A futuro la Comisión Colombiana de Fútbol de Amputados busca tener los recursos para poder costear los uniformes, la alimentación y el transporte de sus jugadores,
Alexander Vargas cuenta que en la Comisión Colombiana de Fútbol de Amputados, institución que él preside, hay excombatientes de las Farc, exparamiliatres, civiles, expolicías y antiguos miembros del Ejército.
Los jugadores tienen dos cosas en común: son sobrevivientes de minas antipersonales y aman el fútbol. “Aquí no hay guerrilla ni Ejército. Aquí solo hay Selección Colombia”, dice orgulloso.
Vargas es un hombre menudo, de ojos vivaces y paso acelerado. Narra su vida anterior en tercera persona: “Alexander Vargas fue reclutado por el grupo armado Farc, el Frente 14, cuando era tan solo un niño. Fue separado de su familia”. Añade que, luego de considerarse por años como enemigo de la sociedad, encontró en el fútbol una herramienta de reconciliación.
Habla rápido y alto, tanto cuando está dando instrucciones a los jugadores en la cancha como cuando responde entrevistas a los medios que le preguntan una y otra vez cómo se le ocurrió la idea adaptar el fútbol a la modalidad de prótesis.
Se inspiró en Martin Hofbauer, un futbolista austriaco a quien en 2013 la FIFA autorizó para jugar partidos oficiales con una prótesis en su pierna derecha. Aunque Martin murió en 2015 debido a un cáncer, dejó un legado inmenso que le sirvió a Alexander para apostarle a una nueva modalidad de fútbol que en Colombia ya tiene 5 clubes, 100 jugadores y una selección colombiana de fútbol.
“Jugar fútbol nos ha ayudado a aceptarnos tal y como somos. La mayoría de las personas en situación de discapacidad no aceptan la condición en la que están. Por medio del deporte hemos encontrado resiliencia que luego se convierte en resistencia”, cuanta Alexander.
“Las familias que antes nos abandonaban ahora nos acompañan a la cancha y llenamos estadios deportivos a nivel nacional”, añade.
Este jueves Alexander y su equipo jugaron en Bogotá un partido amistoso con jugadores de la Unidad para las Víctimas, congresistas y humoristas famosos que fue organizado por la Unidad para las Víctimas en el Día de sensibilización Víctimas de Minas Antipersona que se conmemora cada año el 4 de abril.
“Cuando están en la cancha ellos se sienten más grandes que un James, más grandes que un Falcao”, dice Alexander.
A futuro la Comisión Colombiana de Fútbol de Amputados busca tener los recursos para poder costear los uniformes, la alimentación y el transporte de sus jugadores, ya que hoy en día no tienen ningún tipo de apoyo económico.
Además, están buscando organizar un mundial de fútbol de amputados y ya tienen contacto con otros países que quieren unirse a la modalidad, entre ellos Argentina, Brasil y Nigeria.
Alexander considera que esta es una oportunidad para mostrarle al país que la reconciliación es posible. “Este es un proceso que está demostrando que el país sí sale adelante pero que necesitamos inversión. Esto no es solo hablar”, dice. Ver al equipo en la cancha le da un nuevo significado a la expresión “juego bonito”.