Aprendamos de Irlanda | El Nuevo Siglo
Miércoles, 2 de Diciembre de 2020

En mi columna anterior expliqué la importancia de conocer el grado de libertad económica de los países, y de hacer reformas que mejoren la posición de Colombia en este aspecto. Según el índice de Libertad Económica de 2020, publicado hace poco por la Heritage Foundation, Colombia ocupa el puesto 45 entre 180 países y es considerado como un país de libertad moderada. Tenemos grandes retos en materia de derechos de propiedad, lucha contra la corrupción, eficiencia de la justicia y carga fiscal.

En 1995 (año en el que se produjo por primera vez este índice) Irlanda también era considerado como un país de libertad moderada, su puntaje era similar al de Colombia. Pero, a diferencia de nuestra realidad, estaba en camino a convertirse en un país más libre. En 1997 se convierte en un país mayoritariamente libre, y en el 2001 pasa al selecto grupo de países libres. ¿Qué hizo?

Irlanda logra su independencia del Reino Unido en el año 1922. En esos años toma malas decisiones que lo llevan a disminuir su productividad, a ser un país ineficiente y en consecuencia poco competitivo. Los años posteriores a su independencia estuvieron enmarcados por estrictas políticas de proteccionismo, estatización de empresas y creación de monopolios, lo que algunos economistas llaman como industrializarse hacia adentro. Estas decisiones produjeron una inmensa crisis económica, obligando a millones a salir a buscar un mejor destino en otros lugares del mundo. La población se redujo a la mitad en estos años.

En el año 1957, durante el gobierno de O´Kelly, el país decide cambiar su modelo económico. Decide reducir las barreras al comercio, empieza a disminuir impuestos, y genera seguridad jurídica para la inversión. En 1973 se une a la Comunidad Económica Europea y le apuesta al libre mercado. La llegada de la competencia, y de la libertad para escoger bienes y servicios, hizo que muchos productores locales no fueran capaces de innovar y cerraran, el desempleo aumentó.

Adicionalmente, a pesar de disminuir la carga fiscal a las empresas, tenían impuestos muy altos a las personas naturales. La legislación para contratar y despedir trabajadores era estricta y restrictiva. Los trabajadores pagaban hasta el 60% de su salario en impuestos.  En 1987 el desempleo llegó al 17%.

Ese mismo año, Charles Haughey gana las elecciones con la convicción que de nada servía abrir la economía si no se modernizaba. Las grandes empresas como Apple y Oracle establecieron su sede fiscal allí, pero no contrataban grandes sumas de trabajadores, por las estrictas regulaciones en materia laboral.

Haughey disminuye considerablemente los impuestos sobre la nómina, flexibiliza el mercado laboral, disminuye el gasto público, elimina las regulaciones al a competencia, flexibiliza el mercado laboral y reduce todavía más los impuestos. ¿Cuál fue el resultado? El PIB per cápita pasó de USD8.220 en 1987 a USD 62.210 en 2019.

Irlanda en 1987 tenía políticas fiscales y laborales similares a las de Colombia hoy. Si queremos pasar al selecto grupo de los países exitosos tenemos mucho que aprender.