Reducen cuatro años de cárcel a expresidente Lula | El Nuevo Siglo
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Martes, 23 de Abril de 2019
Agence France Presse

Tres de cuatro jueces de un tribunal de apelaciones de Brasil respaldaron este martes reducir la condena del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción pasiva y lavado de dinero de 12 años y un mes a 8 años y 10 meses de cárcel.

Este fallo, que no podrá ser revertido por el último magistrado del Supremo Tribunal de Justicia (STJ), permitirá al exmandatario de izquierda, de 73 años, beneficiarse antes de fin de año de un régimen semiabierto, con derecho al trabajo diurno, de acuerdo con expertos judiciales.

Horas antes, un juez del Superior Tribunal (STJ) de Brasil votó e a favor de reducir la condena de más de 12 años de prisión que purga el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva hace más de un año por corrupción pasiva y lavado de dinero, durante una audiencia en Brasilia.

El juez relator del caso, Felix Fischer, miembro de la quinta corte del STJ, propuso reducir la condena del expresidente a 8 años, 10 meses y 20 días, durante una audiencia en la que este colegiado de cuatro magistrados analiza un recurso interpuesto por la defensa de Lula.

El STJ puede decidir mantener la condena de 12 años y un mes de cárcel, liberar a Lula o reducir la pena, con posibilidades de que a corto plazo pueda pasar a prisión domiciliaria o a un régimen de prisión semiabierto.

Fischer había rechazado este mismo recurso en un fallo individual pronunciado en noviembre pasado.

El expresidente de izquierda (2003-2010), preso desde el 7 de abril de 2018 en Curitiba (sur), fue condenado en primera y segunda instancia como beneficiario de un apartamento tríplex en Guarujá (litoral del estado Sao Paulo) puesto a su disposición por constructoras para obtener contratos en Petrobras.

Los magistrados decidieron asimismo reducir las multas de reparación impuestas al expresidente, de 29 millones de reales (7,4 millones de dólares) a 2,4 millones (615.000 dólares), precio estimado del tríplex.

Y redujeron de 175 a 50 los "días multa" aplicados al expresidente por los crímenes a los cuales fue condenado. Cada "día-multa" equivale a cinco salarios mínimos de julio de 2014 (el salario mínimo era en ese entonces de 724 reales).

Las deliberaciones se convirtieron en tendencia dominante en Twitter, con dos hashtags: #LulaLivreJà (Lula libre ya) y #LulaNaCadeia (Lula en la cárcel).

Causas pendientes 

La defensa de Lula anunció que apelará la sentencia, para exigir una absolución lisa y llana del exgobernante, que ve en los juicios una persecución política para impedir que la izquierda vuelva al poder.

"El único resultado que vemos compatible con este caso concreto es la absolución del expresidente Lula porque entendemos (...) que no cometió ningún crimen", dijo uno de sus abogados, cristiano Zanin.

"Lula es inocente, merece ser absuelto, pero los votos por la reducción de su pena demuestran el nivel de persecución y de arbitrariedad al que Lula fue sometido por Moro y por el TRF4", tuiteó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.

Esta victoria parcial de Lula no despeja otras amenazas sobre su destino.

El expresidente (2003-2010) fue condenado en febrero pasado a otros 12 años y 11 meses de cárcel por un tribunal de primera instancia por la realización de reformas en otra propiedad, igualmente a cambio de contratos en la petrolera estatal.

Su estadía en prisión se debe al caso del tríplex de Guarujá, dado que la ley brasileña permite que el primer recurso se pueda presentar en libertad. Pero si fuera confirmada esa segunda sentencia, permanecería en la cárcel.

Lula enfrenta otros seis procesos.

Durante la campaña electoral, Bolsonaro prometió que, de ser electo, Lula "se pudriría" en la cárcel. Tras asumir el poder el 1º de enero, nombró ministro de Justicia a Moro.

 "Otras perspectivas", para Lula y el PT 

La eventualidad de un régimen semiabierto modificaría podría tener un impacto en la política de Brasil, donde la izquierda busca reorganizarse desde la victoria electoral en octubre pasado del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.

"Como [Lula] tiene un instituto en Sao Paulo y tiene derecho a prestar asesorías, con el régimen semiabierto sus perspectivas cambian totalmente", dijo el constitucionalista Lenio Streck.

Para Thomaz Favaro, analista de la consultora Control Risks, el fallo del STJ "abre el camino del regreso de Lula como articulador político" y "el hecho de que el PT no haya fomentado un nuevo liderazgo durante su ausencia (...) indica que el expresidente volverá a dictar el  rumbo del partido".

Lula se declara inocente y denuncia una persecución política para impedir que la izquierda vuelva al poder.