Del alto gobierno a la diplomacia | El Nuevo Siglo
LUIS GUILLERMO Plata, Alicia Arango, Carmen Vásquez y Guillermo Botero, ahora en España, Ginebra, Uruguay y (posiblemente) Chile.
Foto Presidencia y archivo ENS
Lunes, 1 de Marzo de 2021
Redacción Política

La nómina diplomática de Colombia ha tenido varios movimientos de primer orden este año. De hecho, uno de los principales aspectos es el relacionado con el envío al servicio exterior de varios exministros y ex altos cargos del Gobierno.

Como es propio de un país con los niveles de polarización política que hay en Colombia y mediando las quejas recurrentes sobre por qué mejor no designa allí a funcionarios que hagan parte de la carrera diplomática, lo cierto es que la administración Duque, como también lo han hecho anteriores gobiernos, ha enviado a la diplomacia a varios de sus ex altos funcionarios, designaciones que son absolutamente legales.  

Por ejemplo, tras renunciar a finales del año pasado a la cartera del Interior (antes había estado en la de Trabajo), Alicia Arango fue designada por el presidente Iván Duque como Representante Permanente de Colombia ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras Organizaciones Internacionales con sede en Ginebra.

La designación de Arango ante la ONU (de hecho presentó cartas credenciales a comienzos de febrero) no sorprendió, pues se venía hablando del tema hace meses. Es más, el paso a la diplomacia de esta dirigente uribista de primera línea (manejó las campañas electorales de Duque y el expresidente Álvaro Uribe) tuvo más eco no por su ingreso a la vida diplomática, sino porque el Presidente designó poco después a su hija, la experimentada economista Bibiana Taboada Arango (que se posesionó la semana pasada) como nueva codirectora del Banco de la República.

También la semana pasada se posesionó en la Casa de Nariño el embajador en España, Luis Guillermo Plata, quien en 2020, tan pronto como comenzó la emergencia sanitaria por el covid-19, fue designado por Duque como gerente del plan de choque contra los efectos de la pandemia.

Aunque desde la oposición criticaron su gestión, lo cierto es que su labor fue determinante en asuntos clave como la adquisición urgente de ventiladores mecánicos para dotar las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) que atienden pacientes críticos de coronavirus. Precisamente por ello es que en menos de seis meses, pese a la dificultad para conseguir estos aparatos a nivel externo por cuenta de la alta demanda internacional, Colombia pudo triplicar las UCI, llegando ya a más de 12.118.  

El exministro Plata, que había sonado para distintas carteras en este Gobierno e incluso la embajada en Washington, renunció en octubre a la gerencia del plan de contingencia y en diciembre Duque lo anunció como embajador en España, uno de los cargos diplomáticos más importantes para el país. Varios nombres habían sonado para ir a Madrid, incluso el del exfiscal Néstor Humberto Martínez, pero al final el reemplazo de la excanciller Carolina Barco, quien renunció en noviembre, será el exgerente del plan anticovid.



También se habla por estos días que sería inminente la designación del exministro de Defensa, Guillermo Botero, en la embajada en Chile, en reemplazo de Alberto Rendón Cuartas. Como se recuerda, el futuro diplomático tuvo que renunciar a la cartera castrense (que ocupaba desde agosto de 2018) a finales de 2019 ante la inminencia de una moción de censura en su contra en el Senado.

Otra exministra con rumbo a la diplomacia es la de Cultura, Carmen Inés Vásquez Camacho, a quien el pasado 24 de diciembre el Presidente removió de esa cartera (designando allí al entonces viceministro Felipe Buitrago) y de inmediato se anunció su envío a la embajada de Colombia a Uruguay, acéfala desde julio tras la dimisión de Fernando Sanclemente, luego de verse envuelto en un escándalo judicial por el hallazgo de un narcolaboratorio en una finca de su propiedad en Cundinamarca.

También a mediados de diciembre el exsenador uribista Alfredo Rangel presentó cartas credenciales ante el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.

A comienzos de ese mismo mes, la expresidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá, Mónica de Greiff Lindo, presentó cartas credenciales como embajadora en Kenia.

Más movimientos

Como se dijo este 2021 ha sido movido en este frente. Ya a comienzos de febrero se había posesionado a Mariana Pacheco Montes como embajadora de Colombia en India. Había trabajado en la delegación diplomática en Estados Unidos y cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector público y privado. También tendrá a su cargo la representación de Colombia ante Afganistán, Bangladés, Bután, Maldivas, Nepal y Sri Lanka.

A ello se suma que la semana pasada la embajadora de Colombia en Hungría, Carmenza Jaramillo, presentó cartas credenciales como representante diplomática no residente ante el gobierno de Montenegro.

También días atrás la embajadora de Colombia en Egipto, Ana Milena Muñoz de Gaviria (esposa del jefe único del liberalismo, César Gaviria), presentó sus cartas credenciales como Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria No Residente en Omán.

El mes pasado también la embajadora Marcela Ordóñez presentó cartas credenciales en Filipinas. Fue directora de Cooperación Internacional, desde donde logró la negociación del Marco de Cooperación en Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en Colombia 2020-2023, y la creación y coordinación de la Unidad Interinstitucional de Cooperación Internacional para la atención de la crisis migratoria proveniente de Venezuela. Igualmente, se encargó de la coordinación y gestión de las donaciones de Estado durante la pandemia.

Asimismo, en enero el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Jorge Mario Eastman Robledo (secretario General de la Presidencia hasta abril de 2019 y enviado luego al Vaticano) presentó sus cartas credenciales como embajador extraordinario y plenipotenciario no residente ante Malta.



Carrera diplomática

Como es apenas obvio, cada vez que se habla de las designaciones en el servicio exterior surge la vieja y desgastada discusión en torno a si todo el personal en las embajadas debe ser de carrera diplomática y no de origen político o provenir del gobierno de turno.

Por ejemplo, el representante a la Cámara de la Lista Decentes, David Racero, ha reiterado denuncias contra el gobierno Duque en torno a la designación en la diplomacia de dirigentes uribistas así como de familiares de congresistas de la coalición oficialista. Incluso ha publicado mapas y listados de designaciones al respecto.

Sin embargo, no en pocas ocasiones Duque ha relievado el hecho de que en su mandato se viene avanzando concretamente en la meta de que a 2022 la mitad del personal en el servicio exterior sea de carrera diplomática. A finales de 2019 ya se alcanzó el 30% y en 2020 se continuó en la misma dirección.

Una prueba de ello, por ejemplo, se dio la semana pasada en una ceremonia virtual, cuando la canciller Claudia Blum tomó juramento a 22 nuevos Terceros Secretarios, quienes finalizaron en noviembre pasado su curso de formación diplomática y consular en la Academia Diplomática Augusto Ramírez Ocampo y ahora inician su camino en el servicio diplomático.

“Al reconocer los desafíos que esto plantea, el Gobierno nacional se ha trazado como meta contar con un servicio exterior cada vez más especializado, fortalecido y robusto. Un equipo diplomático que responda a un contexto internacional complejo y competitivo, en que el desarrollo del conocimiento y la evolución de la tecnología en todos los campos, avanzan a un ritmo sin precedentes”, dijo la Canciller al darles posesión.

Como se ve, las designaciones en la diplomacia siempre generan controversia, tanto en este gobierno como en todos los anteriores. Pero no por ello se va a frenar la tendencia de pasar del Ejecutivo al servicio exterior.