Cruzada contra el dopaje | El Nuevo Siglo
Jueves, 23 de Mayo de 2019
  • Cero tolerancia a la trampa en el deporte
  • Preocupante pico de casos en Colombia 

Honda preocupación ha generado en los ámbitos deportivos colombianos debido a una seguidilla de casos en los que, sobre todo ciclistas, han dado positivo por el presunto uso de sustancias prohibidas. En un país en donde los casos de dopaje, afortunadamente, han sido muy aislados y algunos que inicialmente fueron señalados como tales luego se comprobó científica y médicamente que no existían, es claro que esta coyuntura impacta y prende muchas alarmas.

Lo primero que habría que decir es que confiamos en que los pedalistas colombianos que están siendo investigados por estos casos recientes puedan demostrar, de manera efectiva e inapelable, su inocencia ante las federaciones y tribunales deportivos nacionales e internacionales.

De otro lado, resultan positivos los anuncios que ayer hiciera Coldeportes en torno a nuevas medidas que se implementarán para prevenir los casos de dopaje en los atletas de nuestro país. Entre ellas están, de un lado, el acelerar el proceso de recertificación del Laboratorio nacional del Control del Dopaje y, de otro, el impulso a una reforma al artículo 380 del Código Penal para castigar a quienes promuevan el uso de sustancias prohibidas.

En cuanto a la primera de esas medidas, el objetivo es que en febrero próximo la Agencia Mundial Antidopaje recertifique el Laboratorio local. Este paso es clave para asegurar la fiabilidad de los resultados de los exámenes que se practican a los deportistas en el país y el reconocimiento internacional de los mismos. También tiene un efecto disuasivo bastante importante, ya que los practicantes a nivel competitivo de cualquier disciplina saben que en el momento menos pensado, así se trate de una competencia de orden regional o local, pueden ser objeto de toma de muestras. Así el tramposo lo pensará dos veces antes de arriesgarse, más aún porque las sanciones a quienes se les comprueba dopaje son cada día más drásticas, al punto que pueden quedar vetados de por vida para campeonatos y pruebas de orden oficial.

En lo que hace a la reforma al Código Penal para que se castigue con mayor drasticidad a quienes promueven, patrocinan o son cómplices del uso de sustancias prohibidas en el deporte, es claro que debe ser el Congreso, ya en la legislatura que comienza en julio, el llamado a tomar cartas sobre el asunto, una vez el Ministerio de Justicia radique el respectivo proyecto. Dada la importancia del tema convendría que desde ahora tanto ese cartera como Coldeportes empiecen a socializar el objetivo del proyecto con las distintas bancadas parlamentarias, con el fin de acelerar la aprobación de la iniciativa. También sería importante que se pidiera el respectivo concepto del Consejo Superior de Política Criminal para que el proyecto que se lleve al Legislativo vaya lo más blindado posible, de forma tal que no se presenten dilaciones en su trámite.

Esta reforma penal es más urgente si se tiene en cuenta que el propio director de Coldeportes decía esta semana que “el negocio del dopaje es una realidad” en Colombia e incluso alcanzó a señalar que es una práctica ilegal muy parecida al narcotráfico.

Teniendo una agenda deportiva de tan alto vuelo a nivel externo, incluyendo los Juegos Olímpicos del próximo año en Japón, es claro que se deben tomar las máximas precauciones para evitar que los atletas, sea cual sea su disciplina, incurran en este tipo de prácticas ilegales y tramposas.

De igual manera, es necesario crear más conciencia en los deportistas nacionales, la inmensa mayoría de proceder transparente, en torno a que cuando se detecta un caso de dopaje no solo es el nombre de la persona el que queda bajo la lupa, sino la disciplina en general, por más que se trate de un hecho aislado o que luego se determine que no hubo anomalía alguna.

Lo cierto es que los múltiples logros que ha tenido nuestro país en el campo deportivo no se pueden ver opacados por unos cuantos que quieren faltar a la transparencia y el juego limpio. Eso es claro. Como también lo es el mensaje de las autoridades y entes sectoriales, tanto del ámbito nacional como del internacional: cero tolerancia al dopaje.