Ojo con las ofertas engañosas, no todo lo que brilla es oro | El Nuevo Siglo
Las plataformas digitales son también terreno fértil para quienes buscan obtener beneficios mediante ofertas no convencionales. / Foto Ámbito Jurídico
Viernes, 20 de Septiembre de 2024
Redacción Cultura

"2×1: Lleve 2 y pague 1", el "segundo a mitad de precio", el "segundo con 70 % de descuento" o el producto con "regalo sorpresa" son algunas de las ofertas y promociones que los consumidores pueden encontrar en supermercados y distintos comercios.

Este tipo de promociones no se dan solo en períodos de rebajas, se suelen hacer durante todo el año. Muchas veces obedecen a que los supermercados desean salir de las existencias de productos que pudieran haber sobrado.

Ocurren en comercios de barrio y también en grandes supermercados. Pueden verse en pequeños negocios de ropa, farmacias y ferreterías, o bien en importantes líneas aéreas, entre muchos otros casos. Y, si no se presta atención, es fácil caer.

Las ofertas son usualmente llamativas, con etiquetas de colores, letras y números grandes, y el consumidor las puede entender como oportunidad de ahorro. Pero antes de acceder a ellas es importante preguntarse: ¿en realidad lo necesitamos? Si la respuesta es NO, entonces la oferta no es tal y solo favorecemos el consumismo.

En algún momento hemos sido víctimas o al menos visto una pieza de publicidad que promete algo sobre una marca o producto y que termina siendo un fraude o un engaño. Recuerde que no todo lo que brilla es oro.

Las campañas de mercadotecnia suelen presentar productos o servicios de forma utópica, mostrando su mejor cara. Esta disparidad entre la versión idealizada y el producto real puede inducir a error a los consumidores.

Por ejemplo, los productos de belleza son conocidos por utilizar la edición de fotografías para mostrar una piel perfecta. En realidad, lograr esos resultados puede requerir algo más que el producto anunciado.

Una de las consecuencias de este tipo de campañas es que establecen expectativas poco realistas para los consumidores. Las personas pueden comprar un producto creyendo que transformará sus vidas, pero se sienten decepcionadas.

Lleve una lista

Lo recomendable es que si va al supermercado lleve una lista de lo que en realidad necesite y falte en el hogar. De esta forma llegará con unos objetivos concretos y no divagará por los pasillos echando cosas de manera alocada al carrito.

Otra recomendación es comparar los precios para comprobar que lo que se promociona es real y conveniente. Haga el siguiente ejercicio: para las promociones en las que regalan una segunda unidad del producto, sume los costos de las dos unidades por separado para ver si realmente está ahorrando o si el ahorro es ínfimo.

Es muy necesario también fijarse en la fecha de caducidad del producto ofertado. A veces la gente se ve tentada a llevarse varios artículos para tener la promoción 2×1 o 3×2, o productos de tamaño familiar, pero que realmente no dan tiempo a consumirlos antes de la fecha de caducidad. Por lo tanto, constituyen un gasto innecesario en lugar de un ahorro.

La recomendación final para el consumidor es que siempre lea la letra pequeña. Es importante informarse de las condiciones y requisitos de la oferta para poder beneficiarse de ella. Es frecuente que haya excepciones o limitaciones que emerjan a la hora de pagar e impidan el precio reducido.

Casos más recurrentes

Desde la Superintendencia de Industria y Comercio se muestra cuándo se está frente a un eventual caso de publicidad engañosa:

-Se omite información necesaria para la adecuada comprensión de la pauta comercial.

-Cuando la información indispensable para el adecuado manejo, mantenimiento, forma de empleo, uso del bien y/o servicio, así como precauciones sobre posibles riesgos, no está en español.

-La información sobre restricciones, limitaciones, excepciones y condiciones adicionales para la adquisición del producto o servicio no se incluye en la pauta comercial y no tiene similar notoriedad al ofrecimiento del producto o servicio que se anuncia.

-Se ofrecen productos o incentivos con deficiencias o imperfectos, usados, remanufacturados, remodelados o reconstruidos, próximos a vencerse y de colecciones o modelos anteriores, sin indicar tales circunstancias de manera clara y precisa en la pauta comercial.

-Se ofrecen de manera gratuita productos, servicios o incentivos y su entrega depende del cumplimiento de alguna condición por parte del consumidor que no se indica en la propaganda comercial.

Evite caer en la trampa

Es importante que, como consumidor, lea atentamente las condiciones y restricciones de los productos o servicios que va a comprar, sobre todo de aquellos que se comercializan en promoción. Otras recomendaciones a tener en cuenta:

-Al realizar una compra debe percatarse de que el valor anunciado corresponda al precio total del producto, incluidos los impuestos o cualquier cargo adicional a que hubiere lugar, es decir, debe incluir el IVA.

-Observe bien el contenido neto de un producto y el tamaño de su envase; pueden presentarse diferencias.

-En el evento en que aparezcan dos o más precios, sólo estará obligado al pago del precio más bajo. Si al momento de pagar un producto el precio en registradora es superior al precio indicado en el empaque o fijado en lista, tendrá derecho a que se le cobre el precio anunciado.

-Si va a realizar compras por comercio electrónico, es importante que se dirija a la página web oficial del establecimiento y se asegure de ver un candado en la parte izquierda de la dirección web.

En internet

Las plataformas digitales son también terreno fértil para quienes buscan obtener beneficios mediante ofertas fraudulentas, cuya forma más frecuente de presentación en la web es la publicidad engañosa, la cual difunde un mensaje induciendo a error a los usuarios, es decir, básicamente cuentan una falsa historia, de forma que, al comprar un producto, el usuario se percata de que no es el mismo que habían anunciado. Este tipo de publicidad es ilegal.

¿Qué se debe tener presente para hacer compras en la web?

Acudir a páginas reconocidas, leer comentarios de otros usuarios y no hacer la compra si el sitio no genera confianza.

Revisar redes sociales para ver si se anuncian promociones en los próximos días y así aprovecharlas.

Comparar precios del mismo producto en diferentes páginas, para esto se puede usar la herramienta Google Shopping.

Asegurarse de que lo que se compra cuenta con un buen tiempo de garantía, sobre todo si son electrodomésticos o artículos para el hogar que sean de cuantías importantes.

Si la compra es de ropa, asegurarse de conocer previamente los tallajes de la marca para evitar devoluciones y sobrecostos.

Al usar la tarjeta de crédito se pueden obtener beneficios como millas y puntos, pero lo recomendado es poner estas compras máximo a una cuota para evitar el endeudamiento.

Existen decenas de ejemplos de marcas que han perdido no solo clientes, sino millones de dólares en procesos legales que pueden ir desde una persona, hasta una acción legal colectiva. Esto genera desconfianza en los clientes potenciales y hasta en los seguidores fieles de la marca. Un escándalo proveniente de la publicidad desleal suele ser un golpe duro del que cuesta mucho trabajo recobrarse.

 

DESTACADO: En algún momento hemos visto una pieza de publicidad que promete algo sobre una marca o producto y que termina siendo un fraude o un engaño