Rafael Nieto Loaiza sostiene que el gran desafío futuro de Colombia es implementar un plan de choque para la generación de empleo, que ayude, de paso, a combatir la pobreza.

EL NUEVO SIGLO: Su nombre se ha mencionado como precandidato presidencial. ¿Cómo va esa causa?

RAFAEL NIETO LOAIZA: No es el momento para hablar de precandidaturas. Este Gobierno lleva apenas dos años y los períodos de precampaña se hacen mucho más polarizantes, más agresivos, y no siempre buscando lo mejor para el país sino lo que  resulte mejor para los partidos o candidatos en sus campañas. Creo, por tanto que no es el momento de estar aireando precandidaturas con tanto tiempo de anticipación.

Lo que sí estoy haciendo es recorriendo el país, primero virtualmente y ahora presencialmente en un conjunto de conversaciones para entender lo más profundo de Colombia: dónde están los intereses, las expectativas y más necesidades de todos los colombianos.

ENS: ¿Pero a usted le gusta la idea de ser precandidato?

RNL: No he descartado la idea de volver a presentar mi nombre pero tampoco he decidido tal cosa.

ENS: ¿En sus conversaciones con la gente, qué le dicen los colombianos?

RNL: Yo no dudo que la principal preocupación en este momento de los colombianos son la falta de empleo y la pobreza. El confinamiento que se decretó para contener la tasa de contagio del covid-19 afectó a miles y miles de micro, pequeñas y medianas empresas y a muchos independientes, y eso ha hecho que la tasa de desempleo haya crecido en unos pocos meses en más de 50%. En Colombia el desempleo está íntimamente ligado a la pobreza. Son muchos los que perdiendo el empleo terminan cayendo en la pobreza y arrastrando a su núcleo familiar.

El gran desafío que tenemos el Estado, la ciudadanía y todos los ciudadanos es implementar un plan de choque que permita generar tanto empleo como sea posible y de la manera más rápida que se pueda.

ENS: ¿Qué le dice la gente sobre el desempeño del Gobierno en estos aspectos?

RNL: La gente manifiesta una aprobación sobre la gestión en salud pública y el manejo que le hadado el Gobierno a la pandemia, y creo que esa apreciación positiva es correcta. El Gobierno duplicó la capacidad de UCI en el país en unos pocos meses, y eso amerita aplauso.

De otro lado también se ha reducido a la mitad la tasa de contagio, y eso lo reconocen los ciudadanos. La gran preocupación ahora es que la decisión de confinamiento prolongada en el tiempo ha afectado a millones de personas y eso ha generado esta crisis económica de la que hemos hablado.

ENS: ¿Cómo ve el anuncio de referendo que hizo el expresidente Álvaro Uribe para derogar la JEP?

RNL: El presidente Uribe no ha decidido si ese referendo es para reformar la JEP o para derogarla, pero esa posición no debe ser criticada porque el expresidente Santos decidió someter el proceso de paz a un plebiscito y lo perdió, pero sí implementaron el acuerdo en contra de los ciudadanos. Entonces someter la JEP a la voluntad ciudadana no creo que sea reprobable.

ENS: El país otra vez está en boca de la comunidad internacional por cuenta del asesinato sistemático de excombatientes. ¿Cómo ve la situación?

RNL: Las cifras del año pasado no son buenas. Medicina Legal registra 50 desmovilizados asesinados, no distingue si todos son de las Farc o de otros grupos desmovilizados pero no deja de ser una cifra significativa.  Ahora, de todas formas es una cifra menor que los 11.880 colombianos asesinados el año pasado, lo que sí sigue siendo muy alta. Es casi cuatro veces más que el promedio mundial si se compara desde 2017, y es ciertamente inaceptable.

Lo más preocupante es que esa tasa de homicidios sigue siendo mayor que la que teníamos en 2015, antes de la firma del acuerdo de paz con las Farc. La pregunta que surge, por tanto, es ¿por qué no disminuyen las cifras de asesinatos?.

ENS: ¿Y usted tiene alguna explicación?

RNL: Yo tengo la firme convicción de que hay un fuerte vínculo con el narcotráfico. Aún si se les considera la buena fe a quienes negociaron el pacto de paz con las Farc, lo cierto es que durante la negociación y en el pacto mismo se tomó una serie de decisiones que en lugar de disminuir el narcotráfico, lo han alentado. Yo creo que esa es la razón de fondo en virtud de la cual los asesinatos en lugar de disminuir aumentan. En Colombia el narcotráfico ha sido la gasolina de los grupos violentos y el motor del conflicto.