Bolívar en televisión | El Nuevo Siglo
Sábado, 19 de Octubre de 2019

Hermosa apuesta la que ha hecho, en buena hora, Caracol Tv con la
producción y proyección de la vida y obra del Libertador Simón
Bolívar. Sin escatimar esfuerzos ni presupuesto ha puesto en escena un
serial que está destinado a dejar profunda huella en los hogares
colombianos. Lo hace precisamente en momentos en que se habla de
volver en los colegios a estudiar nuestra historia para elevar su amor
y respeto por nuestros valores y principios. Sentir genuino orgullo
por nuestra gesta libertadora es la mejor manera de reconquistar a
nuestra juventud.
La heroica vida del caraqueño inmortal supera cualquier novela o
ficción en su género. Poder recorrer, en familia, los mejores momentos
de esta epopeya nos va a permitir reivindicar nuestro respeto y
gratitud por el Padre de la Patria. Será además la ocasión para
repasar unos episodios que difícilmente tienen parangón en otras
latitudes. A Bolívar se le ha querido comparar muy a menudo con el
mismo Napoleón, siendo esta comparación una blasfemia por cuanto
mientras el primero luchó por la libertad, el segundo combatió para
ensangrentar y llenar de luto los países que invadía.
La ingratitud de sus contemporáneos, tanto de venezolanos como de
neogranadinos, fue de tales proporciones que éste murió en el exilio y
convencido de que había "arado" en el mar. Lo único cierto es que
durante estos doscientos años de vida independiente nuestro Libertador
ha sido el faro luminoso para nuestra vida republicana y hoy sus
ideales están más vigentes que nunca. Bueno sería repetir la
experiencia con otras vidas y otros personajes. Sería también la mejor
manera de recuperar el prestigio de nuestra pantalla chica.

***
Una vez más se nos advierte que la verdad en la política está muy
lejana de serlo. O en otras palabras que en la política cada
protagonista tiene su propia versión de la verdad.
Por vez primera en la historia del país un expresidente, en este caso
Ernesto Samper, acude a la justicia transicional para dar su versión
sobre el papel que jugó en su campaña el narcotráfico, pero lo hizo en
forma tan acomodaticia que apenas mencionó el célebre proceso ocho
mil.

En ese lamentable episodio no hay la menor duda de la nefasta
influencia de los carteles de la droga en la actividad política, como
lo confesó el propio tesorero de la campaña de Samper, el tristemente
célebre Santiago Medina. Para el desmemoriado mandatario esto nunca
ocurrió.

Su cínica preocupación solo tiene que ver con los daños que las
fumigaciones aéreas le hicieron al medio ambiente y con sus críticas
al Plan Colombia de su sucesor Andrés Pastrana. Igual parece que esto
podría estar ocurriendo con las indagaciones de la Justicia Especial
para la Paz, en donde otro expresidente, Álvaro Uribe Vélez, dio su
propia versión sobre un conflicto armado que él se ha empeñado en
negar que haya existido jamás.