Feria del libro de Guadalajara | El Nuevo Siglo
Miércoles, 11 de Diciembre de 2019

Ir a la hermosa Guadalajara es siempre maravilloso; una cuidad privilegiada por su monumental herencia colonial y cultural, su sabor tapatío y la alegría y amabilidad de sus gentes. Es mejor aun cuando se va para asistir a la Feria del Libro, conocida como la FIL, la segunda más importante del mundo, después de la de Fráncfort y la más importante de las que se celebran en los países hispanoparlantes.  

El 30 de noviembre abrió sus puertas la FIL, edición 32, con una asistencia masiva de editoriales, agentes literarios, escritores, traductores, correctores, libreros y multitud de lectores, de muchas nacionalidades, ávidos por encontrar lo último en libros y oír a algunos de los escritores más destacados del mundo.

Ese día tuve la alegría de estar presente durante el lanzamiento de Resistir, Antología de Poesía Latinoamericana 2020.  Bellamente editada, en formato bilingüe, español-francés, en la cual mi poesía fue incluida.

En dicha antología están representados 14 países iberoamericanos y fue elaborada con la colaboración del PEN, Francia, bajo la dirección de la poeta Rocío Duran-Barba.

El 2 de diciembre Colombia inauguró su stand, el mayor entre los países asistentes, con el apoyo de la embajada de Colombia en México, ProColombia, el Ministerio de Cultura y la Cámara Colombiana del Libro. Nuestra distinguida embajadora, Patricia Cárdenas, hizo una excelente y aplaudida presentación.

El presidente de la Cámara del Libro, Enrique González Villa, mencionó la importancia que ha adquirido la Feria del Libro de Bogotá (Filbo) con una asistencia, este año, de 605.000 personas, de las cuales el 30 por ciento participó en conferencias y otros actos culturales. Celebró que las 17 ferias adicionales de libros efectuadas, en el último año, en toda Colombia, hallan recibido la visita de 1’700 mil personas, teniendo como consecuencia la formación de nuevos amantes de la lectura, lo que se refleja en el aumento del número de libros leídos anualmente por quienes dicen ser lectores, el cual, hace apenas una década, no pasaba de ser 1 y hoy aumentó a más de 5 libros. Buena cifra, aunque según Gonzales: “todavía lejos de nuestros objetivos, pero progresando sólidamente”. Esto, naturalmente, ha traído un saludable crecimiento de la industria editorial en todos sus aspectos.   

Fue muy reconfortante ver cuantas universidades, editoriales, libreros y escritores colombianos estaban representados en el stand y el ahínco con que se promocionaron sus productos; en especial, el trabajo del equipo de ProColombia encabezado por su directora Adriana Gutiérrez. Vi a todos, incansablemente, atender compradores, libreros, lectores interesados o simples curiosos. ¡Así se hace patria! Hubo orgullo colombiano.

Para mí, fue emocionante encontrar entre los libros ofrecidos el hermoso Ellas Cantan, Antología de poetas iberoamericanas, publicado por la Universidad Externado de Colombia, otra de las antologías en que este año tuve el honor de ser incluida.

Con tristeza me despedí de esta dinámica Feria y de Guadalajara, su exquisita, aunque muy picante gastronomía, del centro histórico de la ciudad: su gran Catedral, el Teatro Degollado y las bellas plazas y fuentes que lo circundan, los brutalmente descriptivos murales de Orozco, y del Estado de Jalisco y sus pueblos “mágicos” como Tequila y Tlaquepaque, y, por qué no decirlo, del excelente tequila, extraído del “sagrado” agave azul producido en estas tierras. ¡Volveré!