso mantener a Irlanda del Norte dentro de la unión aduanera y mercado común. Londres no aprobó la propuesta  argumentando que de implementarse, amenazaría la integridad constitucional de Reino Unido.

 

Aportes al bloque

 

Otro de los puntos esenciales es que las relaciones económicas y las contribuciones monetarias entre las partes cambiarán sustancialmente. A pesar de que durante las negociaciones tanto los derechos como las obligaciones para Reino Unido seguirán siendo los mismos, cuando se retire formalmente de la Unión Europea, UK no aportará al presupuesto de la UE. Sin embargo, la Primera Ministra constató que Londres aportará monetariamente para seguir siendo partícipe de determinados planes europeos de interés, como por ejemplo la financiación agrícola. En este contexto es casi seguro que la Unión Europea tendrá que organizar su presupuesto, pues Reino Unido es uno de los contribuyentes netos (aporta a la Unión Europea más dinero del que recibe de ella) y brinda aproximadamente un 14% del presupuesto destinado a diversos programas del viejo continente.

 

Si bien desde el referéndum se han presentado varias propuestas, las partes no han logrado llegar a una concesión. Reino Unido tiene hasta marzo de 2019 para salir de la Unión Europea y todavía no está claro qué tipo de relación tendrán los 27 y Londres. Reino Unido ha sido muy cuidadoso al presentar las propuestas y la Unión no se ha mostrado muy complacida con estas. La razón: la UE quiere obtener lo mejor del acuerdo y obtener beneficios para sus ciudadanos y su economía, y Londres, no puede aceptar una propuesta que ponga en tela de juicio su constitucionalidad ni su soberanía. En especial, porque el nuevo acuerdo debe pasar por el Parlamento británico. A pesar de no haber llegado a un acuerdo, UK ha recalcado que no planea entrar en un periodo de transición ilimitado, pero si en uno de implementación gradual.

 

Dado que la posibilidad de extender el plazo para la negociación es poco viable, debido a que los 27 miembros deben estar a favor, hay tres posibles escenarios a los que se podrían enfrentar las partes en un futuro cercano. El primero es que al no haber acuerdo, Reino Unido saldrá automáticamente de la Unión sin términos claros sobre la relación con los 27 países miembros. El segundo es que se llegue a un acuerdo de último momento y que la implementación del mismo comience de inmediato. El tercero es hacer otro referéndum con la esperanza de que no se repitan los resultados de 2016 y que Reino Unido siga siendo parte de la Unión Europea.

__________________________________________________________________________