Trump, ganando la pelea | El Nuevo Siglo
Jueves, 11 de Octubre de 2018

“Recibió un país venido a menos”

Con una votación cercana a los 70 millones de votos, Donald Trump se convirtió  en el presidente No. 58 después de una agitada campaña electoral donde la gran prensa norteamericana le hizo la vida imposible.

Trump recibió un país venido a menos en todos los frentes. En efecto, cuando Obama llegó a la Presidencia de los EE.UU. en el 2008 generó una serie de esperanzas en su pueblo después del desgaste producido durante la administración Bush por cuenta de la crisis financiera surgida en el 2007.

Tras ocho años en el poder, Obama dejó una administración con más sombras que luces. Tensiones sociales y raciales, creciente desigualdad social, con la crisis en el Medio Oriente en su peor momento y una economía en retroceso.

No dejó de ser irónico que Obama dejara los más altos índices de violencia social. Fue durante su administración cuando se produjo el mayor número de deportaciones de migrantes: cerca de 3 millones de personas.

En términos económicos, Obama fue uno de los peores presidentes de toda la historia norteamericana, comentó en su momento el analista Edmun Kozak. Como coletazo de su administración el déficit presupuestario de EE.UU. subió un 14 % en el año fiscal 2017, hasta los 666.000 millones de dólares, el mayor desde 2013.

Obama, entregó el desempleo con niveles cercanos al 5%.

El gran campo de batalla de Trump fue el “obamacare”, al que  calificó como un desastre.

A nivel de conflictos internacionales, la administración Obama falló en su promesa de retirar las tropas de Iraq, mientras que en Afganistán se quedaron más de 8 mil 400 militares. Al mismo tiempo, incrementó las ofensivas de EE.UU. en Libia, Yemen y Somalia.

En Siria, a finales de abril de 2016, el Pentágono decidió enviar 250 soldados norteamericanos para apoyar a los grupos locales armados opositores al presidente sirio Bashar al-Assad.

Con este negativo panorama fue elegido Trump.

En su corta administración, por primera vez en la historia de la economía norteamericana se presenta pleno empleo, como diría Keynes.

EE.UU. volvió a ser respetado a nivel comercial, político, militar.

Su gran logro a nivel internacional ha sido la distensión entre las dos Coreas, a tal punto que se presenta la posibilidad de una reunificación. Por ese solo hecho, Trump merece el Nobel de Paz.

Relanzó los acuerdos comerciales como el Nafta, volviendo al mundo bilateral como eje de su política comercial.

Durante la última asamblea de la ONU puso en el tapete la crisis migratoria y política del régimen corrupto y amoral de Maduro.

A nivel interno, cuenta con una aprobación superior al 50% a pesar que la gran prensa norteamericana le hace la vida imposible todos los días por lo que hace o deja de hacer.

Curiosamente, a Trump le sucede algo similar que a Álvaro Uribe Vélez: entre más lo atacan, más pareciera que se afirma y se afianza en el poder.

Con la franca recuperación en todos los frentes, sobre todo el económico, se realizarán en noviembre próximo las elecciones legislativas.

Las predicciones señalan que los Republicanos perderán la Cámara y algunos puestos en el Senado. Pero, esas mismas predicciones lo daban como perdedor cuando llegó a la Presidencia.

Puntilla: Por lo pronto, en medio de la incredulidad internacional Trump le va ganando la pelea a todo el establecimiento norteamericano, junto con su gran prensa venida a menos.