Trump mueve sus fichas | El Nuevo Siglo
Jueves, 12 de Septiembre de 2019
  • Ajuste con mira puesta en elecciones en EU
  •  Reemplazo de Bolton, clave para Colombia

 

Es muy posible que el cambio de John Bolton como Consejero de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump no varíe en mayor medida la política norteamericana. Esto porque el propio mandatario tiene bastante claras sus prioridades planetarias.

En efecto, el tema primordial de Trump consiste en poner por encima los intereses de los Estados Unidos sobre cualquier otra circunstancia. En esa dirección ha sido claro en señalar que no está de acuerdo con la diplomacia horizontal practicada durante la época de Barack Obama. Así las cosas, para esta Administración, los Estados Unidos deben ser la potencia prevalente por excelencia.

Dentro de esas consideraciones, la Casa Blanca considera que si bien China ostenta hoy una preminencia económica orbital no tiene la autoridad política para orientar al mundo. Frente a Rusia cree, por igual, que si bien conserva cierta capacidad política carece de la envergadura económica para tener un liderazgo global. En esa dirección, solo Estados Unidos tiene ambos componentes. Ese es el pensamiento que, en la escena internacional, le permite a Trump enfatizar su consigna: “América primero”.

La salida de Bolton de la Casa Blanca no tiene, sin embargo, el tono de frustración señalado por el presidente Trump en su twitter. Como se sabe, Bolton es un “halcón” mucho más radical que el propio Primer Mandatario estadounidense. Aun así, durante su período como consejero, Estados Unidos no se involucró en ningún conflicto orbital o localizado allende de sus fronteras, como muchos temían. Pero, bajo una política mucho más drástica que la de Obama, se pudo neutralizar, de algún modo, a Irán, obligar a Corea del Norte a abrir conversaciones, buscar puntos de encuentro con México y propender por una política más comprometida frente a la dictadura venezolana. Inclusive, hoy Estados Unidos habla al más alto nivel posible con los talibanes, una situación impensable hace unos años. No puede decirse, entonces, que Bolton no pueda reclamar algunos resultados, aunque es claro que Trump quiere ir más adelante en sus propósitos de prevalencia norteamericana.

A estos efectos, precisamente, la política frente a China y Rusia tiene el sello característico de Trump. Para eso no necesita consejeros y desde que se posesionó ha dejado entrever, como se dijo, que su propósito es el de responder por la vía comercial circunstancias que antes se resolvían por la ruta diplomática o llevaban a altas tensiones militares.

Tanto Trump como Bolton han sido partidarios también de un Brexit rápido y en ese sentido siempre animaron la actitud del primer ministro británico Boris Johnson. Igualmente el titular de la Casa Blanca ha dejado en claro que Europa debe pagar por los gastos de seguridad de la OTAN.

En cuanto a América Latina también es conocido que el Presidente estadounidense evalúa con buenos ojos el gobierno de Jair Bolsonaro, en Brasil. Pero de igual modo desde hace un tiempo ha dejado entrever que no estaba de acuerdo con el pensamiento de Bolton frente a Venezuela. De hecho el propio Trump tuiteó, hace algún tiempo, que lo habían convencido de que el tema de la dictadura chavista se resolvería más rápido pero esto no ha sido así. No obstante, es evidente que la política de Bolton obtuvo el reconocimiento como presidente venezolano de Juan Guaidó por alrededor de 60 países y que fue, además, el principal propulsor del Grupo de Lima, en buena parte encabezado por Colombia.

La salida de Bolton atañe directamente a Colombia, puesto que nuestro país tenía alguna coincidencia con él, especialmente frente al tema venezolano. Con la situación que se plantea en la frontera, luego del rearme del ala militar de las Farc, y la eventual alianza de ese grupo con el Eln, para Colombia es crucial el nombramiento del nuevo Consejero de Seguridad Nacional estadounidense.  Es muy posible que Trump viera agotado, en alguna medida, a Bolton, pero esto no quiere decir que vaya a cambiar su política general. Tal vez haga énfasis en uno u otro sentido, pero no habrá modificaciones fundamentales.

Es evidente que todo lo anterior encarna un tema electoral de la mayor importancia en Estados Unidos. Trump ha procedido en consecuencia. La salida de Bolton, pues, tiene principalmente un propósito hacia los comicios presidenciales de 2020 en ese país y en ese sentido la expectativa por el nombramiento del nuevo Consejero de Seguridad Nacional cobra una vigencia inusitada.