Más de 1000 millones de personas se han desplazado internamente en los países en desarrollo y el 80% de esa migración interna está conectada con el abandono del medio rural para instalarse en las ciudades, indica un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La cifra, explica el documento ´El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2018´, es superior a los 248 millones de migrantes internacionales que había en 2015.

A la luz de esta realidad la FAO recomienda que las políticas migratorias no se orienten a reducir o acelerar los flujos de personas, sino que sirvan para aumentar la contribución de la migración rural al desarrollo económico y social.

Marco Sánchez-Cantillo, el director adjunto de la división de economía del desarrollo agrícola de la FAO, resaltó que los migrantes pueden ayudar a cubrir la escasez de mano de obra en actividades agrícolas que son difíciles de mecanizar, “como la recolección de fresas en California”.

El estudio también recomienda a los países en desarrollo que promuevan oportunidades de empleo en los diferentes eslabones de producción agrícolas para proporcionar trabajo a las comunidades rurales cercanas a su lugar de residencia.

Por ejemplo, en los países con problemas de empleo juvenil es “esencial” crear oportunidades de empleo decente tanto dentro como fuera de la explotación agrícola en las zonas rurales, facilitándose a su vez una migración ordenada.

El informe resalta la importancia de la migración rural como un elemento importante para el desarrollo económico y social tanto en los países de destino como los de origen.

Lo importante es que las prioridades de las políticas relativas a la migración se establezcan de acuerdo con los contextos de cada país. El experto explicó que hay diferentes causas para la migración internacional.

“Por un lado, tenemos el aumento en el número de conflictos y de crisis prolongadas que se ha traducido en 7 millones de refugiados adicionales desde 1990; en segundo lugar, los eventos climáticos, como las sequías e inundaciones, que incrementan la probabilidad de desplazamiento en un 60% desde la década de los 70, desplazando una media de 26,4 millones de personas por año entre los años 2008 y 2015; por último, las personas se mueven en búsqueda de mejores oportunidades: empleo, mejoras en la educación, mejores servicios…”, dijo Sánchez-Cantillo.

Así como hay diferentes razones que producen la migración interna e internacional, los países receptores también tienen diversas realidades y por eso, explicó, las políticas de migración deben responder a la situación específica de cada país.