Codensa y Emgesa, compañías del Grupo Enel en Colombia, presentaron la evolución de sus marcas, incorporando el logo corporativo global de Enel; evolucionando así a Enel-Codensa y Enel-Emgesa. Este proceso de evolución es el reflejo de los cambios que se están implementando para que las empresas locales puedan beneficiarse plenamente de la experiencia técnica y de las mejores prácticas de la marca global.

“Nuestra historia en estos 20 años en el país nos llena de orgullo, y es gracias a ese pasado que hoy podemos evolucionar hacia un futuro con grandes oportunidades. Con la evolución de las marcas de nuestras empresas, estamos confirmando nuestro compromiso con el país. Al incorporar la marca global de Enel y al anunciar nuestra estrategia de crecimiento, podremos transformar nuestra relación con los clientes, ofreciéndoles soluciones energéticas más avanzadas, con un fuerte enfoque en la digitalización; una mayor eficiencia, una expansión de los mercados de distribución y una matriz energética diversificada”, afirmó Lucio Rubio, director general de Enel en Colombia.

Enel en Colombia también confirmó su estrategia de crecimiento en el país, donde desempeña un rol activo en la transición energética para responder a las tendencias de urbanización, descarbonización y electrificación a nivel mundial. El Grupo Enel está presente en 34 países de los cinco continentes y más de 72 millones de clientes en el mundo.

La evolución de las marcas a Enel-Codensa y Enel-Emgesa va en línea con la estrategia Open Power del Grupo, que tiene como objetivo abrir el acceso a la energía a más personas, abrir el mundo de la energía a las nuevas tecnologías, abrir nuevas formas de gestionar la energía para el consumidor, abrir la energía a nuevos usos y abrir la energía a más colaboradores.

Enel-Codensa destinará más de $2,6 billones para modernizar sus redes, incluyendo $360.000 millones para mejorar la calidad del servicio mediante la implementación del telecontrol, con lo que se espera reducir el Saidi (Índice de duración de interrupción promedio del sistema) a 519 minutos en 2020, comparado con 820 minutos en 2017. El telecontrol es una innovadora tecnología que permite ubicar las fallas en los circuitos de manera precisa y atenderlas remotamente.