
LOS FUERTES ajustes que se han presentado en los últimos tres años en los precios de la gasolina, han sido el factor principal para el saldo en rojo del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC), hay caído sustancialmente hasta llegar a $10,7 billones en 2024.
Sin embargo, con las ligeras alzas que se han presentado en los últimos meses, el déficit podría disminuir $400.000 millones durante este año.
No cabe duda que el mayor impacto en los precios lo han recibido los usuarios que tienen vehículos a gasolina, y solo hasta los últimos cuatro meses los que utilizan ACPM han resultado afectados.
Sin duda, estos ajustes contribuyen a la sostenibilidad fiscal del mecanismo que evita fluctuaciones drásticas en los precios de la gasolina y el diésel, y se proyecta un saldo adeudado de $10,3 billones para este año.
No obstante, todavía hay una fuerte resistencia en el sector transportador, sobre todo, ante eventuales incrementos en el diésel, situación que no ha podido solucionar el gobierno y que dejó pendiente el exministro de Minas Andrés Camacho, quien fue dilatando esa situación y dejó el problema a su reemplazo.
A pesar de la reducción, el fondo sigue acumulando un saldo negativo significativo, lo que mantiene la necesidad de revisar su esquema de financiamiento, y donde la deuda se debe principalmente al diésel.
Comportamiento
El FEPC se creó en el 2007 para amortiguar la volatilidad de los precios internacionales, debido a esto en el 2019 se generó una deuda de $17,0 billones. En el 2022 el déficit aumentó llegando a $36,7 billones, luego en el 2023 se redujo hasta los $15,2 billones (41,4%) para finalmente establecerse en $10,7 billones en el año 2024, explicado por el aumento progresivo del precio del combustible.
En su informe anual, la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) resaltó los aportes fiscales de este rubro.
El año pasado, los combustibles le dejaron $9,1 billones en aportes fiscales, que representan 75% de lo que se pretendía recaudar en la Ley de Financiamiento del año pasado.
Si se discriminan estos aportes, $5,2 billones fueron dirigidos a la nación por medio del impuesto IVA, el impuesto nacional y el tributo al carbón mientras que $3,9 billones llegaron a las arcas de los municipios y departamentos por medio de la sobretasa.
Demanda
En cuanto a las perspectivas de demanda de combustibles, se espera que la demanda de gasolina aumente en 0,8% en el corto plazo, hasta alcanzar 148.000 barriles diarios y 1,5% en 2030 (160.000 barriles diarios); la demanda de diésel se incrementaría 0,4% este año (165.000 barriles diarios) y 1,7% en los próximos cinco años (180.000 barriles) y 6,3% la demanda de jet fuel en 2025 (38.000 barriles) y 3,3% en el mediano plazo, equivalentes a 45.000 barriles diarios.
Explica el gremio, por otra parte, que el consumo de gasolina fue el único que cayó (5,9%), mientras que el diésel y el combustible de aviación sí tuvieron incrementos.
Por otro lado, el combustible de aviación, o jet fuel, fue el que tuvo el mayor crecimiento en cuanto al consumo durante el año anterior, gracias a la ubicación estratégica del país, factor que lo ha convertido en un punto geoestratégico clave para el tránsito de carga a través de sus terminales aéreas y el fortalecimiento del sector turismo que ha derivado en un mayor flujo de pasajeros desde y hacia Colombia.
“Hubo un incremento superior a 14% en el flujo de pasajeros. Sumado a ello, la llegada de tres nuevas aerolíneas a Colombia también representó un incremento en la demanda”, dijo Frank Pearl, presidente de la ACP.
El diésel también creció 5,2% en su consumo, jalonado principalmente por la demanda del transporte de carga, y la generación térmica, evento que demandó en mayor medida el combustible durante la contingencia.