¿Por qué fracasaron en Liga equipos bogotanos? | El Nuevo Siglo
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Lunes, 7 de Mayo de 2018
Redacción Deportes
Diferentes factores incidieron en el rendimiento de Millonarios, Equidad y Santa Fe a lo largo del torneo, por lo que desde ahora mismo es necesario empezar a trabajar pensando en el segundo semestre de este año, en el que deben recuperar la fe de sus aficionados

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Hace apenas cinco meses se celebraba que por primera vez en la historia del fútbol profesional colombiano, un derbi capitalino, definía el título y hoy se lamenta que ninguno de los tres representantes de la capital, Millonarios, Santa Fe y Equidad, logró avanzar a los cuartos de final de la Liga Águila.

Si bien es cierto que muy pocos son los equipos que han logrado repetir título, se esperaba que por lo menos los azules y los albirrojos estuvieran entre los ocho, puesto que los aseguradores mostraron algunas flaquezas.

¿Cuáles son las razones del estruendoso fracaso de los tres equipos bogotanos en esta Liga?

  1. Cuestión de técnico. Aunque las razones son bien diferentes, los dos clubes más tradicionales del balompié capitalino afrontaron dificultades con sus directores técnicos.

Por los lados de Millonarios, la cuestión fue difícil por la enfermedad que padeció Miguel Ángel Russo después de la operación a que fue sometido tras ganar el título el pasado 17 de diciembre. La bacteria que le produjo un deterioro en su salud, lo mantuvo alejado del banco técnico por casi cuatro meses; y si bien es cierto que su asistente Hugo Gottardi lo hizo bien, en muchos partidos se notó la falta de motivación que solo Russo sabe darle al plantel. También hay que reconocer que se tomaron decisiones erradas en la escogencia de la nómina o en los cambios.

Por los lados de Santa Fe, la situación obedeció más a decisiones de la Junta Directiva. Desde que se conoció que a Gregorio Pérez no le interesaban Omar Pérez y Luis Manuel Seijas, el presidente del club, César Pastrana, mostró su disgusto y poco a poco se fue a distancia del estratega uruguayo, hasta que finalmente anunció que ya el charrúa no era más el adiestrador de los ‘Leones’.

A lo largo del torneo y de la Copa Libertadores se notó que algo estaba pasando al interior del plantel y hasta se ha llegado a rumorar que finalmente la salida de Omar Pérez tuvo mucho que ver en el despido del entrenador.

En Equidad no hubo problemas de técnico y por el contrario, la continuidad de Luis Fernando Suárez alimentó la ilusión de la clasificación, pero el plantel quedó en deuda.

  1. Los refuerzos. Los azules, que habían tenido buen ojo para contratar jugadores que sumaban o que los directivos calificaban como refuerzos, esta vez solo acertaron en uno: el portero venezolano Wulkier Faríñez, los demás están en deuda y pasará tiempo antes de que puedan demostrar si no fue una equivocación.

Santiago Montoya está lesionado y va para tres o cuatro meses más; Roberto Ovelar se lesiona, se recupera y se vuelve a resentir. César Carrillo a veces sí, a veces no, y Carlos López totalmente desapercibido al punto de que los canteranos estuvieron por encima de su rendimiento.

Los ‘Cardenales’, a su vez, poco se reforzaron, recuperaron algunos jugadores que tenían prestados, pero su rendimiento se vino a menos y solo jugaron un gran partido, el clásico del domingo pasado para acabar con cualquier ilusión de los azules.

Y a los aseguradores mantienen su costumbre de ir mirando en el mercado, contratar jugadores que se acomoden a su presupuesto y que puedan darles una mano; pero esta vez el rendimiento no fue parejo y aunque en algún momento Equidad jugó bien, sacó resultados importantes, no pudo alcanzar el cupo y fue por poco.

  1. Bajón. Lo que sí afectó a los tres equipos bogotanos fue el bajón en el rendimiento de sus jugadores.

En Millonarios, hombres que fueron fundamentales en la campaña que los llevó a ganar su estrella 15, cayeron considerablemente en su rendimiento. El capitán Andrés Cadavid tuvo partidos malos; Matías de Los Santos cuando fue enviado a jugar al sector medular se perdió y cuando regresó a la defensa pareció no acomodarse y menos cuando le cambiaron de compañero. Para completar Figueroa y Rivas mostraron que son muy buenos suplentes y regulares titulares. En el sector medular, el único que rindió, salvo el clásico del domingo, fue Duque; los demás tuvieron altibajos, como también le sucedió a Ayron del Valle en el ataque, a lo que se unió que se desacostumbró a su trabajo habitual como centro delantero y quedó con la costumbre de ser extremo.

En Santa Fe la situación no fue diferente, a lo que se sumó que las continuas sanciones a Javier López debilitaron lo que era una de las fortalezas del equipo, el juego aéreo, aunque en ofensiva lo recuperaron el domingo con el frentazo de Moya que les dio la victoria.

En el medio campo, además, se sintió la ausencia de un talentoso como Omar Pérez. No quiere ello decir que no era hora de que saliera del equipo, sino que no se contrató un reemplazo que le diera ideas a los ‘Cardenales’ y explotara la velocidad de Morelo y Plata.

En Equidad pasó lo mismo; varios de sus jugadores sufrieron bajos que afectaron el rendimiento del equipo, especialmente en su sistema defensivo.

  1. Las lesiones. Los tres elencos bogotanos se vieron afectados por las lesiones. Los azules perdieron casi todo el torneo a Rojas, ‘Caracho’ Domínguez, Montoya, Ovelar y Silva, sufrieron golpes que los incapacitaron.

Por los lados de Santa Fe, tal vez su mayor pérdida fue la del golero Leandro Castellanos, quien hasta peleaba la posibilidad de ser tercero portero de la Selección Colombia.

Equidad recuperó a Peralta, a Diego Novoa, pero igual lesiones de dos o tres partidos afectaron el rendimiento de varios de sus jugadores.

  1. Nóminas cortas. La medida aprobada por los llamados clubes chicos, que son los que le dan poder al presidente de la Dimayor, Jorge Perdomo, indició mucho en los planteles. Inscribir solo 25 jugadores cuando se tiene al frente Liga, Copa y Libertadores o Suramericana es muy poco.

Además Millonarios pecó porque apostó por invertir en unos refuerzos que no respondieron y le tocó acudir a las inferiores. Lo bueno es que está formando capital.

Muchas reflexiones quedan para aplicar correctivos de cara a la Liga Águila II. Hay tiempo porque de por medio está el Mundial de Rusia.