Transporte escolar, otro dolor de cabeza para los padres de familia | El Nuevo Siglo
Foto Alcaldía de Bogotá
Miércoles, 28 de Octubre de 2020
Redacción Bogotá

La irrupción del covid-19 al país transformó, de manera irremediable y al parecer a largo plazo, una cantidad de acciones que se han tenido que reconfigurar. Tal es el caso, por ejemplo, que hoy buscan resolver los colegios privados con relación a la movilidad de aquellos alumnos que optaron por la semi presencialidad.



El tema es el siguiente: la mayoría de los colegios privados de la capital tercerizan este servicio de sus alumnos, con empresas de transporte especial, que naturalmente luego el colegio cobra a los padres de familia. Considerando que por ley la ocupación de los buses no puede superar el 50%, que los niños que optaron por la semi presencialidad solo están yendo al colegio dos o tres veces a la semana, y que la mayoría de los colegios privados quedan en las afueras de la ciudad, ¿qué está pasando con el servicio de las rutas escolares? ¿Se están incrementando sus costos?

Pues bien, el tema tiene dos componentes. Por una parte, no es que las tarifas del transporte escolar se hayan incrementado, sino que hoy los padres de familia que no tienen la posibilidad de llevar a sus hijos al colegio por temas de distancia, están pagando la misma tarifa por menos servicio.

Y por otra parte, hay que tener en cuenta que la forma en la que se ha abordado este problema no es homogéneo, sino que por el contrario cada colegio ha tenido que negociar este tema, dependiendo del sistema de alternancia escogido por la institución.

Misma tarifa menos servicio

De acuerdo con el Coordinador de la Mesa Nacional de Educación Privada, Fernando Vita, los colegios cobran un rubro denominado, costos educativos, que es en donde se cobra la matrícula y la pensión, y factura también un rubro denominado, cobros periódicos, en donde entran la alimentación y el transporte.

Estos cobros son voluntarios, a diferencia de los costos educativos, pero el pago se debe hacer únicamente sobre el servicio efectivamente prestado. Entonces sucede que como los modelos de alternancia que han adoptado los colegios han reducido los tiempos a la mitad, y los buses solo pueden tener la ocupación en una proporción de silla ocupada por silla desocupada, “lo que está sucediendo es que por la mitad del tiempo, los padres van a tener que pagar la totalidad de la tarifa y eso ha pasado con todas las empresas. Entonces, técnicamente no es que se haya incrementado, porque en la mayoría de los casos la tarifa es la misma pero no costará la mitad por el hecho de haber estado la mitad del tiempo”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el Coordinador de la Mesa Nacional de Educación Privada, Fernando Vita.

Adicionalmente, y considerando que no es que se pague más sino que se paga lo mismo por menos, el coordinador Vita añadió que algunas empresas han decidido negociar y hacer contrato directamente con las familias, pero que otros han hecho la contratación directa con el colegio, que a su vez tiene el contrato con la prestadora del servicio que corresponda.



Por ejemplo, de acuerdo con el gerente del Colegio Bilingüe Hispanoamericano Conde Ansúrez, Javier Gil, su colegio tiene una tarifa consensuada con la empresa de transporte que les presta el servicio de rutas, Lídertrans S.A.

“Nosotros llegamos al acuerdo de una tarifa al día, pero esa tarifa no equivale al mes que pagaba el papá dividido en 24, no. Evidentemente tiene un costo adicional que, no va a generarles una ganancia adicional a los transportistas, no va a ser de beneficio para ninguna de las partes, pero va a lograr el fin social de llevar niños a la escuela presencialmente. Es un modelo consensuado”, añadió el gerente Gil, quien dijo que en su caso (como en todos), la empresa de transporte flexibilizó sus contratos de acuerdo a las necesidades del colegio.  

“Es un reto adicional porque no tienes estándares: así como hoy y esta semana pudieron venir unos grados a estudiar y puedes tener una ruta escolar con el 50% de su ocupación circulando, al otro día pueda ser que dos niños de esa área no vinieron ya fuera por síntomas, por prevención o por cualquier otra situación, entonces no hay un estándar fijo de niños por ruta y por zona”, sostuvo.

Trayectos

Ahora, hay otro tema adicional que ha dificultado la forma de solucionar este problema, y es el de las distancias.

La mayoría de los colegios privados de Bogotá quedan en el borde norte de la ciudad, específicamente de la calle 200 hacia adelante. En ese orden de ideas, los buses no alcanzan a hacer dos recorridos, y si una ruta se desplaza al colegio de destino, probablemente el bus tendrá que quedarse en el colegio hasta la salida de los estudiantes.

“En el modelo de alternancia la mayoría de los colegios han reducido los horarios y están saliendo más temprano. Hay colegios más urbanos y las empresas transportadoras contratadas por los mismos alcanzarán a hacer más recorridos, por lo que el transportador podrá negociar de otra forma, pero el que está muy al norte necesita un bus por ruta y eso incrementa los costos”, precisó el coordinador Vita.



A este respecto, el rector del Colegio Bilingüe Hispanoamericano explicó que los colegios de Bogotá no pueden tener más del 35% de su capacidad, y en el caso particular del colegio que él dirige, de los estudiantes programados para la semi presencialidad, alrededor del 50% de los mismos están haciendo uso de las rutas y el otro 50% están siendo transportados por los padres de familia. Pero ojo, esto se ha debido a la ubicación geográfica del mismo.

“Nosotros estamos en San José de Bavaria pero un colegio que este a las afueras de la ciudad, pues necesitará casi que en un 100% del servicio de rutas, pues el desplazamiento es muy complicado”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el gerente Gil.

Por último, el Coordinador precisó que, pese a las dificultades que se han generado con relación al desplazamiento educativo en la semi presencialidad, “las empresas especializadas en transporte escolar también están un poco contra la pared y con tal de poder operar están tratando de tomar los contratos a como dé lugar, siempre y cuando las inversiones adicionales que hayan tenido que hacer no vayan en contra de tener que sacrificar costos de mantenimiento, que sería perverso”, finalizó diciendo el Coordinador.