Registran 832 asesinatos entre 1999 y 2006 en el Catatumbo | El Nuevo Siglo
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Viernes, 12 de Octubre de 2018
Agencia Anadolu

La región del Catatumbo, en la frontera entre Colombia y Venezuela, vivió una violencia sin precedentes durante el conflicto colombiano. Entre 1999 y 2006 hubo casi 100 mil desplazados, 832 asesinatos selectivos y 599 muertos en masacres.

Así lo indicó el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en su informe titulado ´Catatumbo: Memorias de vida y dignidad´ que dio a conocer esta semana.

El documento hace un recorrido histórico de la región del departamento de Norte de Santander y las diferentes violencias que ha sufrido, así como los mecanismos de resistencia que han creado las comunidades.

El informe cuenta que los indígenas Barí, originarios de la zona, datan la violencia desde la llegada de los españoles a la región. El conflicto armado con las guerrillas llegó a la zona a finales de los setenta y se agravó a finales de los ochenta, cuando el ELN, el EPL y las Farc fortalecieron sus acciones militares con asesinatos selectivos, secuestros, extorsiones y tomas a poblados.

A principios del siglo XXI, el Bloque Catatumbo, el Frente Héctor Julio Peinado Becerra y el Frente Resistencia Motilona, tres estructuras paramilitares, entraron a sangre y fuego a la región. La guerra entre los grupos armados dejó un doloroso saldo de 9.074 personas, que equivalen al 59,5% de los desplazamientos de los últimos 32 años.

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También hubo 832 casos de asesinatos selectivos y 599 muertos en masacres: 403 por parte de paramilitares y 142 por parte de las guerrillas.

Hoy en día, a pesar de que los años más duros de la guerra pasaron, la región todavía está azotada por grupos delincuenciales que se pelean por el negocio del narcotráfico y otros ilegales.

El CNMH explica en el informe que en la zona todavía se encuentran fuertes tensiones sociales. Entre ellos, la que existe entre los habitantes y el Estado. “Las comunidades perciben la presencia estatal especialmente con su cara militar y antinarcóticos, en lugar de ver acciones que busquen suplir las necesidades más sentidas de la gente”, explica el documento.

Por último, la entidad hizo unas recomendaciones para lograr una situación estable en la región y potenciar su desarrollo. Entre ellas, proteger las dinámicas organizativas que tienen los habitantes del Catatumbo, ampliar los espacios de participación y replantear las políticas frente a la coca y avanzar en procesos de verdad, reparación y no repetición.