Veinte años | El Nuevo Siglo
Sábado, 22 de Diciembre de 2018

CON  una odiosa regularidad, desde el 8 de mayo de 1997, han venido apareciendo unos escritos semanales en este diario lo que bien puede significar que los lectores, si los hay,  han tenido la paciencia de leer en estos veinte años ya vencidos, las reacciones sobre hechos y actividades nacionales e internacionales que le merecieron atención para quedar recogidas en algo así, como dos cientos cincuenta artículos, si así pueden llamarse las colaboraciones que me he permitido escribir, gracias a la amable invitación que me hiciera mi buen amigo Juan Pablo Uribe, quien por esa época se desempeñaba como Director de este diario, que sigue siendo un vehículo de información invaluable sobre acontecimientos que merecen la atención de todos los lectores, con especial dedicación y compostura.

No ha dejado de lado el talante conservador, sin arrogancias ni exclusividades, por lo cual goza de un prestigio envidiable. Deseo hacer abstracción del contenido de mis escritos, pero sin lugar a dudas sus colaboradores pueden calificarse como de la élite de la inteligencia nacional, reconocidos como tales en todo el país.  Ha sido un digno sucesor de El Siglo fundado en 1936 por Laureano Gómez y José de la Vega; es un periódico  con ochenta años de vida y sigue tan campante como decía una publicidad  para alabar la calidad de lo ofrecido. Su formato es de unas características que lo hace de una  fácil lectura y manejo.

La obligación que se han impuesto quienes de escribir semanalmente es muy grata.  A partir de la fecha de la última publicación, para quienes no somos profesionales como periodistas, comienza la tarea de escoger el tema; muchas veces éstos atropellen y no hay necesidad de pensar mucho sino para escribir; siempre pienso que sobre los acontecimientos diarios los posibles lectores están debidamente informados así lo pertinente es aportar los puntos de vista sobre ellos.

Pero cuando quien escribe se abstrae de lo que está sucediendo, la cuestión se circunscribe a mencionar asuntos que aunque no tengan que ver con acontecimientos diarios el asunto se remite a mencionar temas que se consideren de interés. Asuntos internacionales suelen serlo; el New York Times, el Manchester Guardian, Der Spiegel y otros,  suelen traer comentarios valiosos a los cuales hay que atribuirles el sentido común de sus países de origen para poder apreciar cómo es la manera como ven nuestras cosas por allá.

 Terminado el anterior escrito por fin llegó lo que se esperaba con respecto a la actitud del gobierno con respecto a Uribito. No ha sido precisamente la actitud diplomática más acertada que se  pueda concebir. Nos expusimos a una respuesta bastante dura por parte de las autoridades judiciales norteamericanas.  Las opiniones que tienen con respecto al caso son bastante claras para la justicia gringa, lo que nos lleva a pensar a concluir que todo terminará con el envío de Uribito  a pagar su condena aquí.