Tribunal turco liberó al pastor de EU Andrew Brunson | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 12 de Octubre de 2018
Agencia Anadolu

Un tribunal turco condenó este viernes al pastor estadounidense Andrew Brunson a tres años y 45 días en prisión. Sin embargo, no pagará ese tiempo en la cárcel, ya que el tribunal indicó que el tiempo que ya había pasado en custodia equivalía a la pena que le fue otorgada.

El Segundo Tribunal Penal de Esmirna, de acuerdo con el fallo, puso fin a su arresto domiciliario y a su prohibición de viajar.

Para el juicio, Brunson salió de su casa, donde había estado bajo arresto domiciliario desde el 25 de julio, con estrictas medidas de seguridad y fue llevado a la prisión y al complejo de juzgados del distrito de Aliaga.

En declaraciones a los periodistas, después de la decisión del tribunal, Ismail Cem Halavurt, abogado de Brunson, dijo: “Mi cliente se irá del país. Hay un par de procedimientos para eliminar las disposiciones del control judicial. No tomará mucho tiempo”.

Brunson, quien fue arrestado en la provincia egea de Esmirna en diciembre de 2016, fue acusado de cometer varios crímenes, entre los que se incluyen el espionaje para el PKK –organización incluida en la lista de grupos terroristas de Estados Unidos y Turquía– y la Organización Terrorista Fetullah (FETO), el grupo detrás del fallido golpe de Estado de julio de 2016.

El intento fallido de golpe dejó 251 personas muertas y casi 2.200 heridas.

Ankara acusa a FETO de estar detrás de una campaña de larga duración para derrocar al Estado a través de la infiltración de instituciones turcas, particularmente militares, policiales y judiciales.

En su campaña terrorista, de más de 30 años contra Turquía, el PKK ha cobrado unas 40.000 vidas, incluidas las de mujeres y niños. El YPG/PKK es su rama siria.

Las relaciones entre Turquía y Estados Unidos están pasando por momentos difíciles después de que Washington impusiera sanciones contra dos ministros turcos por no liberar a Brunson.

Además, el presidente estadounidense, Donald Trump, duplicó los aranceles a las importaciones turcas de aluminio y de acero al 20% y al 50%, respectivamente.

En represalia, Turquía aumentó los aranceles a varios productos de origen estadounidense, incluidos el alcohol, el tabaco y los automóviles.