Caída de la “Segunda Marquetalia” | El Nuevo Siglo
Martes, 7 de Diciembre de 2021

* El conflicto que se ganó Maduro

* La expansión de las disidencias

 

 

Es lógico que en un país que conoce como ninguno los gigantescos estragos y la barbarie causada durante tantos años por los reincidentes de las Farc, aglutinados en la llamada “Segunda Marquetalia”, se produzca una conmoción mediática al saberlos “fuera de circulación”, como dijo el presidente Iván Duque.

En efecto, las muertes así confirmadas por el gobierno de alias “El paisa” y “Romaña” son la demostración de que, ni aún bajo la protección del régimen madurista, era factible crear una guerrilla en estos tiempos de altísima tecnología, armas inteligentes y acciones inmediatas, donde es prácticamente imposible protegerse en ninguna guarida terrorista.

No obstante, las diferentes versiones no permiten inferir a hoy cuáles fueron exactamente las circunstancias en que ocurrieron los hechos, a poco más de 100 kilómetros a la redonda de Arauca, pero en buena medida puede concluirse que no fue una operación de las fuerzas colombianas, sino más bien resultado, al tenor de lo dicho por fuentes policiales locales, de los combates entre los reincidentes y disidentes de las Farc por los corredores estratégicos y el control territorial de zonas cruciales del país vecino. Para el caso, se entiende por reincidentes los que abandonaron el proceso de paz entre el gobierno Santos y las Farc, volviendo al monte, y por disidentes los que nunca estuvieron de acuerdo con la desmovilización y se mantuvieron en los planes subversivos previos.  

Fuere lo que sea, lo primero que salta a la vista es que el gobierno de Nicolás Maduro está lejos de mantener la soberanía sobre su nación y que ha importado el conflicto colombiano de modo ampliamente lesivo para sus compatriotas. Si lo que pretendía era hacer una cabeza de puente contra Colombia, con el terrorismo guerrillero de avanzada, lo que se demuestra ostensiblemente es que la espuria estrategia se le ha devuelto como un bumerán.

Efectivamente, cuando las autoridades colombianas estaban en vías de confirmar la muerte de “El paisa”, producida hace un par de días, se encontraron igualmente ayer con que “Romaña” también había sido abatido. Es decir que, de comprobarse la autoría de las disidencias contra las reincidencias de las Farc, puede decirse que las primeras tienen un poder creciente. Y que a partir de la situación de estos días podrán actuar a gusto en territorio venezolano, ya que puede darse por descontado que el régimen madurista permanecerá inerte y como si nada hubiese ocurrido.

Otras hipótesis indican que la caída de los jefes de las reincidencias, causantes de tanto terror en Colombia por varios lustros, se debió a mercenarios que cobrarían las recompensas internacionales prometidas. También están, de otra parte, las que señalan la intervención de fuerzas especiales, incluso de Estados Unidos, que no estarían interesadas en que se sepa su autoría. Y de ahí para allá se dan todo tipo de posibilidades conspirativas, como aquella de que las noticias son falsas y apenas una treta de los propios terroristas para hacerse pasar por muertos. De otra parte, también se señala con mayor rigor que son ajustes de cuentas entre los propios integrantes de las reincidencias y pleitos por las caletas derivadas del tráfico de estupefacientes.

En todo caso, acorde con lo informado por el general Jorge Luis Vargas, comandante de la Policía Nacional, la muerte de alias “El paisa” está prácticamente confirmada. En tanto, la inteligencia policial que cubre la frontera colombiana también ha dejado entrever lo mismo en el caso de “Romaña”, pendientes de reconfirmación nacional, pero que en esa medida es de tener en cuenta.

En ese sentido, bien fuera porque los terroristas cayeron fruto de los pleitos internos o por un ataque de las disidencias, como también se dijo en su momento del ya abatido “Santrich”, el punto es que las últimas tienen las de ganar en ambos casos. Efectivamente, la consolidación de las disidencias en territorio venezolano y el control de los corredores estratégicos y las rutas de las drogas ilícitas es, desde hace tiempo, su objetivo primordial y así han actuado en consecuencia para conseguir un acumulado que les permita un accionar más drástico en Colombia. De tal modo y en plata blanca sería el cambio de unos terroristas por otros.

En esa dirección, aparte de la importancia de la noticia por la extinción en la práctica de la llamada “Segunda Marquetalia”, y la expectativa de lo que pueda suceder con su jefe y ex negociador de paz, alias “Iván Márquez”, desde el punto de vista institucional el gobierno Duque no puede cejar en su estrategia contra las disidencias de las Farc. Ahora que parecen contar con el monopolio en esa zona venezolana, con mayor razón, tal y como hizo el Eln en el Catatumbo.