La seguridad siempre mejor | El Nuevo Siglo
Viernes, 22 de Febrero de 2019

Los homicidios y su tasa por cada 100.000 habitantes fueron para los años 15, 16, 17 y 18 los más bajos en dos generaciones de colombianos. Son los números más bajos desde mediados de los setentas. En efecto, en 2015 hubo 12.782 homicidios, 12.402 en el 16, 12.237 en el 17 y 12.841 en el 18, ya con cinco meses de esta administración. Las tasas fueron 26, 25, 24 y 25 por cada 100.000 habitantes, respectivamente. En 2010 hubo 15.459 casos, 2.618 casos más que en 2018.

La seguridad se juzga primordial e internacionalmente por esas dos variables que miden el respeto por el derecho más importante: la vida. Una de las formas más repudiables, la masacre, se redujo desde 236 casos y 1.403 víctimas en 2000, hasta 12 casos y 66 víctimas en 2018; desde 2010 se disminuyó este execrable crimen sin interrupción.

Si asumimos que los problemas de orden público pesaban 100 a principios del siglo, con toda tranquilidad podemos afirmar que hoy los que quedan pesan 25, es decir, hemos erradicado el 75% de las amenazas de seguridad, por la combinación de la contundencia de la Fuerza Pública, con una negociación persistente y exitosa con las Farc. Eso no quiere decir que ya no debemos preocuparnos por el orden público. Lo que indica es que el énfasis debe ser puesto en la seguridad ciudadana sin deteriorar a las FF.MM. Por eso la administración Santos elevó el número de policías en 20.000 y recomendó en el empalme aumentar 5.000 más por año durante los próximos cinco. El aumento de la Policía es también determinante para combatir otros delitos de calidad criminal inferior a aquellos que atentan contra la vida o la libertad, pero que atemorizan al ciudadano.

Los soldados y policías pasaron de 435.400 en 2010, a 437.400 en 2018, con un Ejército fuerte de 262.500 soldados, suboficiales y oficiales. Como lo ha reconocido el Gobierno, ¡las FF.AA. son las más poderosas de nuestra historia! Y también ser soldado o policía tiene ahora menor riesgo. Lo sorprendente es que hay bárbaros que leen esta mejoría como inacción, no como victoria de nuestras FF.AA. Los presupuestos del Mindefensa, los más abundantes en la historia republicana, crecieron sin excepción año tras año en lo que va del siglo.

En 2002 hubo 3.000 secuestros. En 2018,  fueron 174, con la tasa más baja desde que hay mediciones. El ejercicio de la libertad personal ciertamente ha mejorado. Hoy está concentrado este delito atroz en el Eln y en delincuentes comunes.

El goce  de los principales derechos de los colombianos ha venido mejorando consistentemente en este siglo, y no se interrumpió esa tendencia en la anterior administración. Termino estos comentarios con la promesa de ser el primero en celebrar que al final de este Gobierno hayan disminuido homicidios, secuestros, masacres y asesinatos de soldados y policías, y se haya acabado con el Eln, como se hizo en estos  años. Y acaso también bajen los robos de rólex y automóviles.

El relevo en las democracias es para que quien llegue pueda hacerlo mejor al gobernar que sus antecesores. Esto ha sucedido sin excepción en el siglo XXI. Cada año mejoramos. Por eso cuando me preguntan cómo veo a Colombia, digo con entusiasmo: está en su mejor momento histórico. Es deber de los gobiernos presente y futuro mantener esa tendencia que nos convirtió en potencia regional.

* Exministro de Defensa