Los campesinos que tenían retenidos a 180 soldados en zona rural de Tibú, Norte de Santander, dejaron en libertad a los uniformados después de entablar conversaciones con el Gobierno Nacional.
El personero de Tibú, Jhon Ascanio, dio a conocer la noticia después de la reunión en el Catatumbo: "Luego de la verificación realizada en la zona, la comunidad se reunió con la comisión y voluntariamente han decidido levantar el cerco humanitario y se firma un acta de compromiso".
Previamente el ministro de Defensa, Diego Molano, calificó de "secuestro" lo que sucedió en la zona y el peligroso arraigo que hay en los cultivos ilícitos.
“Pretender retener soldados que cumplen con erradicación de cultivos ilícitos en Catatumbo es un secuestro y demuestra que el narcotráfico es la mayor amenaza a la democracia. Contra los que así proceden, la respuesta es la ley. No aceptamos chantajes contra la autoridad y la ley”, mencionó a través de Twitter el ministro.
El hecho también generó el rechazo del Alto Comisionado para la Paz, Juan Camilo Restrepo Gómez: “Nuestro Ejército de Colombia está constituido para defender la vida, honra, y bienes colombianos y es precisamente bajo el cumplimiento de su deber que se encuentran en la zona. Llegar con todos los programas y oferta institucional es la manera en cómo consolidamos la paz con legalidad”.
De acuerdo con el comandante de la Segunda División del Ejército, el brigadier general Omar Esteban Sepúlveda Carvajal, los hechos ocurrieron cuando tres pelotones, se encontraban adelantando labores de erradicación de cultivos ilícitos lo que generó malestar a la comunidad que puso resistencia, al día siguiente, 3 grupos más de soldados fueron inmovilizados.
“A los soldados inicialmente les hicieron una asonada en el cual más de 200 campesinos los fueron acorralando, intentaron raparle los fusiles, intentaron golpearlos. Los soldados no han hecho uso de las armas, han respetado la distancia para no entrar en confrontación con los campesinos a raíz de todos estos improperios”, agregó el oficial.
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La Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), también advirtió que en zona rural de Cúcuta la comunidad decidió crear asentamientos campesinos para exigir que la erradicación se haga de manera gradual y concertada. Lo mismo ocurre en la vereda Orú 7 de Tibú.
“Hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que respeten los derechos de las comunidades, dado a que en la ejecución de erradicaciones del año 2020 se presentó el homicidio de dos campesinos presuntamente por parte de la fuerza pública”, señala en un comunicado.
Uno de los voceros de una asociación campesina que se identificó como "Junior" dijo que retuvieron a los soldados en protesta porque -aseguran- el gobierno incumplió sus compromisos en el programa de sustitución de sembradíos de hoja de coca por cultivos lícitos.
El municipio de Tibú, Norte Santander, forma parte de la llamada región del Catatumbo, el territorio con más narcocultivos del mundo.
En la zona hay unas 40.084 hectáreas sembradas con hoja de coca, según el último informe de la ONU de 2020, en el cual detalla que Colombia se mantiene como el mayor exportador mundial de cocaína, con una cifra récord de producción de 1.010 toneladas en 2020, y Estados Unidos el principal consumidor de esa droga.