Un alto número de boletas falsificadas complicó el ingreso de los aficionados al Hard Rock Stadium de Miami para la final de la Copa América entre Colombia y Argentina, lo que obligó a la Conmebol a ordenar retrasar el partido, inicialmente por media hora.
Sin embargo sobre las 7:20 de esta noche, comunicó otro retraso, de 15 minutos más. Es decir, empezaría a las 7:45 hora de Colombia (8:45 hora de Miami). Sin embargo luego informó que el inicio, oficialmente, será a las 8;:15 p.m.
Imágenes de televisión mostraron a cientos de personas en las afueras del estadio, donde estaban reforzándose los filtros y, de allí, que no se cumpliera con lo establecido, que es que todos los aficionados estuvieran en las tribunas 20 minutos antes del partido.
Entre tanto, el país y miles de colombianos aquí y en diferentes lugares del mundo están en modo fútbol, esperanzados y muy expectantes para que los dirigidos por el argentino Néstor Lorenzo puedan levantar la Copa luego de 23 años.
“Todavía falta lo más importante”. Ese es el sentir generalizado en el seno de una Selección Colombia que en esta Copa América ha pasado todos los ‘quiz’ a los que ha sido sometida y que este domingo rinde el examen final, cuyo premio es el título de la Copa América, frente a una Argentina dispuesta a revalidar la corona alcanzada hace tres años.
A esta definición, que se disputará en el Hard Rock Stadium de Miami, los protagonistas llegaron con exigencias bien diferentes, pero con un factor en común: la tenencia del balón.
En acción, como atractivo adicional, estarán el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, y el hasta ahora más brillante en este torneo, James Rodríguez, quien suma seis asistencias y una zurda prodigiosa que genera temor en los rivales.
Desde luego que no son los únicos protagonistas de una final que promete ser intensa, con buen fútbol y mucho roce. Además, cada selección tiene sus fortalezas y debilidades, mientras la táctica y la estrategia van a apretar mucho más las acciones.
Cuando el árbitro brasileño Raphael Claus decrete el inicio del partido, atrás quedará lo hecho por Argentina frente a rivales de menor monta que los que ha tenido Colombia en esta Copa América, así como el invicto de 28 fechas sin conocer la derrota que ostenta el combinado patrio.
¿Qué onceno está más presionado? Ese es un factor con el que deben lidiar los 22 jugadores que salten al gramado, los suplentes y los cuerpos técnicos.
La Albiceleste tiene la presión de defender el título logrado en 2021 y de paso conquistar la triple corona (Copa-Mundial-Copa), sumado a que por los 15 trofeos del torneo que tiene en sus vitrinas, llega como la gran favorita.
Para los dirigidos por Néstor Lorenzo, la presión se centra en la necesidad de redondear una actuación que le ha valido ser catalogada como la mejor selección de la justa y en que está ante la gran oportunidad de rubricar ese gran momento con un título.
Otro factor a tener en cuenta es que Argentina ya no cuenta con la ventaja de otras épocas, que era que los jugadores colombianos se sentían intimidados por la camiseta albiceleste. Hoy ya todos saben que en la cancha son 11 contra 11 y que el resultado depende del aporte de cada uno, así como de estar concentrados, cometer los menos errores posibles, capitalizar los del rival y no caer en las provocaciones.
Cautela
Colombia ha tenido en esta Copa todo tipo de exámenes. Ha podido jugar al fútbol frente a rivales como Panamá; ha tenido que mostrar carácter, como ante Brasil, y sacar a relucir su garra contra los charrúas para suplir desde el minuto 45 la expulsión de Daniel Muñoz. Pero este domingo la exigencia es a otro nivel.
Al frente está una Argentina que, aparte de su gusto por tener el balón, por elaborar y sacar provecho de la habilidad de Messi y la facilidad de Álvarez para moverse entre los defensores centrales y hacer diagonales cortas, tiene volantes que llegan, laterales que continuamente van al ataque, un arquero seguro y provocador, así como jugadores marrulleros que con solo mirarlos se tiran al piso, se revuelcan y muchas veces los árbitros les compran el ‘teatro’.
Por eso Colombia debe tener cuidado, no dejarse tentar sino jugar al fútbol, aprovechar la prodigiosa zurda de James para filtrar balones para Luis Díaz y Jhon Córdoba a la espalda de los defensores o en las acciones con pelota detenida, así como estar preparada para el juego fuerte y no caer en él.
Para este juego, Lorenzo perdió una pieza clave: Daniel Muñoz, quien ha llegado a posición de gol con gran facilidad. Su reemplazo es Santiago Arias, quien defiende más, va menos al ataque, pero tira buenos centros.
Por lo demás, la formación será la habitual, algo que genera confianza porque con el correr de los partidos se han ido corrigiendo errores, sobre todo en el trabajo defensivo, y consolidando a Dávinson Sánchez como uno de los mejores zagueros de esta Copa.
En el sector medular, la presencia de Richard Ríos será fundamental por el despliegue físico y manejo de balón, pero deberá estar preparado para recibir faltas continuamente.
Ahora, existe cierta prevención por el desgaste físico a que ha sido sometida Colombia por la exigencia de los rivales, pero a la hora de librar una batalla por un título, eso se puede suplir con la tenencia del balón, haciéndolo circular para desgastar a un rival que no está acostumbrado a ello.
Luis Díaz y Jhon Córdoba serán fundamentales para taponar la salida de los defensas y Jhon Arias para cubrir la espalda de Arias cuando se vaya al ataque.
La preocupación de Colombia debe ser hacer su juego, cometer la menor cantidad de errores y capitalizar las situaciones de gol que genere.
Preocupación
Si para Colombia una de las preocupaciones es neutralizar a Lionel Messi sin cometerle faltas, la de Argentina es cómo evitar las faltas cerca del área, porque sabe que de la zurda de James nacen las jugadas de gol del combinado patrio.
La Albiceleste en este torneo, en el que ha tenido rivales de menor monta de los de Colombia, como Canadá (2-0), Chile (1-0) y Perú (2-0) en la fase de grupos, presenta una tenencia del balón arriba del 56 %, incluidos los cuartos de final (1-1 con Ecuador) y la semifinal (2-0 frente a Canadá). La pregunta es: ¿podrá mantener ese porcentaje?
Además, el técnico Lionel Scaloni debe estar preocupado porque su selección tuvo problemas para sacar a Ecuador de competencia, eso significa que si al frente hay un rival que se le plante bien, que le juegue de igual a igual, no tiene la solvencia que quiere aparentar.
También debe estar pensando en cómo sorprender a Colombia con su planteamiento y cómo evitar sorpresas con lo que le proponga Colombia, y para ello seguramente se apoyará en lo que puedan hacer Álvarez, De Paul y los laterales.
Las posibilidades de que el partido sea muy táctico son amplias, porque ninguno va a querer regalar nada y es ahí en donde las individualidades marcarán la diferencia.
Así como están planteadas las acciones, el partido promete ser bien jugado, intenso, estratégico desde los bancos y el árbitro tendrá mucho trabajo si no impone su autoridad desde el primer minuto.
Si Argentina gana, sumará su título 16 en la Copa América y la triple corona. Si Colombia vence, será su segunda conquista en tres finales y el sentir es que hay con qué. Los de Lorenzo tienen actitud, fútbol, carácter y garra.