Gutiérrez, una pausa activa en la dirección técnica | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Domingo, 21 de Abril de 2019
Rafael Gómez Hoyos

Con nostalgia Wilson Gutiérrez recuerda su exitoso paso por Santa Fe. Desde el banco, el técnico construyó una base que les permitió a los rojos alzar su séptimo título tras una espera de más de 37 años. Ahora está libre, dedicado a su familia a la espera de un proyecto que le brinde garantías.

En su etapa, los leones rugieron y se encontraron de nuevo con la Copa Libertadores, donde llegaron a la semifinal con Olimpia de Paraguay en 2013. De igual manera, el estratega ganó una Superliga ese mismo año, cuando derrotó a Millonarios en una recordada definición.

El estratega decidió incursionar con un sistema de posesión para después brindarle equilibrio a la línea de fondo y comenzar a formar el ADN defensivo de ‘Los Cardenales’.

Con su trabajo quedó en el corazón de los santafereños y siempre será recordado como el hombre que les devolvió la grandeza a los leones.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo es su día a día?

WILSON GUTIÉRREZ: En este momento no estoy dirigiendo. Comparto con mi familia y con mis hijos el mayor tiempo posible ya que cuando uno está entrenando se dedica las 24 horas al proceso. Este espacio lo aprovecho para compartir con ellos y hacer muchas cosas que no puedo llevar a cabo cuando entreno.

ENS: ¿Qué futuros proyectos tiene en su carrera profesional?

WG: Por ahora estamos a la espera de que se dé algún proyecto, estamos trabajando en eso para que sea nacional o internacional. De momento tenemos paciencia y fe para que esas opciones lleguen.

ENS: ¿Qué tan real fue la posibilidad de regresar a Santa Fe?

WG: Desde hace un par de meses estuvo bastante cerca la opción de estar de nuevo en el banquillo cardenal. Me contactó el club y al final no se dieron las cosas, elemento que me dolió mucho porque quiero a este equipo y al grupo de jugadores que lo conforman.

ENS: ¿Qué secretos tiene a la hora de llevar un grupo de jugadores?

WG: Bueno, primero que todo pienso que en el fútbol y en la vida se dan etapas positivas y negativas. Mi paso por Santa Fe se transformó en un momento muy bonito en mi carrera porque me dio la posibilidad de estar ahí con un grupo de personas excelentes. Gracias a Dios el grupo me creyó y eso fue importante. La fortaleza de ese grupo fue la familia y la fe que hizo que todos nos uniéramos como club por el mismo objetivo. Trabajamos mucho en varios aspectos, en el táctico, el Deportivo y por supuesto en el plano espiritual.

ENS: ¿Qué factor jugó la fe en este proceso?

WG Llegó poco a poco, el equipo estaba en un momento irregular donde no perdía pero tampoco ganaba. Generábamos muchas opciones de gol y entraba una, pero al final de los partidos pasaba algo y nos empataban. En algún momento me reuní con los líderes del equipo y decidimos buscar una ayuda espiritual con la cual todos íbamos a luchar por el mismo objetivo, con tranquilidad, calma, seguridad y fe. Es entonces cuando llega Sandra Merino y nos ayuda a trabajar el tema espiritual como equipo.

ENS: ¿Qué significa para usted el grupo de jugadores?

WG: Para mí el grupo humano va por encima de los resultados. Por ejemplo, la gente puede pensar que es una cábala el tema de que los muchachos de Santa Fe salen descalzos a caminar por el terreno de juego cuando en realidad tiene una razón de ser súper profunda. La Biblia dice en Deuteronomio: “Todo lo que toques con la planta de tus pies será tuyo”; verlos a ellos haciendo eso hoy me llena de alegría porque siento que el trabajo valió la pena. La espiritualidad vale la pena y sé que cuando salen así están convencidos que van a hacer las cosas bien.

ENS: ¿Desde lo táctico, qué aporte le dio a Santa Fe?

WG: La gente extraña ver jugar a Santa Fe con el balón. La idea era de posesión, de generar. Ese equipo dejó huella y logramos muchas cosas como la semifinal de Libertadores contra a Olimpia, la final con Nacional que se perdió pero era un equipo que jugaba muy bien, todos se entendían.

ENS: ¿Qué fue lo más difícil en su carrera?

WG: Mi salida de Santa Fe. Uno siempre quiere continuar en un proceso exitoso pero llega un momento en el que se debe dar un paso al costado. Al final vi un grupo desgastado, sentí que necesitaba un cambio el equipo y eso es difícil de entender para cualquiera.

ENS: ¿Qué es lo más complicado de enseñarle a un jugador?

WG: Muchas veces los conceptos físicos y tácticos los tiene claros. Saben correr, manejan bien la respiración y conocen las diferentes transiciones, no obstante, lo más complicado es el orden que uno le brinda al equipo. Muchas veces se debe encontrar el momento adecuado con las palabras justas para dar un mensaje y llegar a un resultado.

ENS: ¿Cuál fue la enseñanza que le dejó el fútbol a nivel personal?

WG: Aprendí que el fútbol es cada vez más eficaz, busca resultados rápidos pero lo importante es dar lo mejor para enseñar a los demás y siempre dejar una huella en materia personal, más allá de lo deportivo uno tiene que recalcar el punto humano porque el deporte cuenta con un movimiento constante.