Consumo interno tiene volando economía china pese al covid | El Nuevo Siglo
China es el mayor beneficiario de la globalización económica principalmente debido a su integración en el sistema mundial de libre comercio pero su mercado interno es clave.
Foto AFP
Martes, 20 de Octubre de 2020
Redacción internacional

Pese a estar bajo la lupa todo este año, debido a la forma en que manejó el surgimiento allí de la pandemia del Covid-19, la más grave crisis global de las últimas décadas, China se erige ahora como la economía más potente del planeta mientras que la recesión o la muy lenta recuperación continúan siendo la nota predominante en muchas latitudes.



Prueba de ello es que esta semana se reveló que el crecimiento de China se aceleró en el tercer trimestre de este año.

Pekín informó que el PIB en el tercer trimestre aumentó un 4,9% con respecto al año anterior,  menor, eso sí, al 5,2% que esperaban los economistas. Aun así, el país es el primero en recuperarse después de superar en parte la pandemia, incluso sin sufrir un rebrote, como sí pasa en Europa y otras partes del mundo.

El dato es impresionante pero no sorpresivo. Como se recordará, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que China sea la única gran economía mundial que crezca este año, al 1,9%.

Las razones

¿Qué significan las cifras de la potencia asiática? Según el profesor de la Universidad de Cornell, Eswar Prasad, los últimos datos del Producto Interno Bruto (PIB) chino son “impresionantes” considerando que el resto del mundo se encuentra en una recesión "terrible" debido a la pandemia. Agregó que “China seguirá siendo importante para la demanda en la región asiática".

Prasad afirmó que "en última instancia, dado el tamaño de su economía, Asia no puede prosperar a menos que China prospere".

"Que China haya podido crecer tan rápido como lo hizo dada la debilidad del resto de la economía mundial en este momento, es bastante notable", dijo, a su turno, Steve Cochrane, economista en jefe dela investigadora de riesgo Moody's Analytics.

“Sin embargo, en el futuro, China debe centrarse en sus pequeñas y medianas empresas, que serán importantes para su crecimiento”, aseguró el analista, quien agregó que “cualquier tipo de estímulo futuro debe centrarse más en las pequeñas y medianas empresas. Son la parte dinámica de la economía y la parte que realmente puede funcionar para seguir creciendo y diversificando la economía".



En esa misma línea Prasad dijo que “para que China prospere de manera duradera, creo que uno de los temas clave realmente no será simplemente ofrecer… crédito, sino hacer que llegue a las manos de las pequeñas y medianas empresas, las partes más dinámicas de la economía que pueden generar un mejor crecimiento del empleo, así como un crecimiento de la productividad porque, en última instancia, eso es crucial para el crecimiento de China, que también es muy importante para las economías de la región”.

Analistas aseguran que es evidente que el desacoplamiento tecnológico, las sanciones comerciales o los cambios forzosos en la cadena de suministro no han logrado poner fin a la expansión económica de China. También consideran que quienes pensaban que con esas medidas debilitarían a la potencia no tuvieron en cuenta el peso que ha adquirido, en los últimos años, el mercado interno en la economía china.

A este respecto economistas chinos aseguran que, aunque podría pensarse que los confinamientos generalizados y los cierres de fronteras para combatir la pandemia del Covid-19 ciertamente han interrumpido las cadenas de suministro y paralizado en gran medida la economía mundial, la razón principal de la contracción mundial radica en las políticas que restringen un intercambio más fluido.

No cabe duda de que la creciente influencia económica de China ha impulsado medidas que restringen la inversión y el comercio exterior, considerando la creciente preocupación de las principales economías del mundo, sobre la dependencia comercial de China y que buscan el fortalecimiento interno.

El modelo

Las cifras de crecimiento reveladas muestran que el potencial económico chino no depende de manera absoluta del mantenimiento del sistema mundial de libre comercio y del acceso a los mercados y la tecnología occidental.

Sin duda, China es un fabricante importante, pero sus verdaderos motores económicos durante la última década han sido el rápido crecimiento de su poder adquisitivo y las inversiones en activos fijos y su sector tecnológico.



Es indudable que China es el mayor beneficiario de la globalización económica principalmente debido a su integración en el sistema mundial de libre comercio antes y después de unirse a la Organización Mundial del Comercio en 2001.

A fines de la década de 1980, los políticos chinos defendían que China usara las cadenas de suministro globales y los mercados internacionales para industrializar y acumular capital. De esa manera el país aprovechó su abundante mano de obra barata y la importación de piezas y componentes para ensamblar productos para su posterior exportación.

Sin embargo, la administración china entendió que este modelo no convertiría al país en una economía de altos ingresos completamente desarrollada y Pekín adoptó un cambio de enfoque desarrollando un mercado interno más integrado y promoviendo el crecimiento impulsado por la "circulación interna".

China ha tomado varias medidas para impulsar la demanda interna. Para empezar, permitió que el yuan se apreciara frente al dólar estadounidense durante al menos una década después de 2005 y comenzó a abrir su mercado protegido a empresas extranjeras, de conformidad con sus compromisos de entrada en la OMC.

El gobierno no solo liberalizó las importaciones, especialmente de bienes intermedios y de capital, sino que también comenzó a permitir la penetración extranjera en los mercados financieros y otros sectores no transables. Y al establecer más zonas de libre comercio, China cumplió sus compromisos con respecto a la inversión de cartera extranjera y la facilitación de los flujos de capital transfronterizos.

En segundo lugar, China aumentó las inversiones en infraestructura física y logística a un ritmo de más del 20% anual durante los últimos 15 años. Durante la última década, por ejemplo, construyó una red ferroviaria de alta velocidad de más de 35.000 km.

En tercer lugar, desde principios de este siglo, las autoridades chinas han apoyado constantemente la construcción de redes de infraestructura de información y comunicación a gran escala y han alentado a las empresas privadas a innovar en sectores de vanguardia como los pagos móviles, el comercio electrónico, el Internet de las cosas y fabricación inteligente.



Esto ha ayudado a fomentar la aparición de muchas empresas de tecnología internacionales con base local, incluidas Alibaba, Tencent y JD.com. A principios de este año, el gobierno lanzó una nueva ronda de inversión a gran escala en estaciones base 5G.

Finalmente, el gobierno chino impulsó planes estratégicos para integrar mega regiones económicas y generar demanda interna

A pesar de su peso económico interno, China no tiene ningún incentivo para desconectarse de las cadenas de suministro de tecnología global. Por el contrario, seguirá siendo un participante activo y contribuirá al comercio y la inversión mundiales.

Al abrir aún más su mercado interno a los inversores extranjeros, China apoyará la globalización ayudando a corregir los desequilibrios comerciales. Los esfuerzos para estimular la demanda interna crearán una mayor expansión y oportunidades para los inversores nacionales y extranjeros, impulsando el crecimiento económico mundial.