* Múltiples retos de Juegos París 2024

* Colombia buscará aumentar medallería

En un mundo convulsionado por eventos bélicos de alto calado en distintas latitudes, un escenario geopolítico tensionante, con problemáticas de vieja y nueva data, así como mediado por una sociedad cada vez más digitalizada, ahora bajo el impacto de la masificación y el desarrollo irrefrenable de la inteligencia artificial, arrancan mañana en París los Juegos Olímpicos de verano 2024.

La ceremonia de inauguración es inédita, ya que es la primera vez que estas justas orbitales no tienen el banderazo inicial en un estadio principal de atletismo. Por el contrario, el escenario serán 6,4 kilómetros del emblemático rio Sena. Allí, más de siete mil atletas transitarán en no menos de 85 embarcaciones para saludar al planeta y, con sus respectivos abanderados, prestar el juramento olímpico.

Tres años después de Tokio 2021, cuando la imagen más marcada fue la de las tribunas vacías o semivacías por el riesgo latente del covid-19, la capital francesa está lista para recibir a millones de personas, entre atletas, entrenadores, logísticos, periodistas y espectadores. Todos estarán protegidos por más de 60.000 policías, gendarmes, militares y equipos especializados de seguridad y antiterrorismo. La Villa Olímpica, un complejo de 52 hectáreas al norte de París, en donde se alojarán 14.500 personas, entre ellas 9.000 atletas de 206 delegaciones, está blindada al centímetro.

Estos juegos apuntan a ser uno de los más organizados de la historia. Sin embargo, pese a esa planificación detallada, algunos conatos de huelgas, desde la de los bailarines hasta de los operadores de transporte, han prendido las alertas y tenían a las autoridades galas adelantando gestiones de última hora para superar cualquier contratiempo.

Ya, de hecho, el arranque de las justas ha estado muy movido. Por un lado, por las bajas de última hora, como la del tenista que encabeza el ranquin masculino global, Jannik Sinner. O por escándalos de entrada, como el de ayer en el partido de fútbol entre Argentina y Marruecos, que tuvo de todo: polémica arbitral, récord en tiempo agregado, invasión de cancha, suspensión por más de dos horas, un gol anulado…

También hay mucha expectativa en torno a evitar que deportistas o público asistente aprovechen el escenario multinacional y mediático para hacer algún tipo de manifestación política o simbólica alrededor de los conflictos y principales problemáticas planetarias. Esto pese a que el reglamento olímpico es muy drástico al respecto y recalca que el deporte es una fiesta imparcial.

Con una potencia como Rusia (junto a Bielorrusia) todavía excluida de las justas por su invasión a Ucrania, es claro que el rival a vencer continúa siendo la delegación estadounidense. China viene con todo el impulso para tratar de imponerse, en tanto que los europeos, con franceses y británicos a la cabeza, aspiran a dar una dura pelea en la tabla de medallería. Buena parte de las figuras mundiales en las distintas disciplinas estarán en competencia defendiendo sus colores patrios. Se prevé, entonces, que muchas marcas y récords caerán… Pero también surgirán nuevos fenómenos en los 32 deportes y 45 pruebas distintas a disputar.

El combate al dopaje es una de las prioridades de los juegos en la capital francesa. Se ha dispuesto el mayor operativo logístico y científico al respecto para garantizar la transparencia de todas las competencias.

Colombia, por su parte, asiste con una delegación que combina mucha juventud y un poco menos de experiencia. Aunque tiene algunas apuestas fuertes por alcanzar preseas, el principal objetivo es superar las cinco medallas (cuatro platas y un bronce) obtenidas en Tokio 2021. A nombres con trayectoria, como la siempre combativa reina del ciclismo BMX Mariana Pajón (que llega a su cuarta olimpiada con dos oros y una plata) y el velocista de los 400 metros Anthony Zambrano (plata hace tres años), se unen 87 atletas de diecinueve disciplinas individuales y colectivas que lo darán todo por dejar en lo más alto el nombre del país. Ojalá se pudiera llegar a las nueve medallas de Londres 2012 o las ocho de Brasil 2016, pero la tarea no es fácil.

Lo importante en todo caso es que estos Juegos Olímpicos de París se conviertan es una evidencia viva y fehaciente de la validez de aquel espíritu olímpico formulado más de 120 años atrás por Pierre de Coubertin. Un espíritu que ha evolucionado desde los principios básicos de amistad, sana competencia y solidaridad, hasta incluir otras prerrogativas fundamentales para la humanidad como la paz, no discriminación, sustentabilidad ambiental, humanismo, universalidad y la alianza entre deporte, educación y cultura.

La fiesta del deporte al más alto nivel empieza hoy, aunque oficialmente desde el miércoles ya comenzaron algunas disciplinas. París 2024 apunta a marcar un punto de inflexión, sobre todo de cara a lo que serán las próximas justas en Los Ángeles (2028) y en Brisbane (Australia) en 2032. La mejor de las suertes a todos los atletas y que ganen los mejores.