Mínimo el 10% | El Nuevo Siglo
Jueves, 6 de Diciembre de 2018

EN un clima social lleno de nubarrones, agitación política y enredos en el entorno judicial del país, inicia la concertación para reajustar el salario mínimo de los trabajadores colombianos en 2019.

Al mismo tiempo, economía anda floja y consumo de hogares no levanta cabeza.

Negociadores del Gobierno, empresas y sindicatos comienzan a mover cartas del incremento salarial para 2 millones de trabajadores en momentos en que las ventas con efectivo y dinero plástico en el comercio son escasas.

Además, el ánimo de patronos y centrales obreras está influenciado por el rumbo que tome en el Congreso controvertida ley gubernamental de financiamiento.

La economía en ningún caso crecerá arriba de 3% este año.

Hay cerca de 2, 5 millones de desempleados. Debe agregarse cifra de al menos 500 mil personas sin trabajo en el sector rural.

Inversión privada no arranca firme en este Gobierno debido a incertidumbre por ley de financiamiento.

Inversores extranjeros que miran hacia Colombia guardan cautela por molestia que les causa una nueva reforma tributaria.

Teniendo en cuenta que a la economía no le va bien, los empresarios van a ser medidos en su propuesta salarial.

En el mejor de los casos, patronos se moverán alrededor de aumento del 5%, aunque podrían finalmente aceptar uno o dos puntos más.

Gobierno estará en la misma órbita, cercano al 5%, aunque podría irse al 7%.

Los voceros de trabajadores de entrada estarán con petición no inferior al 10%.

Subir el salario mínimo 10% dejaría conformes a centrales obreras.

No se descarta que negociación tripartita analice alguna alternativa complementaria al ajuste salarial. Un bono mensual a trabajadores, no grabado por nómina, vendría bien.

En el mejor escenario, aumentar 10% el sueldo mensual de trabajadores en 2019, no implicará mayores sacrificios a las empresas.

Muchas compañías en Colombia ya utilizan figura de los bonos para estimular a sus empleados.

Adicional al pago por nómina los trabajadores con mejor desempeño y productividad podrían recibir un bono o pago extra. Sería adicional a horas extras y dominicales. El bono se podría dar incluso para comprar bienes de la canasta familiar, no en efectivo.

Tendría ventaja de no ‘inflar’ pago de primas legales.

Sin embargo, otra opción estaría vinculada a darle cada seis meses una bonificación o beneficio al trabajador.

Se les entregaría a todos los trabajadores de una empresa. Otras compañías podrían establecer una prima o estímulo adicional para empleados más rendidores, aunque ello podría enrarecer el clima laboral de las empresas.

Si directivos o dueños de compañías ven enredado el sistema de bonos, primas extras o bonificaciones, la vía más directa es acceder a un digno reajuste del salario para 2019.

Productividad, competitividad, innovación, modernización, emprendimiento y crecimiento de las empresas está determinado en ato grado por el nivel salarial de sus trabajadores.

Ojalá el salario mínimo lo fijara en $1 millón. Decir que es mucho, es vivir fuera de lugar.

Mayores ingresos de trabajadores reflejan empresas más felices.